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CRÍTICA: CHAVALAS

ANTECEDENTES

Carol Rodríguez Colás se estrena en la gran pantalla dirigiendo su ópera prima en su tierra natal. La directora es autora de varios cortometrajes, algunos de ellos han sido nominados a los Premi Gaudí. También ha dirigido y guionizado documentales y series para televisión. Carol, por otro lado es fotógrafa, habiendo expuesto en museos y galerías de Madrid, Barcelona y Euskadi. Siempre ha estado interesada en los temas de índole social. Chavalas, que ya ha arrasado en el Festival de Málaga, es su primer largometraje. Carol Rodríguez es una de las nuevas cineastas catalanas que con su película pasa a formar parte de una nueva generación de jóvenes promesas con nuevas historias que contar muy arraigadas a su ámbito geográfico.

LA PELÍCULA

Para la generación millenial los sueños prometidos durante la infancia y la adolescencia no se han cumplido. Muchos jóvenes en los últimos años han aprendido forzosamente que un amplio bagaje de estudios y el trabajo duro no era garantía para construir una vida. Algunos de ellos, incluso, ante la ausencia de trabajo y aspiraciones se vieron obligados a volver a casa, al lugar dónde se criaron, a buscar un refugio.

Chavalas cuenta la historia de Marta (Vicky Luengo), una joven fotógrafa de Barcelona, que tras ser despedida se ve obligada a regresar al barrio dónde creció, para reencontrarse con su familia y sus amigas de la infancia. El barrio al que regresa es el de El Poblanou en Cornellá, barrio de origen de la directora.

La película es una comedia autobiográfica sobre la importancia de la amistad, pero por otra parte también es una historia de descubrimiento personal. La protagonista comienza la película avergonzándose de sus orígenes, del entorno al que se ha visto abocada a regresar, pero a medida que el metraje avanza observamos una evolución. Aprende a aceptar sus raíces, a reconocer la cultura de su entorno, y emplearla para crear arte y mostrárselo al resto del mundo. Un gesto sincero y alejado de las apariencias que imperan en la gran ciudad.

Chavalas pone en valor los espacios multiculturales de los barrios con una visión alejada del tono oscuro y pesimista habitual de los suburbios de extrarradio. Encontramos algunas situaciones en las que se compara la visión y el modo de vida de la gente de barrio y la gente de ciudad, que, aunque bien son guiños tiernos y familiares, no dejan de ser tópicos algo repetidos. La directora apela en todo momento a la nostalgia del barrio, en ocasiones de manera un tanto artificial. Nos muestra a la típica madre obsesionada con la limpieza, un padre que se hace mayor y deja entrever sus rarezas, o la amiga que siempre fuma porros y bebe cerveza esperándote en un banco del parque.

El desenlace de Chavalas es el de una fábula prototípica. Un final idílico en el que el poder de la amistad se impone sobre todo lo demás y Marta encuentra su hueco entre ambos mundos. Nos encontramos ante una muy digna ópera prima, que pone en valor la amistad femenina, y aunque algo descafeinada, podría enternecer a toda una generación.

ELLOS Y ELLAS

La interpretación más interesante podría ser la Vicky Luengo, que ejecuta un papel al que nos tiene acostumbrados, aunque con ciertos matices. Durante la primera mitad de la película interpreta a aquel personaje más inteligente que el resto que mira a todos los demás por encima del hombro (Antidisturbios). Genera un personaje que no produce ninguna empatía. Produce rechazo y hace que el espectador sitúe su empatía del lado del resto de las chicas (Carolina Yuste, Elisabet Casanovas, Ángela Cervantes). A medida que avanza la historia esto se va transformando.

La intervención del cuarteto protagonista está sobresaliente, a destacar a Carolina Yuste. Por otro lado, Cristina Plazas destaca interpretando a una madre tierna y preocupada. Y la intervención de Jose Mota, el fotógrafo del pueblo, resulta muy adecuada y simpática.

LA SORPRESA

Un momento mágico en el que Ramón (Jose Mota), el fotógrafo, le enseña a Marta (Vicky Luengo) su álbum secreto, y ella parece entenderlo todo.

LA SECUENCIA/EL MOMENTO

Sin duda la escena del cuarteto protagonista cantando y bailando borrachas “Quiero tener tu presencia” de Seguridad Social en el bar de toda la vida.

TE GUSTARÁ SI…

Te apetece una película para pasarlo bien, y… si echas de menos ser un adolescente del barrio

LO MEJOR

  • La frescura de las interpretaciones y la espontaneidad de los diálogos
  • El enorme realismo con el que cuentan las escenas al recrear situaciones familiares

LO PEOR

  • Tiene una estructura de fábula típica
  • En ocasiones se abusa de los tópicos

Pablo Sánchez

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