Hoy 29 de agosto empieza la septuagésima quinta edición de la Biennale de Venecia. Durante 11 días se proyectarán algunos de los proyectos más esperados del panorama cinematográfico internacional (mayoritariamente europeo y norteamericano). Este festival se caracteriza por estrenar películas que posteriormente gozan de gran aclamación durante la temporada de premios. Allí se estrenaron, en las últimas ediciones, La forma del agua, La ciudad de las estrellas (La La Land) y Spotlight. Situado un peldaño por encima de Cannes y Berlín en cuanto a la comercialidad de las películas que ocupan su Sección Oficial, la Biennale se mantiene en la frontera entre cine de los Oscar y el cine «autoral». La edición del 2018 es una muestra clara de esta dicotomía, con grandes nombres a ambos lados y algunos transversales. Veamos qué nos depara sección por sección.

Competición

El jurado (sorprendentemente paritario) presidido por Guillermo del Toro incluye a Sylvia Chang, Trine Dyrholm, Nicole Garcia, Paolo Genovese, Malgorzata Szumowska (quien ganó hace medio año el Oso de Plata en Berlín con Twarz), Taika Waititi, Christoph Waltz y Naomi Watts. El grupo se encargará de valorar una de las secciones oficiales más prometedora de los últimos años. Analicemos un poco las caras que hay detrás de las cámaras.

En primer lugar, observamos que hay unas cuantas personas que estrenan su segunda película después de que su ópera prima fuera recibida de forma muy entusiasta. Se encuentran en una posición muy delicada, puesto que sus trabajos serán analizados con lupa tanto por aquella gente que querrá demostrar que lo suyo fue la suerte del principiante como por aquella otra que buscará en su obra la gran voz artística del siglo XXI. Es el caso de László Nemes, quien tras conmocionar a la audiencia con su opresivo relato de supervivencia El hijo de Saúl, nos presenta una historia sobre el principio de siglo XX europeo titulada Sunset. En la misma posición se encuentran Jennifer Kent (lamentablemente la única directora en competición), Gonzalo Tobal y Brady Corbet, que con el éxito de Babadook, Villegas y La infancia de un líder a sus espaldas enfocan sus esperados siguientes proyectos The Nightingale (una historia de venganza en Tasmania en el siglo XIX), Acusada (sobre una mujer en el centro de un juicio mediático tras ser acusada de matar a su amiga) y Vox Lux (con Natalie Portman como víctima en una tragedia nacional que acaba convirtiéndose en superestrella pop), respectivamente, con ambición. Si triunfan, saltarán al segundo grupo. También añadimos aquí a Florian Henckel von Donnersmarck, de quien ignoraremos que dirigió The Tourist y solo tendremos en cuenta su trabajo en La vida de los otros. El realizador alemán vuelve con Never Look Away (Obra sin autor), un filme sobre un hombre que creció durante la época nazi y posteriormente en la República Democrática Alemana, y cómo esto afecta a su presente ya en la Alemania oeste.

Tras un par de éxitos consecutivos, estos directores se han ganado un estatus en el que sus proyectos antes de estrenarse ya tienen fans. Estamos hablando de realizadores que se han hecho populares a partir de 2010. En esta selección incluimos a Damien Chazelle, quien abre el festival con First Man (El primer hombre), David Oelhoffen (después de adaptar a Camus en Lejos de los hombres dirige Frères Ennemis, una cinta sobre dos amigos de infancia que se encuentran a ambos lados de la ley), Yorgos Lanthimos (quien traslada su perverso universo al pasado con The Favourite (La favorita), con una Olivia Colman ya favorita para ganar el Oscar), Rick Alverson (director de comedia absurda y existencialista que junta a Jeff Goldblum y a Tye Sheridan en The Mountain), Roberto Minervini (un director italiano fascinado por Estados Unidos que tratará el conflicto racial en el sur en What You Gonna Do When the World’s On Fire) y Luca Guadagnino (el director de moda que reimaginará Suspiria).

