El Palomitrón

Tu espacio de cine y series españolas

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CINE E HISTORIA DE ESPAÑA (X)

Hemos recorrido la historia de España desde ese primer artículo sobre la Restauración española, para después pasar a hablar de la República, entrar luego en la Guerra Civil Española, a un primer y segundo artículo sobre la posguerra española y a un primer y segundo artículo sobre el franquismo, para hablar de la Transición y posteriormente un artículo sobre las dos primeras décadas de la democracia. Tras los fastos del 92, España se había convertido en un país moderno a base de ladrillo y cemento, un monstruo financiero que crecía a base de deuda robada al futuro y que acabó estallando cuando en 2008 la ola de crisis económica de los Estados Unidos acabó arrastrando a todo el mundo en un efecto dominó que trajo recortes, pobreza y paro a un país ahogado por el espejismo de la prosperidad. La Crisis económica no nos parece en la actualidad tan lejana y el cine nos ayuda a entender qué supuso para nosotros semejante trauma nacional, un trauma del que seguimos bebiendo, que seguimos recordando, que seguiremos imaginando como un viejo fantasma no del todo desaparecido.

  1. CREMATORIO (Jorge Sánchez-Cabezudo, 2011)

Fue la primera serie de Movistar+, la serie que dio un vuelco a nuestra galería nacional audiovisual y con la que empezó todo y a la que nosotros hace poco dedicamos un homenaje. Con ella se acortaron los minutos inagotables de los capítulos, con ella se asentó un tipo de serie a la americana, con ella nació una época que todavía perdura en nuestro paisaje de series. La historia del constructor, maldita palabra de nuestro diccionario histórico, Rubén Bertomeu (Pepe Sancho) y su ansia por devorar lo poco queda de su ciudad natal, un Misent imaginario ideado por la mente del escritor Rafael Chirbes, se convierte en pura magia televisiva. A él le acompaña su familia y sus socios, un elenco formado por Alicia Borrachero, Juana Acosta, una jovencísima Aura Garrido o Vicente Romero, entre muchos otros, en una historia sobre los rescoldos de una época de prosperidad donde lo poco que queda es devorado por unos pocos individuos sedientos de avaricia, espejo de un país roto.

  1. AYER NO TERMINA NUNCA (Isabel Coixet, 2013)

Aportación siempre personal de Isabel Coixet a la memoria de la crisis española, esta película que aquí reseñamos en su momento es más una reflexión sobre los efectos de la crisis en sus ciudadanos que un relato sobre la pérdida de lo material, más una maraña de pensamientos hilvanados en sucesiones de días que una historia sobre la narración de la crisis. Javier Cámara y Candela Peña, siempre imperdibles, nos ofrecen el relato de una pareja que ha vivido demasiado en muy poco tiempo y que ha tenido que enfrentar sucesos demasiado cruentos en un tiempo social también demasiado cruento. Quizá en ocasiones lenta para el público general, pero también reflexiva para espectadores más asiduos a Coixet, esta película es un canto a las pérdidas de la vida en un momento en que perdimos demasiado como país.

  1. HERMOSA JUVENTUD (Jaime Rosales, 2014)

Hermosa juventud narra la historia de Natalia y Carlos, una pareja joven de un barrio cualquiera de España, que vive su día a día entre la precariedad, la falta de empleo y su tiempo libre en el parque frente a sus casas. Si la crisis, de alguna forma u otra, nos golpeó a todos por igual, los jóvenes fueron los más afectados. El paro estructural se cebó especialmente con una población que llenaba las grandes ciudades, a la que le habían prometido el mundo y descubrieron que tenían que marchar de un país exhausto para buscarse la vida o sobrevivir de forma precaria en casa de sus familias con profesiones todavía más precarias. Jaime Rosales, acostumbrados como nos tiene a obras que rompen nuestros moldes, nos regaló en 2014 una película protagonizada por Ingrid García-Jonsson y Carlos Rodríguez que narra la historia de dos jóvenes, dos más de los muchos que habitaban España en aquella época, dos jóvenes sin trabajo, sin esperanza y sin futuro que un día se dieron de bruces con una realidad que nunca pidieron y que tuvieron necesariamente que entender. Pese a un cierto grado de lentitud que se le puede achacar a la película, es en los pequeños detalles que pueblan esta película donde hemos de fijar el foco y observar cómo las rutinas devastadoras del día a día son, a su vez, el fracaso de todo un sistema.

  1. TECHO Y COMIDA (Juan Miguel del Castillo, 2015)

La crisis económica fueron los años de la pobreza y la desolación, del paro, de los préstamos convertidos en grilletes y de grandes excesos que rescataron a los bancos, pero abandonaron a las personas, decisión terrible que se vio reflejada en los desahucios que, desgraciadamente, todavía se siguen ejecutando. Techo y comida, protagonizada por una devastadora Natalia de Molina, sigue la historia de Rocío y su hijo de ocho años en Jerez de la Frontera, Cádiz, una de las zonas más económicamente devastadas del país. En paro, con una deuda del alquiler, viviendo de sus vecinos o la caridad, Rocío se enfrente a un pronto desahucio mientras lucha por sacar adelante a su hijo. La cara más devastadora de la crisis en un rostro que emerge de la pobreza para regalarnos una interpretación que, lamentablemente, es real y cruda para muchas personas en España incluso hoy en día.

  1. EL REY TUERTO (Marc Crehuet, 2016)

Barcelona, años de la crisis, las protestas y las manifestaciones. Dos amigas se reencuentran tras varios años separadas y deciden organizar una cena con sus respectivas parejas. David (Alain Hernández), antidisturbios, es marido de Lidia (Betsy Túrnez), mientras que Ignasi (Miki Esparbé), novio de Sandra (Ruth Llopis), hastiado del sistema y protagonista de múltiples manifestaciones, ha perdido un ojo a manos de un antidisturbios en la última manifestación. La cena no promete ser demasiado amena y la noche acaba de empezar. El rey tuerto está basada en la misma obra teatral homónima del mismo director y traslada a la pantalla lo que se vio en los escenarios y, de estos, lo que hervía en las calles de todo el país. Si algo se le puede achacar a la película es su formato teatral, pero el mensaje transgresor, sus interpretaciones excesivas y sus ágiles diálogos corrosivos que cierran un final brillante hacen de El rey tuerto una referencia para entender una cara también demasiado cruda de la crisis económica.

  1. LA GRIETA (Irene Yagüe, Alberto García Ortiz, 2017)

Si Techo y comida es el relato ficticio de un desahucio, La grieta es el relato documentado del drama real de los desahucios. Las vidas de varias personas con rostro y apellidos se cruzan en este breve documental que enseña la cara más cruda y despiadada de un sistema económico especulador que se levanta sobre las esperanzas, sueños y pesadillas de muchas familias que, desgraciadamente, se han quedado en la cuneta. La grieta, sin embargo, no es sólo eso, sino también la historia de cómo la organización de las personas es capaz de mirar más allá del egoísmo de las empresas, la administración y los bancos y la historia sobre la capacidad de tender puentes que construyan una forma más humana de vivir.

Javier Alpáñez

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