El Palomitrón

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MIGUEL ALBALADEJO - EL PALOMITRON
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EL CINE COSTUMBRISTA DE MIGUEL ALBALADEJO

Durante este mes de mayo la Filmoteca Española está realizando una retrospectiva a  Miguel Albaladejo. Uno de los directores españoles más destacables de las últimas décadas. Cineasta de filmografía no muy extensa (su última película fue estrenada en 2009) pero de verdadera importancia por mostrar un interés constante hacia el costumbrismo que impera en nuestra sociedad. No resulta espontáneo que la retrospectiva originada por Filmoteca lleve el nombre de “Miguel Albaladejo: el afilado costumbrismo” ya que es una de las características más evidentes si se realiza un análisis de todas sus películas, concretamente ocho filmes.

Por este motivo, hemos decidido hacer un repaso a la trayectoria (tanto cinematográfica como televisiva) de Miguel Albaladejo. Le hemos perdido la pista en el cine desde hace varios años pero debutó a finales de los 90 en el largometraje después de estudiar Ciencias de la Imagen en la Universidad Complutense de Madrid. A partir de ahí comenzo a adentrarse en el oficio y fue asistente de producción en filmes de Fernando Trueba (El sueño del mono loco, 1989), Montxo Armendáriz (Las cartas de Alou, 1990) o ayudante de dirección en Todos a la cárcel (1993) de Luis García Berlanga.

La primera noche de mi vida (1998)LA PRIMERA NOCHE DE MI VIDA - EL PALOMITRÓN

Miguel Albaladejo dirigió, después de haber rodado una serie de cortometrajes, su ópera prima en 1998: La primera noche de mi vida. Un cuento de navidad contemporáneo ambientado en el Madrid del extrarradio durante el último día del año. Nos muestra los acontecimientos que le suceden a una serie de personajes que por culpa del azar no consiguen realizar sus propósitos y que el director va uniendo a medida que transcurre la película.

Ya se evidencia, desde su primer largometraje, un dominio por parte del cineasta para trazar a unos personajes llenos de picaresca, originalidad y espontaneidad. Demuestra así ser un gran creador de personajes y director de actores con una capacidad para formar repartos muy destacables. Desde actores reconocidos como Emilio Gutiérrez Caba, Manolo Zarzo o María José Alfonso hasta jóvenes promesas como Mariola Fuentes o Antonia San Juan pasando por gente de la talla de Adriana Ozores. Algunos de ellos formarían parte del casting de posteriores filmes del director.

Sienta las bases de lo que mostraría en su cine posteriormente. Los problemas familiares, las relaciones de pareja o las situaciones cómicas que rozan lo sentimental y lo  absurdo esbozando, en cada una de ellas, una naturalidad y un soplo de aire fresco para el cine español que se estaba realizando por aquel entonces. La prueba está en que se estrenó en el primer Festival de Málaga y obtuvo el premio a Mejor película, el Premio del Público y el de Mejor actor para Emilio Gutiérrez Caba.

Manolito gafotas (1999)MANOLITO GAFOTAS - EL PALOMITRÓN

Elvira Lindo había creado a principios de los años 90 un personaje llamado Manolito gafotas que vivía en el barrio madrileño de Carabanchel Alto. La escritora comenzó escribiendo monólogos sobre el personaje para la radio y posteriormente llegó a publicar hasta ocho novelas sobre las andanzas de este pequeño que llevaba gafas porque era miope. Miguel Albaladejo, que había colaborado con Elvira Lindo en el guion de su primer largometraje, decidió llevar al cine esta historia con la ayuda de la autora. Lindo solo puso la condición de que quien hiciera esta película debía tener ilusión por el personaje y sentir la historia como suya. Parece i que Miguel Albaladejo cumplió los requisitos y la escritora aceptó que el filme se llevara a cabo.

A la hora de escoger el casting llegaron a ver a casi 3.000 niños y optaron por David Sánchez del Rey, al que encontraron realmente capacitado para enfrentarse a este personaje tan particular. En una de sus visitas a la Filmoteca este mes de mayo, el director llegó a admitir que se trata de una película de las que más éxito obtuvo (llegó a recaudar más de dos millones y medio de euros y tener casi 700.000 espectadores). También añadió que cualquier persona la puede ver porque no es una película infantil sino un filme contado desde la perspectiva de un niño. Cada espectador, dependiendo de la edad, la verá de una forma o de otra.

