ANTECEDENTES

En este tercer día del BCN FILM FEST hemos podido disfrutar ya de varias películas españolas que pronto llegarán a las salas del país. En el caso de esta crítica hablamos de una película largamente esperada basada en una novela gráfica española, uno de los géneros literarios que más ha despuntado en nuestro país en la última década. De todos los autores españoles que han crecido en estos años quizás haya uno que mejor ha sabido transmitir la cotidianeidad de la vida y el valor de la memoria histórica. Hablamos de Paco Roca, una de las grandes voces del cómic español actual, una de cuyas mejores obras, La casa, podemos disfrutar estos días en la octava edición del BCN FILM FEST. El director valenciano Alex Montoya (Lucas, Asamblea) es el encargado de traernos a la pantalla esta historia sobre la familia, los recuerdos y la memoria, tres de los grandes temas de Paco Roca.

LA PELÍCULA

Tras la muerte del padre, tres hermanos (Óscar de la Fuente, David Verdaguer y Lorena López) con sus respectivas parejas y algunas hijas se reúnen en la casa de campo de sus progenitores donde su padre vivió sus últimos días. En ese octubre frío, pero soleado, la familia deberá decidir qué hacer con esa casa que tanto significó para su padre, pero tan poco para ellos, mientras afloran recuerdos que les hacen recordar aquellos últimos días que pasaron con el padre.

Había mucha expectación con respecto a la adaptación en pantalla grande del cómic de Paco Roca, pero en cuanto supimos que el encargado de llevarla a cabo iba a ser Álex Montoya, nos pudimos dar cuenta de que el proyecto estaba en buenas manos. Con un plantel actoral capitaneado por David Verdaguer, pero seguido de otros grandes actores y actrices, el proyecto de La casa ha ido creciendo hasta acabar convirtiéndose no sólo en una buena adaptación literaria, sino una muy buena película que ha brillado con luz propia en estos primeros días del festival de cine de Barcelona.

La casa es un producto intimista que se acerca a producciones recientes como Els encantats (Elena Trapé, 2023) o Cinco Lobitos (Alauda Ruíz de Azua, 2022), películas que desde el intimismo y la cercanía a la familia y las raíces despiertan a los personajes momentos que creían dormidos y revuelven el fresco emocional de sus vidas para pintar un nuevo lienzo sobre este. La película es la historia de una familia y de los legados no sólo materiales, sino especialmente emocionales, que nuestros progenitores dejan sobre nosotros como huella indeleble que arrastramos de por vida. Quizás por eso la acogida en el festival ha sido tan cálida, pues la película es un fiel espejo de lo que son las relaciones familiares y la difícil gestión de los recuerdos en el presente, episodios emocionales con los que todos nos podemos ver más o menos reflejados.

Tras su paso por el Festival de Málaga, hemos acogido en Barcelona esta gran película sobre el poder tan inmenso de los vínculos familiares en nuestras vidas, sobre el perdón no hacia los demás, sino incluso hacia nosotros mismos; sobre las decisiones a tomar en la vida y sobre aquellas que nunca tomamos y cuánto nos pesan y, en definitiva, sobre la vida misma. La casa es inmensa y por ello bien merecida de ser disfrutada estos días en el festival y dentro de un tiempo en pantalla grande en toda España. Sólo un caudal tan imaginativo como el de Paco Roca y una maestría para narrar la intimidad de los vínculos y la profundidad de estos como bien hace Montoya podía ser capaz de pergeñar una perla audiovisual de semejante inmensidad.

ELLOS Y ELLAS

La casa no sería lo mismo sin el equipo de actores y actrices que encarnan a los personajes tan diversos que podemos ver continuamente en pantalla. Óscar de la Fuente (Camilo Superstar, La nova gitana) es Vicente, David Verdaguer (Saben aquell, Citas Barcelona) es José y Lorena López (Un largo viaje, Les vacances de Mara) es Carla, los tres hermanos que ahora tienen que llevar el peso de lo que dan a llamar familia. Sus respectivas parejas son Marta Belenguer (Camera Café, la película, Señoras del (h)AMPA) en el papel de Olga, Olivia Molina (Mi otro Jon, La valla) en el papel de Silvia y Jordi Aguilar (La que se avecina, Keratyna) en el papel de Cristóbal. Luis Callejo (Menudas piezas, La espera), rostro habitual en el cine español, se mete en la piel de un padre que vive en los recuerdos mientras los días pasan en esa casa y las cajas llenas de fotografías mentales pueblan la memoria de todos ellos.

LA SORPRESA

Que alguien sea capaz de recoger una obra tan poderosa como la novela gráfica de Paco Roca y hacer una película que traspasa todas las fronteras literarias hasta erigirse en un ente cinematográfico propio.

LA SECUENCIA/EL MOMENTO

Narrando una historia tan sencilla, pero, a la vez, inmensamente profunda, como es la novela gráfica de Paco Roca en la que el presente se mezcla con los recuerdos en fotografías mentales de años pasados, pocos momentos hay en la película que nos quiten el aliento y que marquen un antes y un después en la película, pues el trabajo emocional es tan constante que la película acaba por empaparnos a cuenta de los minutos, las conversaciones y las imágenes de su propia vitalidad de vivir a través del recuerdo de alguien fallecido. Si hubiera que rescatar algún momento en especial podríamos regresar a ese final de la película en la noche cuando los dos hermanos conversan y José le confiesa a Vicente los últimos días que pasó con su padre, pura orfebrería cinematográfica.

TE GUSTARÁ SI…

• Aprecias las grandes películas recogidas en historias sencillas.
• Has disfrutado de otras historias familiares e intimistas como Cinco Lobitos o Els Encantats.

LO PEOR

• Que puede tener una pátina de sentimentalismo que no gustará a todos los públicos.

Javier Alpáñez