La ciencia ficción lleva ya mucho tiempo defendiendo su posición como un género que dejó de ser un festival de platillos volantes y monstruos comunistas para convertirse en una herramienta crítica que proyecta en dimensiones distópicas los problemas contemporáneos de nuestra sociedad, los problemas que empiezan a asomar en occidente y los que se muestran por completo (y sin complejos) en las zonas más desfavorecidas del planeta. Un papel que desde la década de los 70 ha defendido con uñas y dientes, y que nos ha regalado algunos de los títulos más interesantes y aplaudidos del cine moderno.

La valla, la nueva producción de Antena 3 que se presentó por primera vez al público en el Festival MIM series 2019, vuelve a atreverse con un género muy complicado para nuestra industria, y lo hace con unos resultados que con solo dos capítulos visionados se revelan irregulares, en los que encontramos debilidades pero también fortalezas.

La historia de La valla nos presenta a una España dividida en un futuro no demasiado lejano, tras una III Guerra Mundial espoleada por la lucha por los recursos naturales. Dos sectores vertebran una sociedad en la que o eres rico (sector 1) o eres un paria (sector 2 y también el más populoso), y ambos están separados por una valla. Esta valla, que da nombre a la serie, se convertirá en la frontera entre dos mundos y también en un obstáculo que separará familias y deberá ser franqueado por ambos bandos para conseguir sus objetivos. Olivia Molina, Unax Ugalde, Abel Folk (sí, el actor de doblaje que ha prestado su voz a Pierce Brosnan en más de 30 películas y a Hugo Weaving en la tierra media), Ángela Molina y Eleonora Wexler encabezan el reparto de esta serie creada por Daniel Écija (productor ejecutivo junto a Sonia Martínez) y producida por Atresmedia Televisión en colaboración con Good Mood.

Las Luces

Como es de recibo, lo primero que hay que aplaudir es la valentía y las ganas de liarse la manta a la cabeza para plantear una ficción distópica, con los riesgos que ello entraña. Quizá las limitaciones a la hora de hacer lucir el envoltorio a la altura de producciones análogas internacionales sí haya propiciado que en el desarrollo de guion se hayan cuidado las tramas para que La valla presente un cuadro interesante en el que parece que de manera más o menos fortuita (aún nos queda mucho por ver) una familia acabrá convirtiéndose en una llave maestra para abrir las puertas de la revolución. Tanto Unax Ugalde, al que le sobra oficio, como Ángela Molina y Olivia Molina, madre e hija midiéndose en un mano a mano permanente, firman trabajos realmente buenos y la química entre las Molina acaba funcionando como un potente imán para que sigamos enganchados a una trama que plantea problemas actuales en un futuro mucho más cercano de lo que nos gustaría, si nos ponemos pesimistas. Desde luego en estos dos primero capítulos la narrativa está cuidada y poco a poco se introducen y se relacionan los elementos que se adivina serán los pilares de la serie. A estos será fácil que se sumen tramas o minitramas complementarias pues parece que no todos los personajes ni sus motivaciones han quedado pesentados en estas primeras impresiones.

Las Sombras

Los planos de ese Madrid vacío, que tanto nos recuerdan a lo que poblaban Los últimos días (aunque aquella distopía de los hermanos Pastor estrenada en 2013 localizaba la acción en Barcelona), funcionan muy bien cuando el plano es general, pero a la hora de acercar la cámara y retratar el día a día de los suburbios del sector 2 es cierto que el diseño de producción adolece de carencias, tanto en rodaje como en postproducción, que bien podía había haber maquillado los puntos más flojos de la ficción con efectos especiales. La ciencia ficción, aunque sea en sus versiones más contenidas y menos pirotécnicas, es un género muy arriesgado, y aunque se adivina un esfuerzo titánico por parte de los departamentos responsables de ese envoltorio final, lo cierto es que a veces se echa de menos una atmósfera más lograda. ¿Culpa de las series extranjeras con presupuestos estelares a las que está acostumbrada nuestra mirada? Probablemente…

Con todo, La valla es necesaria porque sigue trabajando por extender los límites tradicionales de nuestra ficción, por empujarnos a nuevas realidades y por renunciar a la zona de comfort de los creadores españoles para poner al límite a los departamentos involucrados. Por eso, la mejor opción va a ser centrarnos en las tramas y el trabajo dramático del reparto, y disfrutar de los aciertos visuales y las soluciones ingeniosas, que no son pocas.

Al igual que ya hiciese el grupo con Toy Boy, La valla se estrenará antes en su plataforma de contenidos ATRESplayer PREMIUM (19 de enero) para hacerlo más adelante en la televisión en abierto. aunque la fecha de su emisión en lineal aún está por confirmar todo aounta a que la serie llegará la televisión en abierto en primavera.

¿DÓNDE Y CUÁNDO?

• Fecha de estreno: Domingo 19 de enero
• Plataforma de emisión: ATRESplayer PREMIUM (un nuevo capítulo cada domingo)
• Número de episodios: 13 capítulos
• Duración aproximada: 50 minutos
• Te gustará si te gusta… La ciencia ficción distópica y cualquier ficción en la que una familia corriente pueda convertirse, por avatares del destino, en la llave de la libertad.

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