El Palomitrón

Tu espacio de cine y series españolas

2021 ARTÍCULOS DESTACADOS ENTREVISTAS REDACTORES REVIEWS SERIES

HISTORIAS PARA NO DORMIR: ENTREVISTAMOS A SUS CUATRO DIRECTORES

Historias para no dormir es hoy en día uno de esos clásicos de la televisión española equiparables a Verano Azul, Curro Jiménez o La Huella del crimen, series todas ellas con el sello incomparable del tiempo que ha acabado por barnizarlas de esa pátina dorada de los clásicos imperecederos. La serie que nos ocupa fue dirigida y realizada por Chicho Ibáñez Serrador, titán de la televisión y del terror patrio que dio únicamente dos películas y un ingente trabajo técnico que todavía hoy día sigue generando fascinación. 29 es el número total de capítulos que componen la serie original de Historias para no dormir de 1966 a 1982, junto con la entrega en 2005 de Películas para no dormir, revival de la serie que reunió a los mejores nombres de directores españoles tales como Álex de la Iglesia, Paco Plaza o el mismísimo Chicho Ibáñez Serrador para recuperar un clásico que se niega a morir.

Este 2021, Amazon Estudios, junto con la colaboración de Televisión Española y Paramount Networks, han vuelto a revivir la mítica serie de Ibáñez Serrador para regalarnos cuatro capítulos que se presentan en primicia en el Festival de Sitges. De los cuatro directores que se sientan tras las cámaras, sólo uno de ellos, Paco Plaza, repite en el revival de la serie tras haber participado de la anterior Películas para no dormir. Los otros tres nombres, Rodrigo Cortés, Rodrigo Sorogoyen y Paula Ortiz, debutan tras las cámaras de una serie que regresa, esperemos, para no volver a desaparecer. Imitando los créditos originales con su particular grito en la noche y la puerta entreabierta, los tres directores y la directora de estos cuatro episodios nos regalan una experiencia que no dejará a nadie indiferente.

Cuando son preguntados por el interés que pusieron en la renovación de este proyecto, Paco Plaza toma la batuta en nombre de los cuatro directores en una entrevista sostenida este fin de semana en Sitges: «A mí lo que me interesó fue homenajear la figura de Chicho. Una cosa que ha dicho Rodrigo, que se la copio, es que era una forma de devolver parte del regalo, del legado que nos dio Chicho cuando él, de una manera, ha sido nuestro prescriptor en el mundo del terror. De su mano accedimos a ver los grandes clásicos de la Universal, de la Hammer, algún fantaterror español también… De alguna forma, era una manera de darle las gracias».

Cuatro son los capítulos que nos entrega esta nueva remesa de Historias para no dormir: La Broma se levanta como un thriller puro donde el terror está en los otros que teóricamente conocemos, El Doble nos lleva a los aspectos oníricos y de ciencia ficción del terror, Freddy encarna el horror más puro de todos los cuatro capítulos y, finalmente, El Asfalto nos retrotrae al terror más cotidiano y diario. Al ser preguntados sobre si Historias para no dormir es un género de géneros, Rodrigo Sorogoyen responde: «Todo a lo mejor es muy arriesgado, pero cabe muchísimo». Paula Ortiz complementa la visión de su compañero: «Yo creo que el terror, como experiencia profundamente humana y fundacional es poliédrica». Rodrigo Cortés, finalmente, se encarga de cerrar la respuesta: «Además, el fantástico es un género enormemente elástico, así que permite mucha más flexibilidad».