Se pueden extraer muchos aspectos de la sociedad española de aquellos años y, también, de la actualidad. Las dificultades económicas de una familia de clase baja por salir adelante, el ambiente de barrio, las travesuras de los niños, la madre sufridora y ama de casa (Adriana Ozores), el padre ausente al trabajar de camionero (Roberto Álvarez), la figura del abuelo despistado (Antonio Gamero) o la vecina cotilla (Marta Fernández Muro). Todo son elementos muy característicos de nuestro país y que Albaladejo supo reflejar de manera cotidiana y realista.

Ataque verbal (1999)ATAQUE VERBAL - EL PALOMITRÓN

Miguel Albadalejo, antes de que se estrenara Manolito Gafotas, rodó esta película que él mismo calificó de experimento. Se trata de siete historias con una pareja de actores en cada una de ellas y totalmente independientes unas de las otras. Nada (o casi nada) tienen que ver unos personajes con los otros pero sí la composición de las escenas.

Por cada historia, una localización y dos personajes con un conflicto  y con una personalidad muy diferente: el malvado o maquinador frente al indefenso. Así se suceden distintas historias que abordan situaciones y temas totalmente comunes: historias de amor, amistades interesadas, compañerismo, soledad, cotilleos, conversaciones entre adolescentes o antiguos amantes. Es un filme donde la acción que transcurre tiene su origen en la palabra, en la verborrea que sale de los propios personajes.

Ese es uno de los aspectos que consigue que el filme destaque, pese a no ser uno de sus mejores largometrajes. Es original y demuestra, una vez más, la capacidad y el conocimiento que tiene el director alicantino por todo lo relacionado con las actitudes de nuestra sociedad, con los distintos comportamientos que se pueden ver si se observa a la gente de la calle.

Son una serie de relatos que se pudieron llevar al teatro perfectamente porque están al servicio de unos actores de la talla de Antonio Resines, Adriana Ozores, Antonia San Juan, Marta Fernández Muro o Fedra Lorente. Lo que priman son las emociones, las miradas y los silencios. Estamos ante una película hecha por y para los actores que en ella intervienen. Un filme realizado para el lucimiento de sus intérpretes.

El cielo abierto (2001)EL CIELO ABIERTO - EL PALOMITRÓN

En El cielo abierto, Miguel Albaladejo muestra cómo las historias de amor pueden surgir hasta en los momentos más complicados. Rescata a uno de los personajes de La primera noche de mi vida, Jasmina (interpretada por Mariola Fuentes, una de sus actrices fetiches), una joven peluquera a la que la vida no le sonríe pero saca fuerzas para mantener a toda su familia económicamente mientras sufre los actos delincuentes de sus hermanos. A consecuencia de uno de esos actos delictivos, conoce al personaje de Sergi López, un psiquiatra al que su mujer acaba de abandonar por su padre, que ayuda a sus pacientes pero no es capaz de solucionar sus problemas.

Cuando se cruzan los dos personajes, todo se llena de luz y esperanza ante un futuro que se preveía, tanto para él como para ella, bastante triste y negro. De entre los actores secundarios destaca María José Alfonso, Geli Albaladejo (su hermana) y Emilio Gutiérrez Caba que obtuvo el premio a mejor actor de reparto en los Premios Goya de 2002.

Es una película que habla de personajes perdedores, desde un punto de vista cómico, que no han tenido suerte en la vida y que, simplemente, vuelven a tener una ilusión por vivir. Se trata de volver a vivir una nueva aventura. Lo relevante de la propuesta de Miguel Albaladejo, coescrita junto a Elvira Lindo, es que escoge a personajes de mediana edad para protagonizar sus historias y a actores que  no destacan por su físico. Eso es la brillantez y originalidad de Albaladejo, que se rige por sus propias normas, su propio estilo y no sigue ninguna corriente comercial. Relatar los problemas de la gente de forma tan sencilla y pura no es algo muy común en el cine español de ahora.

Rencor (2002)RENCOR - EL PALOMITRÓN

Miguel Albaladejo demostró ya con cuatro películas que era un gran observador de la calle, de las cosas que le pasan a la gente o de cómo esta se comporta ante la sociedad. Después de cuatro comedias, el director aseguró que el cuerpo le pedía un cambio de género por lo que se adentró a escribir la historia de Rencor. Un drama con algún toque de humor pero muy distinto a todo lo que había estado haciendo hasta ese momento.

