8 RECOMENDACIONES FEMINISTAS PARA REIVINDICAR EL 8M
Un año más, el 8M vuelve a sacarnos a las calles para reivindicar en el Día Internacional de la Mujer que ciudadanía e instituciones pongan fin a la violencia y desigualdad contra las mujeres. El machismo se combate desde todos los ámbitos de la sociedad, y el apoyo de la industria cultural resulta fundamental para reflejar situaciones cotidianas de discriminación y violencia de género, así como servir de altavoz para quienes luchan por erradicarla. Estas son 8 manifestaciones culturales que nos hablan de la realidad machista que han sufrido las protagonistas de sus historias, con el feminismo como única forma de respuesta posible.
Lorena (Amazon Prime Video) / Abusos sexuales y violencia de género
Fue uno de los sucesos más mediáticos de principios de los 90 que incluso trascendió a la cultura pop. Lorena Bobbitt saltó a la fama por cortar el pene de su marido una noche de junio de 1993. Rápidamente los medios de comunicación convirtieron esta tragedia familiar en su tema estrella durante meses, cubriendo el proceso judicial, formando debates en torno a la vida privada de Lorena y ridiculizándola en programas de humor. Detrás del incidente existía una larga historia de abusos y violencia que Amazon Prime Video ha recuperado en esta docuserie de cuatro episodios.
Lo conocí en un Corpus (Podium Podcast) / Violencia de género
Ana Orantes fue brutalmente asesinada por su marido en diciembre de 1997. Solo un par de semanas antes, acudió a un programa de Canal Sur para denunciar su situación. El asesinato de Ana marcó un antes y un después en la lucha contra la violencia de género para muchos españoles, que hasta entonces no prestaban atención a una lacra que suma más víctimas mortales que el terrorismo en nuestro país.
La periodista Noemí López Trujillo decidió homenajear, 20 años después del crimen, la memoria de Ana en una serie documental en formato podcast en la que, en palabras de la propia autora, efectúa un «ajuste de cuentas con la memoria, un homenaje a sus hijos y un análisis retrospectivo de los avances políticos y sociales en las últimas dos décadas» con una sensibilidad y afecto en el tratamiento ya habitual en los textos periodísticos de López Trujillo.
SMILF (Showtime / Movistar) / Feminismo de clase y maternidad
Bridgette es una madre soltera menor de treinta años. Aunque su expareja está presente en la vida de su hijo Larry, ella es quien soporta la mayor carga económica y de cuidados del menor. Para sobrevivir, da clases particulares a los hijos de una familia rica, cuya madre solo sabe dirigirse con condescendencia a la gente que trabaja para ella.
La diferencia de SMILF respecto a otras series de carácter feminista radica precisamente en la conciencia de clase que impregna las tramas de esta comedia creada, producida y protagonizada por Frankie Shaw. Bridgette suele vestir en chándal, no se alimenta bien, vive con su hijo en un pequeño estudio al sur de Boston y desmonta en cada episodio el ideal de madre ejemplar que nos ha vendido la ficción televisiva durante décadas.
Mi querida cofradía (ESCAC Films / La Zanfoña / Sacromonte Films) / Techos de cristal
La directora y guionista Marta Díaz debutaba en 2018 en el largometraje con una historia muy local basada en un tema universal: la dificultad de las mujeres para acceder a los puestos de responsabilidad. En este caso, el intento de una cofrade por acceder a la presidencia de una hermandad religiosa en Ronda.
La película, nominada a Mejor comedia en los últimos Premios Feroz, critica el machismo imperante en la Semana Santa desde el respeto a las costumbres festivo-religiosas de la tierra que vio nacer a su autora. Actualmente se puede ver a través de diversas plataformas online como Filmin, Movistar o Rakuten.
Dietland (AMC / Amazon Prime Video) / Respuesta violenta y bodyshaming
Emitida en España por Amazon Prime Video, ha sido la primera serie de la cadena americana AMC (The walking dead, Breaking bad) en contar con una protagonista femenina. Plantea un tema que hemos visto varias veces en el cine, pero nunca aplicada a la violencia sistémica contra las mujeres: el planteamiento de la respuesta violenta como única solución posible al patriarcado. Solo encontramos un precedente televisivo: la comedia de Mtv Sweet/Vicious, en la que dos alumnas universitarias agredían a violadores ante la impasibilidad de las autoridades del campus respecto a los crímenes de abuso sexual.