Empezamos nuestra particular visión de los distintos capítulos con La broma, dirigida por Rodrigo Cortés. Alberto (Eduard Fernández) es un peso pesado en su empresa y un desagradable bromista. A su cargo trabaja Javier (Raúl Arévalo), quien una noche acude a cenar con su jefe y su esposa (Nathalie Poza), la Marquesita, a su casa. A partir de esa noche, nada volverá a ser igual para los tres. A pesar de que un Alberto irritante y cínico, un Javier comedido y la lánguida y controladora Marquesita tienen personalidades perfectamente dibujadas desde el inicio de la trama, a medida que esta se desmadeje veremos cómo las circunstancias que encara cada uno los transforman hasta el punto de volverlos irreconocibles, y es que esta es una historia de personajes donde importa mucho más el magnetismo de todos ellos y sus múltiples caras que una historia que, aún y así, no deja indiferente. La broma es un episodio de personajes interpretados por dos actores y una actriz sublimes, como no podía ser menos, que levantan toda una trama que nos regala momentos de tensión que merecen un marco propio dentro de todo el episodio. La espera frente al tren o la conversación en el sofá con el teléfono móvil son sólo dos de los muchos momentos de este capítulo que gana en enteros a medida que crece su visionado. Quizá el terror no está aquí tan presente y se diluye en la cotidianeidad, pero Cortés consigue grabar una historia compacta y fuerte que nos deja sin aliento hasta el momento final.

Le preguntamos al director qué cree que es terrorífico de no conocer al otro y hasta qué punto somos capaces de conocer a ese otro, aunque duerma con nosotros cada noche. «Yo creo que el miedo es siempre desconocer, miedo a lo que no conoces, a lo que no controlas, a lo que no sabes y, por lo tanto, es el miedo a la oscuridad. Tienes miedo, ese miedo que tienes todos los días a no controlarlo todo».

El doble es el capítulo dirigido por el aclamado director de El Reino y Antidisturbios, Rodrigo Sorogoyen, uno de los nombres más importantes del cine español actual y quien nos regala el episodio, quizá, más inquietante de todos no tanto por su propuesta argumental, sino por su pericia técnica y la capacidad de construir y deconstruir una historia que encuentra su anclaje en aquello que se percibe, pero no se cuenta. El capítulo narra la historia de un futuro medianamente cercano donde la compra de dobles a un módico precio y su uso diario se encuentran perfectamente normalizados en sociedad, una costumbre cuyas consecuencias personales para los compradores son inabarcables e inesperadas. Algo así es lo que le ocurre al personaje de Dani (David Verdaguer), cuya relación con su novia (Vicky Luengo) se pone en entredicho en el momento en que se introduce un doble en la relación entre ambos para, paradójicamente, ayudar a sostener su relación. La propuesta de Sorogoyen, como hemos dicho, es, quizá, la más inquietante de todas por la sensación de irrealidad que destila todo el capítulo y que la acercan en ocasiones al cine más surrealista de Lynch (ojo al cambio de color de pelo de la protagonista) o a los capítulos sutilmente salvajes de Black Mirror. Las dudas que nos lanza constantemente su guion aromatizan un capítulo que, más cercano a la ciencia ficción que a la realidad cotidiana del horror, consiguen transmitir esa sensación de desasosiego que impregnaba las historias originales de la mítica serie de televisión.

Le preguntamos a Sorogoyen sobre el concepto del doble. “Precisamente El Doble trata sobre El otro. ¿Qué aterra sobre el otro o encontrarte tu otro yo?” «Fíjate, puede que eso sea más interesante, pero a mí lo que me interesaba no es que yo tuviera otro yo, sino que la otra persona tuviera otro yo. Es decir, es su otro yo. Me he fijado en ese terror para construir El Doble».

Paco Plaza, director de las recientes La abuela y Quien a hierro mata, y otro de los grandes nombres españoles del horror ibérico, dirige uno de los cuatro episodios que nos ocupan. Nos resulta especialmente curioso que su nombre vuelva a aparecer en un revival de Historias para no dormir y que el nombre del capítulo dirigido por él, Freddy, sea también el título de uno de los capítulos originales de la serie. En un trabajo de metacine, el director valenciano dirige un episodio donde se narra el rodaje del capítulo original de título homónimo de 1982, pero también nos introduce a Chicho Ibáñez Serrador como un personaje más de la trama en un ejercicio de virguería cinematográfica que acaba resultando ser, con diferencia, el episodio más terrorífico de toda la entrega. André (Miki Esparbé) es un cómico sin gracia que participa del rodaje de una película a manos del gran Chicho Ibáñez Serrador. Asustado por verse en el paro ante la rigidez de su interpretación, el director le regala un muñeco de ventrílocuo para despertar en él la chispa que necesita, pero pronto el muñeco cobrará vida y revelará quién es quien realmente lleva a quién. Freddy es, en pocas palabras y, por decirlo de forma directa, terrorífico. Es el episodio más terrorífico de los cuatro que nos ocupan y la mano de Paco Plaza para el género del horror brilla aquí con toda su intensidad, con toda su visceralidad y toda su ambición para regalarnos un episodio que desborda el propio terror y se convierte en una alegoría moral sobre el precio de la fama y el descenso a los infiernos buscando la perfección.

