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2020 68 SSIFF ENTREVISTAS REDACTORES SERIES

68 SSIFF: ENTREVISTAMOS AL REPARTO DE ANTIDISTURBIOS

Este viernes 16 podréis disfrutar al completo de Antidisturbios, la apuesta de ficción de Movistar+ este mes de octubre dirigida por Rodrigo Sorogoyen (El reino) con un reparto encabezado por actores como Raúl Arévalo, Roberto Álamo o Vicky Luengo

La serie fue presentada en el marco del Festival de San Sebastián y pudimos entrevistar al director y a la co-creadora de la serie, Isabel Peña, para que nos contaran los secretos del proyecto (podéis recuperar la entrevista aquí), pero también a sus protagonistas: 

Sobre todo a los que no sois «habituales» de Rodrigo Sorogoyen, ¿cómo os llegó el proyecto? 

Patrick Criado: Lo mío fue curioso. Yo estaba en Donosti rodando una serie el año pasado, antes del verano, y un compañero actor me dijo que le ayudara con un casting, que resultó ser la separata de Antidisturbios. Yo le ayudé y dos meses después me llegó la prueba. La hice y al poco tiempo empezamos a ensayar, o sea que a partir de ahí fue un proceso rápido, pero desde que lo leí ayudando a mi compañero hasta que me llegó a mí sí que pasó un tiempo. Me acuerdo que pensé: «Está bien escrita y esto podría hacerlo yo» (risas), pero pensé que buscarían a alguien más mayor, a otro tipo de perfil… y fíjate. 

Hovik Keuchkerian: ¡Las cosas pasan porque tienen que pasar! A mí me llamó Sorogoyen y me habló del proyecto, me dijo que le encantaría contar conmigo y me pasó los dos primeros capítulos. Y ya está. Una historia con mucha menos enjundia, desde luego. 

P. C.: Es que la tuya es una historia de nivel, la mía es del que se arrastra y tal… (risas) 

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Álex García: En mi caso, antes de que me llamaran, unas semanas antes alguien que estaba dentro me dijo: «Voy a estar en este proyecto y la opción que tiene el director en la cabeza eres tú, ¡ojalá salga». O sea, que me alegró un montón pero dije «bueno, bien, pero hay que hacer la prueba». Rodrigo suele tener bastante claro lo que quiere. 

Vicky Luengo: A mí me llamaron para hacer una prueba e hice una primera prueba con Rodrigo que duró 4 horas. Estuve un mes sin saber nada, me llamaron, e hice una segunda prueba que duró otra vez cuatro horas. Ahí ya me dijeron que parecía que «casi sí», pero que no era seguro, entonces un día me mandaron los guiones y comí con Rodrigo para que nos conociéramos mejor. Y ya a las tres horas me dijeron que sí. 

Raúl Arévalo: Lo que me parece maravilloso de este casting es que se ha dado algo mágico y lo entendí al conocer a Vicky: Rodrigo buscaba la esencia del personaje en ella, y por eso lo de querer conocerla tanto aunque no sea algo tan habitual. Porque más allá del talento, buscaba la esencia de cada uno. A mí me decía, por ejemplo, «no me hagas esas caras de duro». Y es normal, ¿para qué me iban a coger a mí, para poner caras de duro y creerse que yo puedo pegar a Hovik, que te coge con el dedo y te hunde? (Risas) Todo basculaba en sacar la esencia del personaje, y a Vicky era a la que menos conocía y justo es el personaje con más aristas de toda la serie, también el más complicado y el más protagonista, evidentemente. La verdad es que yo defiendo totalmente eso de conocerse un poco más para trabajar juntos, yo conozco a Rui desde hace muchos años, pero es que muchas veces pasa que X director coge a X estrella y no funcionan. ¡Claro, si es que se han visto un día para cenar! Normal que al segundo día estén peleándose. Si no quieres hacer un casting, no lo hagas, pero haz al menos una «sesión de trabajo», ¿no? 

Vicky Luengo: Cien por cien de acuerdo con lo que dice Raúl. Para mí, al final, esto no va de que un director se te pone delante y te dice lo que tienes que hacer. Para mí, y creo que también para Sorogoyen, todo es un equipo. Un director y un actor o actriz que generan algo en común. Ni él ha creado a Laia Urquijo ni yo la he creado, lo hemos hecho entre los dos, entre el entendimiento humano. 

Sabemos que Antidisturbios es una serie muy de personajes, pero es inevitable fijarse en todo lo más físico y el realismo que desprenden esas escenas. ¿Cómo preparasteis esa parte del papel?

