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RODRIGO SOROGOYEN EN 8 CLAVES

Rodrigo Sorogoyen se ha convertido en uno de los directores más importantes de nuestro horizonte en la gran pantalla. Su reciente serie Antidisturbios (2020) no sólo lo ha confirmado como una de las voces más atronadoras de nuestra panorámica cinematográfica actual, sino que ha consolidado el talento de un director de películas tan combativas en su forma como en su fondo como son Que Dios nos perdone (2016) o El Reino (2018), ejemplos recientes de la calidad del séptimo arte en nuestro país.

A través de las siguientes líneas pretendemos enfocar a una de las voces de más calidad en el arte de narrar historias en la gran pantalla y lo haremos a través de los distintos puntos siguientes:

1. ORÍGENES

Rodrigo Sorogoyen del Amo nace en Madrid en 1981. Licenciado en Historia por la Universidad Complutense, Sorogoyen añadirá a su carta de presentación su paso por la ECAM (Escuela de Cinematografía de la Comunidad de Madrid). Sus inicios tras la pantalla son más bien discretos con la firma de guiones de algunos capítulos de la serie de televisión Manolo & Benito hasta que en 2008 firma su primera película como guionista y codirector junto con Peris Romano, 8 citas.

Durante los próximos años Sorogoyen firmará como Ruy Sorogoyen la dirección de capítulos de algunas de nuestras series clásicas de las últimas décadas como Impares (2008-2010), Impares Premium (2010-2011), Vida loca (2011) y La pecera de Eva (2010-2011), al tiempo que funda su propia productora en 2010, Caballo Films.

2. STOCKHOLM, PRIMER GRAN PEQUEÑO TRIUNFO

Y tan pequeño, pero a la vez inmenso. Financiada con la ayuda de amigos, familiares y tras una campaña de crowfunding y codirigida junto a Borja Soler, Stockholm (2013) pone el nombre del director en la palestra pública con una película tierna, sencilla y, a su vez, sorpresivamente desgarradora. Javier Pereira, compañero de piso del director en aquel momento, se convierte en el protagonista de la película junto al otro gran protagonismo encarnado en una de las actrices más poliédricas de nuestra cinematografía patria, Aura Garrido.

No sólo comparten protagonismo actor y actriz y ambos directores, sino que el guion lo firma quien a partir de ahora será su compañera a la hora de pergeñar cada uno de los guiones de las obras que vendrán después, Isabel Peña, antigua compañera en la ECAM.

Rodada en poco más de una semana en el piso que compartían director y actor, Stockholm triunfó a su paso por el Festival de Málaga de 2013 antes de su estreno en las salas y calentó motores para una ceremonia de los Goya de 2014 donde sería nominada a tres cabezones, de los cuales la película se llevaría el de Mejor Actor Revelación por el sublime trabajo de Javier Pereira. Entrevista al equipo, aquí.

3. ISABEL PEÑA

Es imposible hablar de Sorogoyen sin el peso inmenso que Isabel Peña lleva ejerciendo en la construcción de sus trabajos desde Stockholm. Antigua compañera de Sorogoyen en la ECAM, Isabel Peña será la otra firma de unos guiones que destilan una cotidianeidad en diálogos y escenas que ayudan a construir una atmósfera tan opresiva como inquietante a la par que real en cada una de sus películas.

Muchas veces se les ha preguntado a ambos sobre el peso de lo masculino o lo femenino en muchos de sus guiones, pero han declarado en alguna ocasión que realmente no piensan en sus personajes como masculinos o femeninos, sino como personas. Tampoco juzgan ni moralizan; sólo construyen al personaje. Eso quizá explique la tremenda disección psicológica que esculpen a cada una de sus creaciones a pesar de que han reconocido últimamente que cada vez les gusta menos tener referentes de otras obras para no dejarse “contaminar”. Como hecho a destacar en alguna entrevista, su único referente al escribir los guiones son actores o actrices que admiran y con los que han trabajado ya. El personaje, pues, acaba devorando inexorablemente al actor.

4. FOTÓGRAFO DEL SISTEMA: QUE DIOS NOS PERDONE Y EL REINO

Después de dirigir un corto y varios episodios de series de televisión tras el éxito de Stockholm, Sorogoyen regresa en 2016 con Que dios nos perdone, la cinta que, junto al estreno en 2018 de la posterior El Reino, consolida al director como una de las voces más rabiosas de nuestro cine y demuestra que el thriller es el terreno donde el director más cómodo trabaja.

