A PROPÓSITO DE LLEWYN DAVIS
Entre muchas de las características que definen la filmografía de los hermanos JOEL y ETHAN COEN, la utilización de la música con influencias del folk americano a cargo de sus habituales T-BONE BURNETT y CARTER BURWELL, ha sido siempre un referente en todas sus películas. Era pues cuestión de tiempo que hicieran de la música la protagonista de una de sus películas como sucede en el nuevo trabajo de los cineastas de Minnesotta, A PROPÓSITO DE LLEWYN DAVIS. El nombre que da título a la película es el de un joven cantautor que en la década de los 60 vaga por los pequeños clubs y cafés del Village neoyorkino cantando sus canciones acompañado de su guitarra, y por los sofás de quien quiera darle cobijo por las noches. La acción transcurre en un tiempo en el que la escena musical empezaba a cubrirse con nuevas maneras de actualizar la música folk americana fusionándola con los nuevos ritmos surgidos en la década anterior. Así, entre grupos como Peter, Paul and Mary y el primer encuentro entre el gurú de la música folk, el promotor Bud Grossman, y Bob Dylan en el Gaslight café de Nueva York, los hermanos COEN nos cuentan la historia de Llewyn Davis, uno de tantos otros músicos deseosos de ganarse la vida con sus versos cantados, que no supieron o no pudieron estar en el momento adecuado en el lugar adecuado.
Con una narración circular, en la que la transición entre un desconocido que se marcha después de propinar una paliza a Davis a la puerta del Gaslight café, y los andares de un gato que nos llevan hasta el propio Davis dormitando en un sofá ajeno proporciona el punto de partida, A PROPÓSITO DE LLEWYN DAVIS nos va llevando de la mano sin separarnos ni un solo segundo de su protagonista durante toda la semana anterior a ese momento, terminando exactamente donde empezó la película. Es un viaje hacia ninguna parte en el que Davis se deja llevar por las circunstancias, en el que se frustra cuando siente que desperdicia su talento si no cobra por él, en el que no muestra la más mínima ilusión ni siquiera cuando viaja hasta Chicago para hacer una prueba frente a Bud Grossman, y en el que únicamente se aprecia un atisbo de preocupación ajena hacia un gato que ni siquiera es suyo.
El actor y cantante guatemalteco OSCAR ISAAC, a quien pudimos ver en AGORA de ALEJANDRO AMENÁBAR, se revela en A PROPÓSITO DE LLEWYN DAVIS como una de las sorpresas interpretativas del año dando vida a Davis, que viene a engrosar la lista de personajes de los COEN a los que la vida les lleva por caminos inicialmente sólidos pero a los que las circunstancias les van poniendo piedras a lo largo de ellos. ISAAC además es el intérprete de las canciones que canta su personaje, a las que imprime la sensibilidad de una voz rota y melancólica que a su vez se mezcla con el tono de la película. Porque si hay algo inherente a los guiones de los COEN es esa melancolía que son capaces de expresar no sólo con las actuaciones de sus protagonistas, sino con unas puestas en escena maravillosamente impregnadas de una tristeza que subyace bajo ese humor negro con el que cubren las miserias de sus personajes. La fuerza de OSCAR ISAAC al interpretar a Llewyn Davis hace que el resto de personajes queden en un segundo plano a pesar de contar en el reparto con la estupenda CAREY MULLIGAN, que sorprende dando a su característica fragilidad una cólera irrefrenable cada vez que comparte plano con Llewyn, y con el inefable JOHN GOODMAN, que inunda la pantalla cada vez que aparece, y no sólo por su envergadura física.
A PROPÓSITO DE LLEWYN DAVIS, ganadora del Gran Premio del Jurado en el pasado Festival de Cannes, una vez más vuelve a reafirmarnos en la idea de que hace tiempo que debemos considerar a los hermanos COEN como unos de los grandes creadores de la historia del cine. Una película que va creciendo cuanto más se piensa y en la que una sensación de melancólica tristeza va acompañando ese crecimiento en el espectador, como sólo las grandes obras maestras del cine son capaces de hacer.
LO MEJOR:
- Que aun apartándose de sus historias habituales, los COEN hayan vuelto a parir otra magnífica película.
- OSCAR ISAAC, quien ya suena en los mentideros como posible nominado al Oscar por su interpretación en esta película.
- La siempre infalible presencia del gran JOHN GOODMAN
- El guiño a BOB DYLAN
LO PEOR:
- En algunos momentos acusa un leve descenso de ritmo, pero es un mal menor en comparación con el conjunto.
Mari Carmen Fúnez Galán