ANTIDISTURBIOS: ENTREVISTAMOS A RODRIGO SOROGOYEN E ISABEL PEÑA
El próximo 16 de octubre llega a Movistar+ Antidisturbios, una serie creada por Rodrigo Sorogoyen e Isabel Peña (Que Dios nos perdone, Madre) que nos hace partícipes de lo que ocurre en una brigada de antidisturbios madrileña tras una intervención durante un desahucio.
La serie se presentó al completo en el marco del Festival de San Sebastián y tuvimos la ocasión de charlar con sus dos creadores para que nos contaran los entresijos de su primer proyecto (propio) para televisión.
¿Cómo decidisteis arrancar un proyecto en televisión siendo vosotros tan «de cine»? ¿Habéis echado de menos las dos horas de metraje?
Rodrigo Sorogoyen: No las hemos echado de menos en absoluto, todo lo contrario. Solemos hacer pelis un poquito más largas de lo que deberían ser (risas) y eso siempre nos ha frustrado mucho. En Antidisturbios hemos estado más relajados, sentíamos que teníamos tiempo de sobra. Por ese lado ha sido todo muy tranquilizador.
Isabel Peña: Y muy divertido, además.
R. S.: Y bueno, respondiendo a cómo hemos afrontado el hacer una serie, es cierto que el proceso se ha parecido mucho al de escribir una película: es más largo y sabíamos obviamente que teníamos que pensar en seis principios y seis finales, pero hemos intentado huir de todas las reglas y trucos que suele haber en muchas series que no nos gustan. Entonces, tanto en la escritura como en la planificación de rodaje, la verdad es que ha sido bastante parecido. No hemos notado mucho la diferencia.
Hacéis un tratamiento capitular de los personajes: ¿Es una manera de enriquecer la trama o simplemente ha sido un comodín a la hora de organizar los episodios?
I. P.: La verdad es que lo de llamar a cada capítulo con el nombre de un personaje surgió en montaje. Los personajes son lo más importante de la serie, desde el principio de los tiempos: sabíamos que queríamos hablar sobre los antidisturbios, pero sabíamos que nos importaba mucho más el personaje que la trama. Todo gravita alrededor de ellos, lo que hacen y lo que les pasa es secundario, pero lo importante es por qué ellos toman esas decisiones, por qué reaccionan así y cómo modulan o no modulan en absoluto. Al ser ellos el eje fundamental es muy natural que acaben siendo los protagonistas de cada capítulo.
¿Cómo fue el proceso de casting? ¿Sabíais que iban a ser ellos desde el inicio?
R. S.: De todo un poco. Es verdad que hemos tenido la suerte de que muchas de las caras que nos imaginamos cuando escribimos terminaron siendo las que son.
I. P.: 5 de 7 en concreto, ¿no?
R. S.: Efectivamente. Patrick Criado, por ejemplo, no, porque yo no le controlaba mucho como actor y yo necesito hacer castings al principio si no conozco al actor para ver como trabajamos porque me puede haber gustado mucho en un trabajo pero luego no entendernos entre nosotros. Y no pasa nada, pero por eso es necesario un trabajo previo. Es lo que ocurrió con Patrick, hizo el casting, nos convenció y… bueno, en la serie está espectacular. Pero luego, por ejemplo, Raúl Arévalo, Roberto Álamo o Raúl Prieto son actores que yo ya conocía, se lo propuse y estuvieron encantados. Con el personaje de Laia (Vicky Luengo) sí hubo mucho casting, probamos a muchas chicas posibles y la verdad es que desde el primer casting en el que vi a Vicky pensé que ya la teníamos.
O sea, que en el caso del personaje de Laia teníais claro desde el inicio que iba a ser una mujer, ¿no?
R. S.: Sí, siempre. ¿Te imaginas un hombre ahí? (risas)
I. S.: Uf (risas). Habría sido mucho menos divertido.
Bueno, y que además Vicky Luengo ha resultado un acierto total.
I. S.: Sí, sí, lo de Vicky Luengo es totalmente de otra galaxia. Pero es que es verdad que el choque de Laia Urquijo con Puma 93 ha sido muy divertido y muy interesante de manipular.
Precisamente por lo meticulosa que es la serie, ¿cómo ha sido el proceso de documentación? Porque la verdad es que lo que hemos visto parece prácticamente salido de un telediario.
R. S.: Bueno, supongo que es una de nuestras obsesiones a nivel de guion. No conocemos otra manera de trabajar, aparte de que nos sirve. No es solo cuestión de respeto, sino también un poquito «egoísta»: de repente se llena la trama de anécdotas o de subtramas con las cosas que te cuentan. Por eso el trabajo previo de guion se basó en intentar hablar con los máximos antidisturbios posibles. Nos entrevistamos con cuatro, en días distintos, y nos tomamos los cafés que hicieron falta. Nos contaban cosas, lo apuntábamos todo e intentábamos leer entre líneas: les mirábamos a los ojos y más o menos sabíamos si nos estaban dando la respuesta que querían o la que debían decir. Además también somos muy observadores y nos dábamos cuenta de si en el móvil tenían la foto de sus hijos, y eso ya sabes que te cuenta una cosa (o al menos eso cree nuestra imaginación), veíamos si eran más familiares, menos familiares… Y luego, obviamente, para crear este nivel de realismo y honestidad hemos necesitado una buena ambientación, un director de arte que vaya y vea cómo son las comisarías, que vestuario vea cómo se visten, que los actores también lo vean… De hecho, yo me empeñé muchísimo en que los actores fueran a la comisaría de Moratalaz, porque la vimos y nos fascinó. Fue difícil, porque imagínate cómo fue la entrada de estos seis en comisaría, cada uno con un look imposible (risas), pero claro, nos vino muy bien. Porque ves cómo se toman un café, no les ves en la batalla, pero es que esta serie cuenta más cómo se toman un café los antidisturbios que cómo hacen una carga.
A propósito de las cargas… ¿Consideráis que vivimos en una época en la que quizá las necesidades informativas y la inmediatez nos «roban» parte de la noticia y acabamos por no enterarnos de lo que nos pasa? Por poner un ejemplo: Efectivamente en las noticias vemos las cargas de los antidisturbios, pero muchas veces no vemos ni por qué, ni el antes, ni el después.
R. S.: Sí, rotundo. ¿Podemos hacer otra pregunta más? (risas)
I. P.: (Risas) No, es que es una reflexión muy interesante porque es que es así y es peligrosísimamente así. Y yo creo que, de hecho, vuestro gremio, el del periodismo, lo está sufriendo muchísimo. Ahora las noticias son de 120 caracteres y eso no es información, eso es… no sé, un Big Mac. Es horrible, es algo que engulles y no digieres. Y claro, de rebote nos afecta a nosotros como ciudadanos pero también a nuestro trabajo porque muchas veces… Bueno, me estoy metiendo en un berenjenal, ¿pero por qué no? (Risas) Muchas veces sales del cine y necesitas, en 120 caracteres también, decir lo que te ha parecido la película. Es como que estamos llegando a un punto de mecanización que creo que es muy peligroso, cuando justo la reflexión es lo que nos hace mejores. En la serie hemos intentado justo eso: reflexionar sobre los porqués y las consecuencias.
¡Y hasta aquí nuestra entrevista con Rodrigo Sorogoyen e Isabel Peña! Recordad: Antidisturbios se estrena el próximo 16 de octubre completa en Movistar+.
Silvia Martínez