También hay espacio para directores que, pese a poseer filmografías breves (menos de 10 obras pero muy heterogéneas), el hecho de que lleven muchos años en la industria (desde los 90) y que sus películas sean muy bien recibidas ha hecho que se conviertan en autores en mayúsculas. Aquí encajan Alfonso Cuarón (que estrena, junto a la omnipresente Netflix, Roma), Julian Schnabel (quien dirigió La escafandra y la mariposa y que presenta At Eternity’s Gate con Willem Dafoe como Van Gogh), Mario Martone (quien asiste por sexta vez a Venecia con Capri-Revolution), Jacques Audiard (que debuta en inglés por la puerta grande con el wéstern The Sisters Brothers, protagonizada por Jake Gyllenhaal, Joaquin Phoenix y Riz Ahmed) y Carlos Reygadas (un autor muy admirado por su visión muy personal de concebir películas que presenta una historia de amor titulada Nuestro tiempo).

Finalmente, tenemos a los veteranos. Con carreras más o menos regulares, llevan tantas décadas en este mundo que cualquier nueva película suya es de imprescindible visionado si quieres estar dentro de la conversación cinéfila. Son los hermanos Coen (con la serie antológica de Netflix que se convirtió en película The Ballad of Buster Scruggs), Shinya Tsukamoto (director de la cinta culto Tetsuo, el hombre de hierro que presenta Killing), Olivier Assayas (que trae Doubles Vies, con Juliette Binoche), Paul Greengrass (quien en 22 July hace una dramatización de un tiroteo a estudiantes que ocurrió en Noruega y del que ya se hizo una película que se presentó a la Berlinale de este año) y el director más veterano en competición, Mike Leigh, que tras Mr. Turner se mantiene en el pasado de su país con Peterloo.

Fuera de competición

Repasemos brevemente los títulos de esta sección, que se divide en ficción y no ficción. En el primer grupo encontramos a A Star is Born (Ha nacido una estrella) (debut a la dirección de Bradley Cooper donde Lady Gaga coge el testigo de Judy Garland y Barbra Streisand), L’amica geniale (adaptación de los populares libros de Elena Ferrante), Ying (de Zhang Yimou), Una storia senza nome, Les estivants (Valeria Bruni Tedeschi es la única directora en esta categoría), Mi obra maestra, A Tramway in Jerusalem (de Amos Gitai), Driven (con Jason Sudeikis), Un peuple et son roi, La quietud (del director de El clan) y Dragged Across Concrete (como máximo exponente de los filmes hipermasculinos del festival). En cuanto a documentales, hay A Letter to a Friend in Gaza (también de Amos Gitai), Aquarela, El Pepe, una vida suprema, Process (de Sergei Loznitsa, quien ha estrenado en 2018 una película en Berlín, otra en Cannes y otra en Venecia), Carmine Street Guitars, Isis, tomorrow. The lost souls of Mosul, American Dharma (de Errol Morris), Introduzione all’oscuro, 1938 diversi, Ni de lian y Monrovia, Indiana.

También dentro de esta sección se estrenará por primera vez The Other Side of the Wind (Al otro lado del viento), de Orson Welles, que durante mucho tiempo se consideró incompleta, pero de la que en 2017 se encontró en París material inédito que ha permitido estrenar el metraje entero.

Orizzonti

En esta sección tenemos una selección más variada y arriesgada (?) de películas. Aquí es donde este año las voces no occidentales o las mujeres han encontrado su espacio para contar sus historias. Las 19 cintas que la conforman son: Sulla mia pelle (En mi propia piel) (que inaugura la sección), Manta Ray, Soni, The River, La noche de 12 años, Deslembro, The Announcement, Un giorno all’improvviso, Charlie Says (de Mary Harron, directora de American Psycho), Amanda, The Day I Lost My Shadow, L’Enkas, The Man Who Surprised Everyone, Memories Of My Body, As I Lay Dying, La Profezia Dell’Armadillo, Tel Aviv On Fire, Jinpa y Stripped.

Esta es la primera vez que vamos a la Biennale y no sabemos qué esperar del festival. La selección de filmes es excelente, el sueño de cualquier periodista de cine. Si os interesa todo lo que concierne al festival, podéis seguirnos a Twitter, donde diariamente hablaremos de las películas que vayamos viendo. Intentaremos mezclar secciones y reseñar obras tanto de competición como de Orizzonti.

Pau Jané