Dietland va un paso más allá: un grupo de mujeres se organizan para cometer actos violentos en respuesta a un sistema que no solo no las protege, sino que atenta directamente sobre ellas. Su protagonista será quien nos guíe en los dilemas éticos y morales que nos surgirán como espectadores ante la deriva violenta de los acontecimientos. Ella, redactora de una revista femenina, siente culpabilidad y vergüenza por su sobrepeso. Cuando conoce a un grupo de mujeres que se ayudan entre ellas para empoderarse, se iniciará en un viaje de redescubrimiento personal que le llevará a tomar decisiones no siempre acertadas.
Al igual que Sweet/Vicious, la serie no pasó de la primera temporada, pero resulta igualmente interesante acercarse a los planteamientos que ambas introducen en sus tramas.
La otra mirada (TVE) / Educación feminista
Mientras nos quejábamos de la poca presencia de historias protagonizadas por mujeres en las producciones españolas de las plataformas de pago, La 1 de TVE emitía la primera temporada de una serie que nos ha regalado cada semana parlamentos feministas en el prime time de la televisión pública.
Centrada en el día a día de una academia de señoritas de los años 20, la ficción ha acercado en cada episodio a los espectadores conceptos básicos del feminismo como la sororidad y el empoderamiento, a la vez que reivindicaba a autoras femeninas de distintas disciplinas artísticas. El tono de la serie es amable y constructivo, recuperando el esplendor de las series de época que tan buenos resultados dieron a la cadena durante la pasada década. Pese a sus tibias audiencias, su buena acogida crítica y su buen hacer como servicio público le han valido para renovar por una segunda temporada, actualmente en fase de rodaje.
Dueñas del show (Alpha Decay) / Representatividad y techos de cristal
La era del peak tv o explosión de la burbuja seriéfila trajo como una de sus consecuencias la aparición de una serie de creadoras de ficción que nos han traído historias que, si bien siempre estuvieron ahí, a los hombres nunca les interesó contar.
No hace tanto que la presencia de la inmensa mayoría de personajes femeninos en televisión se limitaban a orbitar sobre las tramas de un hombre. Autoras como Shonda Rhimes, Lena Dunham o Jill Soloway han colocado a las mujeres como centro de sus historias y han sabido sacar partido narrativo a todas aquellas dificultades a las que ellas mismas se han enfrentado para poder sacar adelante sus series y tener pleno control creativo sin la injerencia de una figura masculina de poder.
De todo ello nos habla la periodista Joy Press en este interesante ensayo que evidencia que, independientemente del origen e influencias de las autoras televisivas, todas han tenido que demostrar su talento y criterio a directivos y críticos televisivos que les miraban con una lupa más amplia que a sus colegas varones.
Hannah Gadsby: Nanette (Netflix) / Sexualidad y abusos sexuales
En poco más de una hora, la cómica australiana Hannah Gadsby consigue revolucionar un género bastante complicado de innovar: el stand up comedy. Lo que de partida puede parecer un monólogo más en el que alguien saca partido de sus desgracias personales para crear un texto humorístico, se convierte en una catarsis tragicómica que lleva a los espectadores a un viaje en el que su sonrisa va helándose hasta acabar completamente pétrea.
Gadsby desmonta algunas ideas preconcebidas sobre la homosexualidad femenina y el feminismo y aprovecha para cuestionar algunos de los referentes culturales del siglo XX a los que la Historia ha perdonado su manifiesta misoginia.
Hasta que el reparto de cuidados, acceso a puestos de responsabilidad, igualdad de oportunidades laborales, fin de la violencia estructural y machismo sean cosa del pasado, defender y promocionar la cultura que saca a relucir las vergüenzas del patriarcado también tiene algo de subversivo.
Fon López
Con feminotas así, se van a hundir en el ostracismo. Suerte.