Roberto Álamo: Tuvimos un entrenamiento de tres semanas con un antidisturbios, Felipe Hita, para que por lo menos cuando nos vieran en pantalla pareciéramos antidisturbios. También, durante el rodaje, estaba Flipe allí para indicarnos qué se podía y qué no se podía hacer, pero siempre de acuerdo con Rui y su estilo de buscar la mayor realidad posible. Con lo cual, allí estaban los dos siempre diciendo si eso parecía verdadero o no. Y yo creo que eso se refleja muchísimo en la pantalla. 

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Hovik Keuchkerian: Sí, eso es, hicimos un «cursillo exprés» con los policías que deciden meterse en la UIP y tres semanas con Felipe Hita. Aprendimos cómo se mueven, en mi caso también de cómo mandar al grupo moverse. La verdad es que creo que se hizo un excelente trabajo con nosotros. Y eso ,más el uniforme y toda la parafernalia ya metidos en faena con manifestantes delante y demás… pues poquito había que hacer. Ya te metías enseguida en el viaje, además luego hicimos una piña muy potente: éramos y somos familia. 

¿Qué ha sido lo más fácil y lo más difícil a la hora de poneros en la piel de vuestros personajes? 

Patrick Criado: Este proceso de instrucción, de entender el funcionamiento de la UIP que a priori puede parecer más complejo la verdad es que se tornó muy sencillo. Más complejo fue desde dónde abordar lo que le pasa a mi personaje que le trastoca la vida entera, porque luego además la trama no va por ahí y tampoco se cuenta… pero yo sí quería contarlo de alguna manera y Rui estaba de acuerdo, queríamos contar cómo le estaba afectando. Y es algo que me gusta mucho, contarlo pero hablando de otras cosas. Manejar eso fue un poco complicado, igual que las secuencias de acción, claro. 

Álex García: Lo más fácil… bueno, lo más fácil es que tenía que salir de mí y eso ya estaba. Lo más difícil a la hora de encontrar a Alexander Parra yo creo que fue transitarlo, aprender a quitármelo cada día y no llevármelo a casa. Recuerdo ver una escena muy violenta del capítulo 2, que algunos decían al verla: «Madre mía, qué barbaridad» y yo pensaba… «No, no, es que tú no has estado ahí» como si fuera una especie de síndrome post traumático (risas). Yo veía la imagen, que mira que es brutal, pero creo que no refleja todo lo que vivimos cuando estábamos allí, es muy fuerte cómo se vive desde dentro. 

Roberto Álamo: En un rodaje con un proyecto así todo es difícil. Encarnar un personaje y hacerlo creíble sin caer en el cliché, buscar la excepcionalidad… siempre es complicado para mí. Pero por otra parte, la facilidad en este caso estaba en que estaba rodeado (yo sé que esto se suele decir siempre, pero es que es así) por compañeros, actores y actrices dispuestos a jugársela. Cuando te encuentras gente así, que quiere llegar al límite, pues eso facilita el hecho de ir a trabajar. 

Hovik Keuchkerian: Lo fácil y lo difícil a la vez, mi personaje Salva básicamente está en un callejón sin salida en su vida: vive en un agobio constante y no puede respirar, y probablemente en el momento más complicado de su vida le cae el marrón que le cae llevándose a uno al «patio de los callados». 

Esta es especialmente para Vicky: ¿Qué aporta tu personaje a una serie (y un mundo) tan, a priori, masculino?

Vicky Luengo:  Yo considero que una de las cosas que querían hacer ISabel y Rodrigo era enfrentar este mundo tan de hombres a una figura femenina. Y te voy a decir una cosa que a lo mejor te da igual, pero ahí va: yo creo que lo que aporta es normalidad. A mí no me parece algo raro, en 2019 la Policía Nacional sacó una nota de prensa diciendo que había 9.500 mujeres, un 12 % del total. Entonces, en esta serie, estoy yo, está Mónica López de Asuntos Internos, Marta Poveda de antidisturbios… por eso, para mí, lo que aporta es normalidad. Me han dicho en alguna entrevista, «ay, esto significa que las mujeres son fuertes!», ¡y claro que lo somos! Igual que los hombres, o igual que hay hombres que no y mujeres que no. En este caso, mi personaje creo que aporta power a la serie. No por mí, sino por la escritura del personaje: sabe lo que quiere, es muy lista, tiene una superioridad moral que la coloca por encima de cosas que no debería… yo me lo he pasado pipa, la verdad. 

¿Ha cambiado en algo vuestra percepción de los antidisturbios después de poneros en su piel? 