«¿Pero es terror o es comedia?», pregunta Rodrigo Sorogoyen, a lo que responde Paco Plaza: «Es comedia terrorífica». Necesario es comprender el grandísimo carisma del personaje hipnótico del muñeco de ventrílocuo, quien devora una pantalla que se le queda pequeña y que vuelve a regalarnos un disfrute del mal por el mal sin necesidad de relativismos ni justificaciones morales. Cuando le preguntamos al director sobre el muñeco y el porqué de esa incomodidad que nos genera, nos responde: «Lo que pienso es que el muñeco, especialmente en el género de terror, nos sirve como proyección del inconsciente, el proyectar lo que tú no te admites a ti mismo. Yo creo que los ventrílocuos los utilizan mucho para decir las cosas más políticamente incorrectas. Creo que sirve de parapeto para eliminar las barreras que socialmente ponemos cuando nos comunicamos y poder ser libres. O sea, de alguna forma es crear un alter ego a través del cual poder sublimar tus pasiones».

Cerramos esta tanda de cuatro capítulos con El asfalto, dirigido por Paula Ortiz, directora, junto a Sorogoyen, de uno de los capítulos de En casa y La novia. A diferencia de los anteriores dos capítulos, el único capítulo dirigido por una mujer nos acerca, quizá, a un horror más cotidiano como es el primer episodio de todos, La broma. Sin embargo, mientras que el capítulo de Cortés mantiene el pulso de la realidad, el de Sorogoyen entra en la ciencia ficción y Paco Plaza nos lleva al terror más descarnado, Paula Ortiz firma un episodio de horror cotidiano que introduce lo fantástico y lo absurdo en nuestra realidad diaria. Baldo (Dani Rovira) sale un día a realizar su trabajo de rider cuando su bici queda hundida suavemente en el asfalto. Cuando quiere entender este fenómeno inexplicable, se apea de su bici, pero sus pies quedan entonces atrapados en un cemento que amenaza con devorarlo plenamente si no le pone remedio. Este capítulo, como hemos dicho, es quizá el más real de todos los cuatro, no sólo por su propuesta plenamente urbana, sino por su concepción agónica de los acontecimientos que empujan al personaje de Dani Rovira a la desesperación ante la pasividad de una sociedad que tiene múltiples formas distintas de indiferencia y de hipocresía. El capítulo dirigido por Paula Ortiz es el más crítico de todos los cuatro y, por ello, el que más lecturas ofrece, a pesar de que el horror se torne en desesperación.

Le preguntamos a la directora cómo lo cotidiano puede llegar a volverse terrorífico, bajo qué circunstancias el escenario de nuestras ciudades y nuestro día a día esconde el horror. «Porque creo que la vida, en lo más cotidiano, es impredecible y siempre es implacable. En el fondo es caótica, no tiene orden, no tiene aviso. La cotidianeidad es así de aterradora. Puedes morir en cualquier momento. Sí, es un pensamiento que, de la misma manera que apartamos, necesitamos vivir de la ficción para, bueno, experimentar y prepararnos de alguna manera hacia las posibilidades de muerte. Lo que no te deja dormir es la incertidumbre y el caos y eso es cotidiano. Más cotidiano, imposible».

Historias para no dormir regresará pronto a nuestras pantallas con cuatro capítulos que prometen reavivar un clásico imperecedero en nuestra televisión. En pocas semanas podremos ver el trabajo tan personal de estos cuatro directores que vuelven a filmar un material redondo que esperemos tenga una segunda tanda.

Javier Alpáñez

¡No olvides dejar aquí tu comentario!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.