La idea inicial de la primera película surgió a raíz de la visita del Papa a Madrid en 2011, pero también bebe, como ambos guionistas declararon, de la película El estrangulador de Boston (Richard Fleischer, 1968), mientras que El Reino, por otro lado, debe su existencia a la película Todos los hombres del presidente (Alan J. Pakula, 1976).

Si Que dios nos perdone volvió a reventar la ceremonia de los Goya con seis nominaciones de las cuales Roberto Álamo levantó la estatuilla al Mejor Actor Protagonista, su siguiente película fue nominada a un total de trece estatuillas en los Goya de 2019. Peña y Sorogoyen se llevaron el premio al Mejor Guión Original, Antonio de la Torre y Luis Zahera fueron galardonados con los Goya al Mejor Actor Protagonista y Mejor Actor de Reparto, respectivamente; el director se llevó el Goya a Mejor Dirección y los Goya al Mejor Montaje, Sonido y Música original certificaron un trabajo inmenso que demostraba que Sorogoyen se había convertido en el mejor cronista de la realidad española, una realidad lamentablemente emponzoñada de cloacas, abuso policial, corrupción y la degradación entera de un país que podríamos llegar a ver en todo su esplendor este 2020.

5. ROSTROS CONOCIDOS

Trazar un mapa de todos los actores y actrices que han participado con Rodrigo Sorogoyen significa la infinita sucesión de hilos trazados entre todos sus trabajos hasta conformar un vasto panorama de muchas de las mejores caras de la interpretación en España.

Raúl Arévalo, posterior rostro de uno de los antidisturbios de la serie homónima, trabajó por primera vez con el director en 8 citas, de donde surgió también Marta Nieto, protagonista del corto y posterior película con el mismo nombre, Madre (2017 y 2019).

Javier Pereira no sólo fue protagonista en Stockholm (2013), sino que lo fue de forma indirecta en la posterior Que Dios nos perdone (2016), donde dos magníficos Roberto Álamo y Antonio de la Torre bordarían sus papeles, pero también alimentarían futuros rostros de personajes. Antonio de la Torre sería el protagonista absoluto de El Reino, una película totémica alrededor de un personaje total cuya esposa en la ficción sería interpretada por Mónica López, policía en Que Dios nos perdone y eje esencial de la ficción de la posterior Antidisturbios. Roberto Álamo volvería bajo la batuta de Sorogoyen poniendo cara a otro de los antidisturbios de la serie.

No sólo los actores de roles protagonistas repiten con Sorogoyen. Luis Zahera ya estuvo en la película de 2016 cuando personificó a un personaje de mayor calado si cabe en El Reino, papel que le llevaría a levantar el cabezón en aquella ceremonia de los Goya de la que ya hemos hablado. Raúl Prieto, también policía en la misma película, se convertiría en marido de Marta Nieto en Madre y volvería al furgón como uno más de los antidisturbios en la serie posterior.

Antidisturbios (2020) finalmente consigue recoger a muchos de los actores y actrices con los que Sorogoyen se había sentido cómodo trabajando y entroniza como actriz protagonista a Vicky Luengo, con la que el director había trabajado en La Pecera de Eva. Recupera, a su vez, un papel comedido para el actor Paco Revilla, que repite por tercera vez tras El reino y Que Dios nos perdone.

6. MADRE Y ANTIDISTURBIOS, COLOFONES DE UNA CARRERA

En 2019 Madre sorprendió a propios y extraños con la historia alargada del corto del mismo nombre de 2017. Inspirado por una historia que escuchó realmente de boca de alguien, Sorogoyen se lanzó a rodar un corto que abre en canal a cualquiera que se atreva en su visionado, pero su alargada experiencia dos años más tarde en pantalla grande inspirada esta vez en la película Un soplo en el corazón (Louis Malle, 1971) fue recibida con tibieza y frialdad en España, donde apenas rozó los Goya.

Madre no supone el thriller al cual Sorogoyen nos tenía acostumbrados, pero sí se convierte en el colofón final de ese tándem Peña/Sorogoyen al hundirnos definitivamente en el pozo emocional que habían estado excavando con todos sus personajes durante todos los trabajos anteriores. La adrenalina no se respira en la pantalla porque la lleva dentro Marta Nieto en un personaje roto que no encuentra fondo. La película no versa sobre la historia de una madre, sino sobre la historia de una desesperación que no sabe encontrar su límite, lo que certifica asimismo el límite de lo humano. Madre no es un viaje al interior nocturno de la España contemporánea, sino al interior de cada uno de nosotros y eso, efectivamente, se acabó convirtiendo en el trabajo psicológico más logrado hasta entonces por parte de ambos guionistas.

