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Reseña de The Promised Neverland #8 destacada - El Palomitrón
ANIME / MANGA REDACTORES RESEÑAS

BIBLIOTECA: THE PROMISED NEVERLAND #8

Ganarse el beneplácito del público nipón y mantener el éxito en el tiempo en una revista de la envergadura de la Weekly Shōnen Jump es, actualmente, una labor digna de admiración y elogio. Muchas son las obras que lo intentan y pocas las que lo consiguen. Para formar parte de este selecto grupo no basta sólo con gustar, es necesario seducir a un público de masas. Y, esto lleva consigo una dificultad mayúscula.

La obra que nos atañe comenzó su publicación en la mencionada revista en agosto de 2016. La conjunción del guion de Kaiu Shirai y el arte de Posuka Demizu tuvo un debut soñado gracias a un primer episodio que causó furor entre el público y que, a día de hoy, sus catorce volúmenes alcanzan los más de 13 millones de copias impresas. Nominada en varias ocasiones a los premios Manga Taishō y ganadora de la última edición de los Shogakukan Manga Award dentro de la categoría shōnen, Norma Editorial no ha dejado escapar la oportunidad de licenciar y publicar esta prometedora obra en territorio nacional. Una obra que, además, recientemente ha iniciado su esperada adaptación animada. Una adaptación que posiblemente la lleve incluso a los primeros puestos actuales del mercado llegando a igualar al maestro Oda o Hajime Isayama.

Reseña The Promised Neverland #7: «Kaiu Shirai y Posuka Demizu han logrado introducir un nuevo gran personaje a la obra, avivar la llama de la desconfianza y embaucarnos hacia un nuevo destino.»

Una vez superada esta toma de contacto, comenzamos la reseña de The Promised Neverland #8. Una reseña no exenta de algunos destripes argumentales o spoilers, ya que suponemos que quien proceda a realizar dicha lectura debe estar al corriente de lo acontecido en el desarrollo de la obra.

Reseña de The Promised Neverland #8 Emma y Ray - El Palomitrón

Reseña de The Promised Neverland #8


Hace casi un año conocíamos por primera vez una de las obras que no solo ha obtenido el beneplácito del público y la crítica extranjera, sino que también ha conseguido, por méritos propios, apropiarse de estos títulos en nuestro país. Una obra que, gracias a la conjunción Shirai/Posuka se podría tachar como perfecta gracias a la trama que presenta y cómo se ejecuta ésta tomo tras tomo. Ya lo hemos mencionado en reseñas anteriores pero, de nuevo, podemos emplear estas palabras para definir este nuevo volumen donde dejamos atrás sentimientos como la opresión, el miedo y la angustia; y donde, por fin, se empiezan a vislumbrar los primeros síntomas de libertad. Una que se ha ansiado a lo largo de más de 30 capítulos. Aunque todo apunta a que esa libertad tiene un precio muy alto que pagar. 

Frente a un tomo que se presentaba más pausado y con menos destripe argumental en cuanto a acción se refiere, nos encontramos de nuevo ante un volumen plagado de intriga, nuevos secretos y una puesta en acción un tanto perturbadora. Un volumen donde los tintes más oscuros de la obra retoman su presencia en The Promised Neverland y nos hacen plantearnos de nuevo hasta qué punto son capaces de llegar sus autores con los protagonistas. Hasta qué punto la presión y la agonía serán capaces de oprimir con el fin de encontrar la tan ansiada —pero intrincada— libertad. Ha llegado el momento de dejar atrás el refugio y con él a sus compañeros, a pesar de que éstos estarán mucho mejor que ellos. Ha llegado el momento de emprender un nuevo camino, aunque en esta ocasión existe un destino: Goldy Pond.

Reseña de The Promised Neverland #8 Señor - El Palomitrón

El tomo siete cerraba con el inicio de esta nueva aventura, una que se prestaba a la traición y a las trampas por parte de ‘El señor’ frente a Emma y Ray; y serán los propios demonios quienes protagonicen este nuevo engaño. Con la intención de matar a uno de los huérfanos y llevar de vuelta sólo a uno de ellos, ‘El señor’ emprende una acción para ponerlos a prueba frente a un sinfín de demonios. Una tentativa ante la que Emma y Ray saldrán victoriosos pues, a pesar del miedo existente por desaparecer —literalmente— del mapa, cuentan con práctica frente al peligro y una predisposición a salir ilesos de cualquier situación por intrincada que sea. Tanto es así que no sólo logran superar esta prueba tan descabellada, sino que aprenden una gran lección: cómo matar a los demonios definitivamente. Algo con lo que ‘El señor’ no contaba y, desde luego, algo que hará todos ellos prosigan frente al objetivo principal.

