El próximo 5 de noviembre podremos ver en todos los cines de España la próxima película de Juanjo Giménez y que responde con el título de Tres. Aun así ya ha habido quienes han podido disfrutar de ella en los Festivales de Toronto, Sitges y Venecia, con muy buena acogida por parte del público. Y no es para menos, pues la premisa de la que parte es muy original y nunca antes vista. En palabras de su director: «La película va sobre la desincronía, la desincronía sensorial y emocional de alguien, algo con lo que cualquiera puede sentirse identificado. Básicamente es una exploración de las herramientas básicas del cine, de la imagen y del sonido, y jugar un poco con eso».

Una idea un poco arriesgada que le surgió a raíz de trabajar en la postproducción de sonido para algunos proyectos. «De pasar muchas horas en el estudio, entre 10 y 14 horas, me he llegado a preguntar si realmente el mundo tiene una banda sonora, si los ambientes que estás escuchando en la calle los puedes disociar de los diálogos […] Y dudar incluso de la sincronía, de si el mundo es sincrónico o no, o si eres tú el que está desincrónico».

Y la protagonista de toda esa desincronía no es ni más ni menos que Marta Nieto, quien interpreta a C. una diseñadora de sonido que vive aislada en su trabajo y que, de la noche a la mañana, va a experimentar como su vida está fuera de sincro, es decir, «la percepción que tiene de lo que ve con lo que oye va descuadrada«. Un personaje tan complejo que necesitaba que Marta estuviera al cien por cien y sin despegarse de él ni siquiera después de cada jornada. «Yo no me puedo desentender de este surco emocional cuando voy a casa, porque requeriría hacerlo al día siguiente. Para mí es un proceso de inmersión y tuve que analizar el guion para tener clarísima la estructura y que el personaje supiera cuál era la coherencia emocional (de dónde vengo y adónde voy)».

De hecho, nada más leer el guion tuvo claro que quería hacer ese papel. Al igual que Juanjo. «Marta conoció el proyecto en una fase muy primaria, porque estábamos buscando financiación y yo lo presenté en un foro en Galicia en el Festival de Cannes y, por casualidad, ella estaba en la audiencia y se interesó por el proyecto y cuando hicimos casting para su personaje la tuve en cuenta. Pero desde el primer momento yo tenía claro que ella era el personaje, porque venía con el personaje dentro, prácticamente». En cambio, para elegir a su compañero de ficción, Juanjo pensó en Miki Esparbé, con quien ya había trabajado en el cortometraje Ascenso (que curiosamente se estrena el mismo día que Tres), e incluso escribió el papel para que él lo interpretara. Su personaje, Iván, es uno de los jefes de C. y «su cómplice dentro de esa locura que vive ella. Es su apoyo. Ante todo la admira profesionalmente, pero luego también a nivel afectivo, porque le gusta más allá de cómo trabaja. Y lo que le pasa a ella con el sonido es la excusa para acercarles y encontrar un punto de conexión que en otro contexto no se hubiera dado».

Y tanto Juanjo, como Marta y Miki confiesan que el mayor reto al que se han enfrentado dentro de la película es esa desincronización, que tan locos ha vuelto no solo a los personajes sino también al resto del equipo. En palabras del director: «Hubo momentos bastante pesadillescos, sobre todo la parte desincrónica en la que estábamos en manos u oídos de Marta. Porque ella debía imaginar ese síndrome que inventamos nosotros, un síndrome real pero en este caso ficcionado. Y había momentos en los que debíamos entrar todos en esa propuesta tan marciana que nos habíamos inventado. Es decir, estábamos en un mundo sonoro que no correspondía a la imagen que estábamos filmando. Los actores a veces están acostumbrados a trabajar con cromas y es más fácil que se imaginen que están luchando con un dragón a que viajen en el tiempo sonoramente, que es lo que pedíamos en la peli».

Por su parte, Marta nos cuenta que, al contrario que otros personajes a los que había interpretado, para prepararse este papel tuvo que utilizar principalmente su imaginación puesto que no tenía ninguna referencia real y se ha convertido en el trabajo que más esfuerzo le ha supuesto. «El único sitio donde yo me sentía a salvo era mi imaginación, sabiendo que lo que yo me imaginaba no era lo que luego el espectador iba a oír, porque el diseñador de sonido ha hecho un trabajo a posteriori con todas sus emociones, su luz y su lucidez. Pero claro, lo que yo me imaginaba solo lo sabía yo, así que he hecho un trabajo muy intenso».

En cuanto a anécdotas, Esparbé destaca: «Hay una escena como de comedia romántica en la que Marta y yo aparecemos juntos. Claro, para que Marta tuviese una referencia de esa escena yo grabé el sonido antes para ponérselo a ella. Pero lo más curioso es que esa escena empieza en un bar y termina en otro lugar que no voy a decir para no hacer spoiler, y entre medias hay un camino largo. Entonces, mientras los dos locales se grabaron en Galicia, los exteriores de la calle fueron en Barcelona. Así que imagínate».

Ambos actores también se han sumergido en la dirección de cortometrajes. Tras dirigir Cariño en el año 2017, junto a Ricardo Gómez, Miki expresa su deseo de continuar contando historias: «Yo siempre lo hago desde el respeto absoluto y desde la admiración máxima al sector y con mucha curiosidad, y la verdad es que me encanta y me lo paso muy bien. Para mí también es una forma de conocer mejor el trabajo que hago como actor y conocer la industria desde otro prisma y desde otra perspectiva, que creo que no hace más que sumar. Ojalá el día de mañana salgan proyectos más largos». Por su parte, Marta acaba de terminar el rodaje de Son, que estrenará el próximo año. Además, para ella es muy importante que se empiece a reconocer el trabajo de todas aquellas mujeres que trabajan en la industria. «El hecho de que chavalas pongan el telediario y vean que han estado ganando en Venecia o en Cannes mujeres tanto en guion como en dirección ya es un cambio. Ojalá dure. Porque lo importante es que las películas que hacen se ven, inspiran y sus discursos son valiosísimos. […] A mí lo que me gustaría sería participar de manera activa en ese cine que me gusta consumir y hacer como actriz. Y me parece que asumir la responsabilidad de ocupar el 50% de la industria es lo que, con toda mi humildad, quiero hacer. Y me parece que el feminismo que a mí me mueve tiene que ver con la proactividad, la unión, la sororidad y la humildad».

Ya para terminar, les pedimos que intenten convencer al público para acudir a las salas el próximo 5 de noviembre a ver Tres. Según Juanjo: «Es una película muy original. No se ha visto nada igual antes. Y luego es una película que toca muchos géneros: drama intimista, romance, thriller, acción, accidentes de coches, superhéroes, y el final es espectacular». Y Miki termina añadiendo: «Es muy poco complaciente con ella misma y trata de romper los clichés todo el rato siendo cero pretenciosa. Es muy cercana aunque hable de una premisa muy marciana. Y por todo esto la gente tiene que ir a verla. Estoy seguro que no va a dejar a nadie indiferente».

Lucía Ruiz