De marine a actor de cine independiente, y poco después protagonista de la franquicia de ciencia ficción cinematográfica más grande del momento. Hablamos de Adam Driver, el chico Girls, el actor fetiche de Jim Jarmusch y último (y también fetiche) protagonista de Noah Baumbach, el irrefutable villano de La Guerra de las Galaxias.
Esta semana ha estrenado en Netflix Historia de un matrimonio, que le está valiendo el reconocimiento de esta temporada de premios y que puede termine traduciéndose en su segunda nominación al Oscar. Por si esto fuera poco, en breves le tendremos de vuelta como Kylo Ren en la última película de Star Wars. Por motivo de su ajetreado paso por la cartelera este mes, te repasamos la carrera de uno de los actores del momento: Adam Driver.
LOS INICIOS: SPIELBERG, EASTWOOD Y CHICO GIRLS
Tras graduarse en la prestigiosa escuela de interpretación Juilliard, Adam Driver comienza su carrera en los márgenes de la televisión colaborando con un carácter episódico en series policíacas como Ley y Orden o The Unusuals. En cine debuta de la mano de grandes nombres como Clint Eastwood y Steven Spielberg, sin embargo con minúsculos cameos, tanto en J. Edgar (2011) como en Lincoln (2012), respectivamente.
Y precisamente, en 2012 llega una pequeña revolución a HBO y se llama Lena Dunham. De la mano de Judd Apatow la joven neoyorkina crea una de las series más relevantes de la década, ésta no es otra que Girls. Entre sus personajes descubrimos a varias revelaciones entre las que para el público se encuentra Adam Driver. Fueron hasta tres las nominaciones consecutivas como mejor actor de reparto las que acaparó en los premios Emmy de la televisión. La gente comienza a preguntarse quién es este señor tan alto, de voz grave, que representa un perfil difícilmente etiquetable en la industria americana, y comienza poco a poco a llamar la atención. Su presencia en pantalla resulta magnética e irritable a partes iguales, desconcierta. Y, en definitiva, no deja indiferente a nadie, lo que le sirve al actor para ganar visibilidad: me han visto, ¿y ahora qué?
LA CONFIRMACIÓN: ACTOR FETICHE Y MUSO INDIE
Tras toda su repercusión mediática a través de la serie de HBO, Adam Driver comienza su andadura como personaje de reparto carismático en una serie de películas independientes. Con sus extravagantes intervenciones pronto se hace notar. El caso más claro es su colaboración con los hermanos Coen en A propósito de Llewyn Davis, dónde nos regala una de las más icónicas interpretaciones musicales de la película junto a Oscar Isaac y Justin Timberlake.
Paralelamente a la ficción de Lena Dunham, el actor colabora por primera vez con Noah Baumbach en Frances Ha. Y lo hará hasta en cuatro ocasiones más con Mientras seamos jóvenes, The Meyerowitz Stories e Historia de un matrimonio. Se convierte en un muso para él y para el consagrado director Jim Jarmusch que contará con el en Paterson dándole uno de sus primeros protagónicos encarnando a este hombre sencillo, sensible y con el corazón en su propia rutina. Repetiría con él este mismo año en la comedia de zombies Los muertos no mueren, y todo parece indicar que terminarán coincidiendo pronto… Pero todo cambia cuando ficha por Star Wars, ¿o no?
STAR WARS Y «ÉXITO» COMERCIAL
En 2014 se alza con el que hasta el momento es su mayor reconocimiento crítico, la Copa Volpi del festival de cine de Venecia al mejor actor, por la película Hungry Hearts. Y poco después se anuncia su participación en el icónico regreso de la saga Star Wars con El despertar de la fuerza. De repente, Adam Driver se convierte en un nombre en boca de todos, los fans de la saga se preguntan ¿Quién es este tipo? De alguna manera el intérprete da el salto al mainstream, como John Boyega, Daisy Ridley y las caras menos conocidas que por aquel entonces que pudieron ganar casi toda su visibilidad gracias a la franquicia.
Sin embargo, ¿qué significa dar el salto al mainstream para Adam Driver? Casi nada. El actor parece haber tenido siempre claras sus prioridades, y a excepción de varias comedias comerciales en las que ha intervenido como secundario (como pudiera ser el caso de Ahí os quedáis) el actor se ha mantenido fiel a priorizar a sus directores fetiche y personajes.
Tras el salto continua con películas arriesgadas, como el último delirio de Terry Gilliam (El hombre que mató a Don Quijote), una comedia sátira de Soderbergh (La suerte de los Logan) o una de las últimas cintas de Spike Lee, Infiltrado en el KKKlan, por la que tras varios años en la industria demostrando su talento, consigue su primera nominación al Oscar como actor de reparto. El salto al mainstream no supone un cambio, si no una confirmación.
Finalmente, tras haber sido el secundario de oro en las tres últimas películas de Noah Baumbach, llega por la puerta grande con su primer protagonista con el director en Historia de un matrimonio.
HISTORIA DE UN MATRIMONIO
La colaboración entre Scarlett Johansson y Adam Driver en Historia de un matrimonio ha sido definida por muchos como uno de los grandes duelos interpretativos de este año. Y es que si todo va bien ambos tienen posibilidades de colarse en todos los premios de este año.
Este film supone de alguna manera un punto de inflexión en su carrera, ya que si todos los secundarios que ha ido encarnando hasta ahora han sido confirmaciones esta es ya su consagración al frente de la pantalla. Un papel maduro que le permite explorar por completo al personaje regalándonos una empatía que es el alma de la película.
Pese a todas las alabanzas que está recibiendo, no es su único proyecto este año, The report (distribuída por Amazon) también veía la luz hace apenas un mes, y no olvidemos que El ascenso de Skywalker, el episodio IX de Star Wars está a la vuelta de la esquina.
En apenas una década la colección de nombres con los que el actor ha trabajado es envidiable, ya sea en papeles menores o no: Clint Eastwood, Steven Spielberg, Martin Scorsese, los Hermanos Coen, Noah Baumbach, Jim Jarmusch, Steven Soderbergh, Spike Lee…
¿Qué es lo próximo para el intérprete? No nos extrañaría una nueva colaboración con Jarmusch o Baumbach, pero de momento en el horizonte tiene dos proyectos, y todo lo que le pueda llover en premios a raíz de este último (sin olvidar el inminente estreno de El ascenso de Skywalker). Por un lado está Annette, la cinta musical de Leos Carax que se encuentra en post-producción. Y por otro, el nuevo film en pre-producción de Ridley Scott, The Last Duel, dónde encarnará al monarca Carlos VI. En cualquier caso, todo lo que cabe esperarnos es mucha personalidad y una presencia imponente en pantalla, cortesía de Adam Driver.
Juan Luis Martínez