Roberto Álamo: En mi caso voy a ser escueto: no ha cambiado porque no tenía ninguna percepción en contra o a favor de los antidisturbios. A veces meten la pata y a veces aciertan, como todo el mundo. A veces tienen errores tremendos, no ya individualmente, sino que el gobierno de turno (sea cual sea) les dice lo que tienen que hacer y… ellos son funcionarios y tienen que ir a parar lo que les digan. A veces es horroroso y a veces es fantástico: En un partido de fútbol con dos bandadas de gentuza matándose a cuchilladas, tú metes a los antidisturbios como un cuchillo en la mantequilla. Y yo lo agradezco, agradezco que haya alguien que intente que esto no pase. La vida no tiene solamente una percepción, allá aquellos y aquellas que solo vean un color de las cosas. Yo creo que de verdad la serie no es maníquea, porque Rodrigo no es nada maníqueo: tú mira la serie y luego saca tus conclusiones, que creo que es una buena norma de vida. 

Álex García: Lo que logra la serie, tanto en mí como espectador como trabajándola, es que veamos que cualquiera tiene una vida, un porqué y un background. Cada uno puede tener los prejuicios que quiera, pero en la serie cada uno de los personajes (y a partir del capítulo 3 ya piensas en todo lo que hay detrás y encima de los antidisturbios) tiene una gama de colores muy amplia. Hay mucho detrás de cada uno de estos seres humanos y esto es un logro de Rui y de la serie. 

Patrick Criado: Sí, totalmente. Yo cuando me enfrenté a esto, como cualquier ser humano, tenía mis prejuicios que se han ido desmontando poco a poco, uno tras otro. Al final es un poquito lo que pretende la serie, conoces a humanos que tienen un trabajo realmente complicado, que respeto, en el cual tienen que lidiar con situaciones que al llegar a casa se han ido cargando como pequeñas mochilas. Y no es fácil lidiar con eso. Se puede tener una opinión de la policía como institución, o del ejército, por ejemplo, pero es diferente cuando estamos hablando del ser humano que hay detrás de ese uniforme. Y esto es lo que contamos en Antidisturbios. 

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Raúl Arévalo: Más que cambiar es matizar. Es decir: aquí hay muchos tópicos, como pasaba con Vicky y «las mujeres fuertes», ¡pues claro que hay mujeres fuertes! ¿Y? ¿Qué pasa? Entonces con esto no es que ahora diga, «ay, pues  mira, ya los he entendido», sino que se entienden unas cosas u otras. Pero no por esa cosa absurda de humanizar como se suele decir. 

Vicky Luengo: Ni blanquear…

Raúl Arévalo: Eso es, ni blanquear. Yo lo que veo es que es un trabajo de mierda, que es herramienta de un estado y de un sistema mundial podrido y corrupto. Esa herramienta tiene que existir, ojalá no existiera, pero si tiene que existir alguien lo tiene que hacer… y no vamos a ser ni tú, ni yo ni mi primo ingeniero. Y a partir de ahí, yo que soy actor y estoy once horas con el traje puesto, que si un figurante me da un golpe, que si otro compañero también, y a la hora número cuatro si tengo la porra pienso en sacarla y reventarle, pienso yo: «Y yo soy antiviolencia y no me he pegado en mi vida…», pues ahora ponte en una situación así como se ponen los antidisturbios. ¿Y qué defienden? Nada, simplemente el mundo de mierda en el que vivimos y son parte del sistema. No es tanto cambiar la percepción de un lado a otro, pero es que no todo es blanco o negro. 

Vicky Luengo: Si me preguntas por prejuicios, yo tengo sobre todo. Hay opiniones sobre todo y yo antes de hacer cualquier proyecto tengo una opinión, pero cuando me pongo a hacerlo intento dejar mi mente en blanco, porque yo no he venido aquí a dar mi opinión. Y en este caso, con esta serie, yo creo que hemos tenido la suerte de que no es una serie que vaya a moralizar ni a ponerse de un lado o de otro, ni a decir si los antidisturbios están bien o están mal. La serie no va de eso, así que no he tenido que ponerme en la posición de juzgar a nadie. Así que el prejuicio que yo haya tenido da un poco igual y no cambia después de hacer la serie. 

¿Y vosotros? ¿Tenéis una opinión formada sobre los antidisturbios? Rodrigo Sorogoyen llega dispuesto a darnos otro punto de vista a partir del día 16 de octubre en Movistar+. 

Silvia Martínez

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Ally McBeal fue la primera serie que vi y el personaje de Robert Downey Jr. del primero que me enamoré. A partir de ahí, periodista, cinéfila, seriéfila y una mezcla entre Bridget Jones y la niña de El exorcista en mis ratos libres. Actualmente, en busca de un pacto con el diablo que me otorgue más años de vida para ver todo lo que me queda... ¡Y poniendo orden a este sarao como buenamente puedo!