Poco a poco se van acercando a su destino, sumando horas y horas de cansancio y llevando a sus espaldas un peso que jamás pensaban contar con él. Pero la esperanza por encontrar una dosis de vitalidad en Goldy Pond es mucho mayor que cualquier flaqueza; y es por ello que incluso llegan a las puertas de su destino antes de lo previsto. Pero en Neverland no hay blanco sin negro, y es cuando creen haber llegado al punto deseado cuando una nueva amenaza se cierne sobre ellos. El secuestro de Emma.

Reseña de The Promised Neverland #8 Emma - El Palomitrón

Dejando a un lado a Ray y a su tan querido acompañante, la obra apuesta por centrarse totalmente en Emma y su nuevo paradero. Una decisión más que acertada teniendo en cuenta lo bien que sabe estructurar una nueva localización así como los peligros que presenta. Como si de cuento se tratase, Emma se despierta en un territorio totalmente desconocido; abatida, desconcertada y desorientada. Pero su ingenio no ha tenido ningún percance y gracias a él averigua, gracias al bolígrafo de William Minerva, dónde está. Sin saber cómo, Emma está en Goldy Pond. Ese destino que se presentaba como una nueva puerta en pos de la libertad pero que, tras estar en él, descubres realmente que aquello que parecía un oasis se diluye totalmente sobre el papel.

Reseña de The Promised Neverland #8 Lewis - El Palomitrón

Sin hacer revelaciones muy detalladas para disfrutarlas totalmente en su lectura, Goldy Pond es un lugar que actúa como coto de privado de caza; un lugar gobernado por unos cuantos demonios un tanto endiablados que prefieren contar con su propia reserva personal de niños para alimentarse por todo lo grande. Un buffet libre de alta calidad en la que no sólo residen algunos de los «escapados», sino que también cuenta con su propia fuente de cría: la granja Grand Valley. Emma no tarda en encajar la situación, en admitir que de nuevo está ante una trampa de los demonios y que debe, por activa y por pasiva, salir de allí para ayudar a su familia; pero no sin antes ayudar a todos los niños que se encuentran en Goldy Pond atemorizados por el clan de demonios cazadores liderado por un tal Lewis que ansía a Emma por encima de todo. Un clan inteligente que se burla del sistema y que cuenta con un privilegio que, tal y como habíamos visto gracias a Son-Yu y Muyika, no está permitido.

Goldy Pond se postula como un lugar terrible en The Promised Neverland, un lugar en el que cuando suena la música, el terror amenaza todas las vidas que posee en él sin importar el precio que haya que pagar por ellas. Un precio que Emma, junto a otro grupo de niños, pretenden erradicar totalmente para iniciar así un nuevo camino frente a aquello que más desean: ser libres de un sistema coaccionado por granjas y demonios sin alma ni piedad por la vida humana. Así, Emma conoce a un grupo de adolescentes, liderado por un tal Oliver —y que cuenta con personajes de todo tipo y manera—, que pasan sus días en Goldy Pond refugiados en un molino que actúa como base de operaciones; un lugar que ejerce de eje central para poner fin a esta aberración. Pero parece que es Emma quien tiene la llave para iniciar dicha operación, pues han pasado más de diez años de la creación de este horrible lugar y no ha sido hasta su llegada cuando el grupo realmente vislumbra ese haz de luz tan difícil de percibir ante tanta sangre y sufrimiento.

Y es aquí, en el molino, donde el octavo volumen de Neverland pone punto y final a sus hechos. Un lugar que, de nuevo, han sabido construir realmente bien tanto Kaiu Shirai como Posuka Demizu ya que no sólo muestra en perverso sistema que supone Goldy Pond, sino que deja ver un nuevo punto de vista frente a un mundo donde la vida es la moneda de cambio. El personaje de Emma demuestra una vez más sus verdaderas intenciones frente a las personas, pero es gracias a la aparición de Lucas —una de las sorpresas más inesperadas de este tomo— cuando Emma saca a relucir esa humanidad que tanto le caracteriza y que tan sólo algunas personas como Ray o Norman, han conocido. Lucas supone una bocanada de aire fresco, no sólo por la propuesta que tiene para Emma sino por cómo tiende un puente de cara a la destrucción total de Goldy Pond. Un hecho que, por el momento, no se ha confirmado pero que esperamos que en el próximo volumen podamos ver parte de su desarrollo. Algo que parecía que tan sólo iba a vivir Emma junto a sus nuevos compañeros, pero que aparentemente también hará junto a Ray y ‘El señor’, o al menos eso deja entrever las últimas líneas de este número. Unas líneas que, de nuevo, denotan la facilidad de los autores por crear auténticos cliffhangers argumentales para cerrar cada uno de los capítulos de la obra. Más o menos se puede prever algunos de los próximos compases, pero como siempre, Neverland tirará todas nuestras sospechas abajo y nos sorprenderá como solo ella sabe hacerlo. Aunque, como ocurre siempre que llegamos a este punto, habrá que esperar dos largos y tardíos meses para seguir con uno de los grandes éxitos de la Weekly Shōnen Jump.