Su acercamiento a la realidad se puede intuir, una vez más, en Rencor. Le dio el protagonismo a Lolita Flores en lo que supone otro de sus grandes aciertos como director: otorgarle un papel importante a alguien que no había tenido la suerte de demostrar lo gran actriz que es. Su interpretación en este filme así lo demostró ya que le otorgaron un premio Goya a mejor actriz revelación. Tristemente  le ocurrió lo mismo que a su director y con el tiempo tampoco ha tenido mucha suerte en el sector cinematográfico.

La película trata sobre una cantante en horas bajas que acepta una gira veraniega en una serie de hoteles y restaurantes de la costa y se reencuentra, después de diez años, con el amor de su vida (interpretado por Jorge Perugorría). Decide hacerle daño por despecho poniendo de por medio a una antigua amiga (interpretada por Mar Regueras) la cual estuvo enamorada del mismo hombre.

Se trata de una historia de venganza capitaneada, en todo momento, por una mujer fuerte de apariencia que esconde una fragilidad propia de los sinsabores de la vida. El cineasta consiguió sacar de Lolita Flores lo mejor de sí misma y le dio unos diálogos (es la primera vez que el director escribió un guion en solitario) tremendamente conmovedores y cortantes. Para Lolita Flores es el papel de su vida (en el cine) y para Miguel Albaladejo una de sus mejores películas, junto con El cielo abierto, Cachorro y Nacidas para sufrir. Consiguió la Biznaga de Oro en el Festival de Málaga.

Cachorro (2004)CACHORRO - EL PALOMITRÓN

A partir de un guion coescrito junto con el director Salvador García Ruiz, Miguel Albaladejo cuenta la historia de Pedro (interpretado por José Luis García Pérez), un dentista homosexual que vive en el centro de Madrid y que debe afrontar un importante cambio en su vida: vivir con su sobrino Bernardo (interpretado por un jovencísimo David Castillo) de once años.

Ese acontecimiento le supone una desestabilización de su rutina  llena de salidas nocturnas, amistades, relaciones amorosas, noches de desenfreno y sexo esporádico. La película muestra cómo, poco a poco, los dos (tanto tío como sobrino) se acomodan con escasa dificultad a la nueva vida. Muestra cómo se relacionan, cada uno, en un entorno distinto al que estaban acostumbrados. Mientras el joven Bernardo se relaciona con el ambiente gay que rodea a su tío, este deberá asumir responsabilidades propias de cuidar a un niño de once años. Es un drama que, también, refleja una difícil situación: la problemática del tráfico de drogas y la enfermedad del VIH.

Resulta muy positivo y esperanzador ver cómo Albaladejo no tiene ningún pudor para mostrar una relación homosexual entre dos hombres que no precisamente tienen un cuerpo escultural. Ese es el gran valor que tiene esta película. Le otorgó el protagonismo a un hombre de mediana edad, normal, al que le gustan los hombres de su edad.

Es muy importante que no se recurriera a una figura masculina atractiva y guapa ya que refleja, una vez más, la realidad. Las historias de amor o de sexo que se muestren en el cine no tienen porqué estar protagonizadas por cuerpos musculosos y bellos. Ese es el gran acierto de esta película junto al casting elegido lleno de rostros, por aquel entonces, desconocidos. José Luis García Pérez había hecho muy pocos papeles y estuvo nominado a mejor actor revelación en los Premios Goya. David Castillo fue un chico de casting que posteriormente se haría más popular. De nuevo, Miguel Albaladejo destacando por repartos muy singulares y nada comerciales. 

Volando voy (2006)VOLANDO VOY - EL PALOMITRÓN

Puede que sea una de sus películas más fallidas. Después de dos dramas muy potentes como son Rencor y Cachorro, Miguel Albaladejo optó por centrarse en un hecho real para rodar una película muy cercana al género que se haría muy popular en la España de los 80 de la mano de cineastas como José Antonio de la Loma o Eloy de la Iglesia.

Hablamos del cine quinqui. Volando voy, la penúltima película de Miguel Albaladejo hasta la fecha, se centra en la vida de Juan Carlos, el Pera, un personaje real que durante los años 70 cometió una serie de robos a coches. Es decir, un joven delincuente en el Getafe madrileño de los años de la transición española.