Un año más tarde y en plena pandemia, Sorogoyen revienta sus propias expectativas. Antidisturbios (2020) nos demuestra la capacidad del director para hacer buen cine, pero esta vez en formato serial; confirma a Movistar + como la mayor constructora de historias diversas con la firma de lo mejorcito de este país (Mariano Barroso, Alberto Rodríguez, Leticia Dolera, Sorogoyen, Amenábar…) y supone el segundo gran colofón del tándem antes citado. Si Madre (2019) refleja la profunda introspección psicológica de los guionistas, Antidisturbios (2020) confirma el talento de ambos para adentrarnos en lo peor de este país. Cuando creímos que no podrían llegar más lejos con El Reino, Antidisturbios sorprende, y mucho.

7. DETRÁS DE LAS CÁMARAS

Para entender el lenguaje del cine en Sorogoyen no hemos de entender su fotografía, sino sus historias. Siendo el personaje el eje central de estas (Aura Garrido y Javier Pereira en Stockholm, Antonio de la Torre en El Reino, Marta Nieto en Madre, por ejemplo), la forma de rodar que tiene Sorogoyen es un viaje al interior de cada uno de estos personajes alrededor de los cuales bailan todos los demás. La cámara no es un mero instrumento para rodar, sino una puerta al interior de los personajes.

Tomando como muestra su último trabajo, Antidisturbios (2020) se inicia con un montaje dinámico donde la cámara sigue a la acción, mientras que dicha acción son los personajes. Ya en el primer capítulo Sorogoyen nos mete en ese desahucio y nos hace sentir la opresión de sus antidisturbios con una cámara que hace de ojos de estos, mientras que la fuerza que toma el personaje de Vicky Luengo a medida que avanzan los capítulos nos lleva poco a poco a un montaje más pausado que refleja la tenacidad y la constancia de esta hasta hacerse la dueña absoluta de la ficción.

Madre se inicia con un plano general de la playa donde desapareció el hijo, pero lo que al principio es una figura perdida en la inmensidad de un espacio abierto donde todos son rostros extraños poco a poco nos lleva con el avance de la película hasta el intimismo con primeros y primerísimos planos que nos recuerdan que la protagonista, por fin, se reconcilia con la vida. Primerísimos planos similares al final de El Reino donde Bárbara Lennie y Antonio de la Torre sostienen un exquisito tour de forcé lingüístico con una cámara cada vez más focalizada en sus rostros sostenidos por una agresividad in crescendo.

No sólo Sorogoyen utiliza sus planos para entender a sus protagonistas, sino también el propio juego de luces y sombras. No por nada Stockholm contiene una primera mitad de la película bañada en las sombras de la ciudad de Madrid, pero de un lenguaje intimista entre ambos personajes hasta desembocar en su segundo mitad en una mañana clara y luminosa poblada de blancos donde, paradójicamente, emerge la oscuridad de ambos. Al final de El Reino, Antonio de la Torre hace un viaje en coche a una oscuridad no sólo tangencial, sino también simbólica para representar el demente viaje que su personaje realiza y del cual jamás regresará.

8. LA RAÍZ DE TODO

Isabel Peña y Rodrigo Sorogoyen han expuesto en varias entrevistas su visión de una realidad política que en los últimos años ha estado en constante cambio. Entre 2010 y 2020 España ha descubierto sus peores fantasmas debajo de las alfombras y ellos han sido los que mejor han sabido capitalizar en la ficción todo este caudal de terremotos políticos que han hecho crujir los cimientos de nuestra realidad. En sus trabajos se mezclan en un gran lienzo a partes iguales la corrupción, la inmigración, el papel de las cloacas del estado en la ordenación de la realidad, la policía o la crítica a la jerarquía política, pero en lo personal tampoco escapan de las reivindicaciones de la última década empapando a sus personajes con conceptos que permean la pantalla como puede ser el heteropatriarcado o la masculinidad tóxica imperante, ecos que llevamos escuchando desde aquella inicial Stockholm en el papel de Javier Pereira hasta acabar con la rabia de los antidisturbios en las calles.

Sorogoyen, junto a su inestimable compañera guionista Isabel Peña, es plural y diverso y sabe transmitir su talento a través de una carrera cambiante al igual que la propia realidad de un país que ha decidido retratar a golpe de afilado bisturí con trabajos cada vez más personales y sutiles que evidencian la frescura y el talento de un director inmenso al que todavía le quedan muchas historias por contar.

Javier Alpáñez

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