Reseña de The Promised Neverland #8 Lucas y sus amigos - El Palomitrón

A nivel artístico, The Promised Neverland #8, al igual que hacían los primeros tomos de la obra, ofrece un depurado estilo visual de enorme calidad. Posuka Demizu emplea un trazado fino y único para dar forma a todos los elementos de la obra, así como una clara definición en los contornos de sus personajes. Unos personajes que cuentan con un diseño tan característico como poco usual. Estos hacen acopio de unos rasgos muy singulares y un nivel de detallismo sorprendente, donde los registros expresivos —de gran importancia en este tipo de obras— son excelsos. La ilustradora logra una muy buena composición de páginas, y se encarga de poblar las viñetas con una gran variedad y cantidad de elementos que hacen de la lectura una labor más dinámica y vivaz.

La dualidad y los contrastes de los que hace gala The Promised Neverland se ven enormemente potenciados gracias a su arte. El claro predominio del blanco en los primeros compases de la obra denota cierto aire de pureza e inocencia, un claro contraste respecto aquellas partes donde la tensión puede cortarse con el filo de un cuchillo o donde los antagonistas tienen presencia; aquí las tonalidades oscuras y los sombreados bañan las escenas con la esencia de lo lúgubre y lo tétrico. En definitiva, un estilo totalmente único que escapa de convencionalismos y que consigue radiar una atmósfera complemente distintiva que aúna aspectos tales como misterio e inocencia a partes iguales. Una dupla de cualidades que nos acompañará hasta el momento y que por ahora parece no querer soltarnos.

Cómo es la edición de The Promised Neverland #8


Reseña de The Promised Neverland #8 portada - El Palomitrón

Hace algo más de un año Norma Editorial anunció la licencia de la obra durante el XXIII Salón del Manga de Barcelona. La llegada de una de las obras más prometedoras y con mejor crítica a día de hoy por fin se hacía realidad. The Promised Neverland #8 está compuesto por un total de 192 páginas, con ilustraciones en blanco y negro. Sigue el clásico formato tankoubon con una edición rústica con sobrecubierta y una dimensión de 11,5 x 17,5 cm. La calidad de los materiales que conforman este tomo es indiscutible, en la línea de este tipo de obras de la editorial. La portada logra un gran impacto visual tanto por su diseño como por su composición. El diseño de la cubierta respeta al máximo al original japonés, respetando la ubicación horizontal del título y optando por no traducirlo a nuestro idioma. En la misma podemos observar una paleta de colores cobaltos oscuros que dotan de personalidad al volumen, uno cargado de historia y destripes argumentales. En esta ocasión Emma y Ray poseen el protagonismo central de la ilustración, pero en la misma también encontramos una serie de elementos que nos dan alguna que otra pista acerca de la trama central del tomo, además de dejar —cada vez más clara— la hostil realidad ante la que se encuentran los protagonistas de la obra. Como siempre, sin ánimo de desvelar más de lo necesario, aconsejamos quitar la sobrecubierta y observar con sumo cuidado la sorpresa que aguarda. Pequeños detalles que potencian —más si cabe— el misterio que aguarda las palabras de Kaiu Shirai y el arte de Posuka Demizu.

The Promised Neverland #8 salió a la venta el pasado 26 de julio de 2019 a un precio de 8,00 €. Un precio que establece de nuevo la normalidad frente a la promoción inicial de la obra, estrategia que la editorial también ha empleado en otras como Yona, princesa del amanecer y Guardianes de la noche, entre otras. Este séptimo volumen cuenta con un total de nueve capítulos que narran la totalidad de los hechos acontecidos en este tomo. Al igual que ocurría en los siete primeros volúmenes, volvemos a echar en falta alguna que otra página a color, páginas que en la obra original japonesa se encuentran coloreadas y que aportan un toque todavía más distintivo a la obra. Por último, tanto el entintado, como el sangrado y las viñetas gozan de una perfecta armonía en el tomo y además está perfectamente traducido a nuestro idioma, cortesía de Carlos Mingo e Irene Telleria.

Marisol Navarro

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Publicista aficionada de las películas, las series y el cómic en general. No tengo un género preferido, pero todo lo gore me apasiona. Adoro viajar, y si algún día consigo ir a Japón, sin duda para el trayecto tendré preparada toda la obra de Sui Ishida.