Con el protagonismo del joven Borja Navas en el papel de Juan Carlos, el Pera, la película se nota que es de Miguel Albaladejo gracias al casting lleno de rostros muy reconocibles en su cine. Mariola Fuentes, José Luis García Pérez, Mar Regueras o Fernando Tejero (que ya apareció en un pequeño papel en Cachorro). Tampoco se trata de una película que este muy alejada del tono y del estilo propio de Miguel Albaladejo.  Quizá no fue un acierto centrarse en un hecho verídico a la hora de rodar una película.

Nacidas para sufrir (2009)NACIDAS PARA SUFRIR - EL PALOMITRÓN

La última película de Miguel Albaladejo hasta ahora es Nacidas para sufrir, un drama protagonizado por Adriana Ozores y Petra Martínez. Flora (Petra Martínez) es una solterona que vive en un pueblo pequeño en el que siempre ha cuidado de sus familiares. Tras morir su hermana quedó al cuidado de sus tres sobrinas que, por intereses económicos, deciden que debería ingresar en una residencia. Ante el rechazo casi total de sus sobrinas, solo encuentra refugio en el personaje de Purita (Adriana Ozores) una mujer del pueblo que la ayuda. Pese al carácter agrio de Flora, se dan cuenta de que están solas y solo se tienen la una a la otra.

Nacidas para sufrir habla de la soledad de dos seres condenados, en el buen sentido de la palabra, a entenderse, comprenderse, soportarse y a no separarse. Una historia de amor y cariño entre una mujer mayor y la mujer que entra en su casa para ayudarla.

Lo primordial para que la cinta de Miguel Albaladejo sea sincera y demuestre verdad en cada plano es que no se basa en etiquetas para definir esa relación, sino que es algo fruto de la compasión y necesidad. Otro de los aspectos destacados es el ambiente rural donde circula la gran parte de la historia con figuras tan reconocibles y tan arquetípicas como el cura del pueblo (Antonio Gamero) o las vecinas que murmuran todos los chismes (entre ellas Marta Fernández Muro). Albaladejo no utiliza esos aspectos de forma peyorativa sino que los incluye como factor fundamental del relato. Una narración basada en mostrar la vida pueblerina con sus virtudes y sus defectos.

El filme no se entendería ni tendría el valor que tiene sin sus dos actrices protagonistas. Para Petra Martínez suponía su primera colaboración con el director. Para Adriana Ozores otro filme en el que poder sacar todas las capacidades interpretativas que posee. Una historia llena de traiciones, cariño, ambiente rural, costumbrismo y mucho amor. La última película de Miguel Albaladejo, hasta la fecha, no podría estar mejor ya que es fiel a su estilo y temática.

Etapa televisivaMIGUEL ALBALADEJO - EL PALOMITRÓN

Desde Nacidas para sufrir, el director Miguel Albaladejo no ha vuelto a estrenar ningún largometraje. Sí ha seguido ejerciendo de director (también en teatro) pero en proyectos que no se acercan, del todo, al estilo tan personal que le caracteriza. En 2012 dirigió el telefilme Carmina para Telecinco sobre la vida de Carmina Ordoñez. No colaboró en el guion pero sí contó con rostros reconocidos de su filmografía como Marta Fernández Muro o Petra Martínez.

Acto seguido, dirigió algunos capítulos de series como 14 de abril. La república para TVE y Vive cantando para Antena 3, que versaba sobre un barrio en el que había un karaoke. Esa serie sí se podría asemejar más al estilo de Albaladejo: problemas familiares, actitudes cotidianas y rostros de su cine como José Luis García Pérez. Después de esa serie se le perdió un poco la vista hasta que entró, como ayudante de dirección o director de segunda unidad, en la exitosa (y a la vez cutre heredera de Aquí no hay quien viva) La que se avecina. Ahí sigue y por lo visto no tiene intención de volver a rodar cine, por lo menos a corto plazo.

Miguel Albaladejo, con ocho películas en su haber, tuvo que recogerse en los platós televisivos cuando el cine le dio la espalda. Quizá se destile cierto desengaño en sus palabras cuando afirma que no le interesa volver a rodar una película. El cine español contemporáneo y costumbrista no se puede concebir sin Miguel Albaladejo pero parece ser que no siempre los mejores realizadores son los que ocupan las primeras filas en esta profesión. Sin más, solo queda recordar que la Filmoteca Española sigue con su retrospectiva sobre este cineasta hasta final de mes, donde está proyectando todos sus cortometrajes y películas, desde La primera noche de mi vida hasta Nacidas para sufrir.

Javier Valera

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