El Palomitrón

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Loreto Mauleón - El Palomitrón
2021 ENTREVISTAS REDACTORES SERIES

HABLAMOS CON LORETO MAULEÓN (PATRIA): «HAY HERIDAS ABIERTAS, PERO ES SANO HABLAR»

Patria es un proyecto que ha cambiado la vida de unas cuantas personas. Una de ellas es Loreto Mauleón, una de esas actrices que hace callo trabajando en series de emisión diaria, en las que se precisa más efectividad que método. La primera fue Goenkale, un clásico de la autonómica vasca ETB, su verdadera escuela de interpretación. Después pasó por El secreto de Puente Viejo, la gran cantera de una generación de intérpretes que no pasaron por las series juveniles. 

Unos años después le llega su proyecto de mayor envergadura: la adaptación televisiva de la novela superventas Patria, el gran baluarte de HBO tras su desembarco en España. Aprovechando su reciente nominación como Mejor actriz de reparto en los Premios Feroz, charlamos con ella sobre el momento dulce que está viviendo. 

*Foto de portada: Atresmedia

¿Cómo recibiste la noticia de la nominación?

Va a parecer un desastre, pero no sabía que se anunciaban ese día. Estaba haciendo la compra y cuando salí me dije: «¿qué habrá pasado que tengo tanto mensaje y tanta llamada?»

Patria ha sido todo un éxito, tanto de crítica como de audiencia (HBO España ha comunicado que ha sido su serie más vista en 2020, por encima de grandes clásicos como Juego de tronos y de producciones actuales como Westworld). ¿Cómo estás viviendo tú ese éxito?

Está siendo muy extraño por la situación que estamos viviendo. Al estar todos en casa, ha dado pie a que más gente pueda ver la serie. Pero yo también estoy en mi propia casa, así que es muy curioso. Es bonito también. Tampoco me había visto antes en esta situación.

La serie partía de inicio con una doble circunstancia poco habitual: el éxito arrollador de la novela de Fernando Aranburu que adaptáis y un tema de fondo tan complejo como el conflicto vasco. ¿Cómo llevabais esta responsabilidad?

Pese a ser conscientes de esto, una vez empiezas un proyecto intentas apartarlo porque no se puede trabajar bajo presión. Tratábamos de no pensar en el imaginario de la gente, en sus expectativas, porque sino atacas el proyecto con miedo. Con respeto, por supuesto, pero no puedes empezarlo con miedo.

Precisamente este año se han estrenado varias series que abordan este tema: además de Patria, La línea invisible y El desafío: ETA. ¿Estamos ya preparados para hablar de esto desde otras perspectivas?

Yo creo que sí, que se está empezando a hablar desde distintos puntos de vista y es muy necesario. Y no tiene que gustarnos todo lo que oímos, pero está genial que podamos hablar de ello. De los proyectos que se han estrenado este año, cada uno pone la cámara en un lugar distinto y creo que eso solo aporta riqueza.

¿Lo percibes también como ciudadana vasca?

Sí. Pasa con todo. Cuando pasa el tiempo se puede empezar a hablar, con cuidado y con respeto. Siempre. Porque hay muchas heridas abiertas, pero es sano hablar.

En Patria interpretas el personaje de Arantxa. ¿Cómo te llega el papel?

Hice casting. Me había leído la novela previamente y el personaje se me quedó dentro. Creo que es un personaje con el que resulta fácil empatizar, yo me iba con ella.  Cuando me salió la oportunidad de hacer el casting, deseé que fuera para interpretar a Arantxa por todo el recorrido que tenía. Cuando me lo confirmaron, imagínate la emoción.

Loreto Mauleón Patria - El Palomitrón

Se percibe un gran trabajo a nivel físico y gestual. ¿Cómo lo preparaste?

Para empezar, hay un trabajo de caracterización, maquillaje y peluquería alucinante. Ahí ya partes con la base del lienzo pintada. Para la Arantxa adulta, trabajé con una terapeuta que trata con personas que han padecido ictus y otras situaciones parecidas y conoce muy bien por dónde pasan, qué necesitan y qué relación tienen con sus cuidadores. Yo le preguntaba por cuestiones físicas, pues era mi mayor dificultad. Arantxa no podía mover la mitad del cuerpo, pero yo sí, así que había que conocer muy bien la colocación o cómo levantarme de la cama. Eso ya me marcaba una manera de mirar. Entre esto, Internet y algún caso real que todos podemos conocer más o menos de cerca, vas construyendo.

¿Cómo acababas esas jornadas de rodaje? 

Fue duro. Físicamente era cansado. Esa postura del cuello me solía dar dolores de cabeza. A raíz de usar el iPad, tuve tendinitis en la mano y la muñeca. Por mucho que calentara, eran muchas horas con la misma postura. Con fisio iba mejorando la cosa. 

Para comer era también muy problemático: eran tres horas de colocación de prótesis y maquillaje más otra hora para quitarla, así que aprovechábamos para grabar todo el día. Me compré unas pajitas de bambú e ingería alimentos líquidos para no estropear la prótesis.

Muchas de tus secuencias son un duelo interpretativo con Ane Gabarain (Miren). ¿Cómo ha sido el trabajo con ella?

Aparte de ser una actriz increíble, es muy muy generosa. Yo la quiero muchísimo. He aprendido todos los días de ella, hace un trabajo increíble. Tenía uno de los personajes más complicados y era un lujo tenerla delante.

La ficción vasca está viviendo una etapa muy dulce. Solamente este año están destacando producciones como Patria, Ane o Akelarre, además de la preselección de La trinchera infinita a los Oscar. ¿Qué factores crees que han influido en este buen momento para la industria audiovisual vasca?

Es verdad que se están haciendo cosas muy interesantes. La causa concreta no lo sé, pero te alegras mucho por el éxito de todos. Hace poco rodé un corto con David Pérez Sañudo (director de Ane), y ahora cuando veo sus nominaciones me entra una emoción como si fueran de la familia. Les deseo a todos lo mejor y que podamos seguir haciendo muchas cosas.

Muchos de tus trabajos han sido para televisión. ¿Qué te atrae principalmente del medio?

Aunque haya gente a la que no le guste tanto, a mí me gusta el hecho de que sea un trabajo diario. Y, así como el cine y el teatro tienen esta preparación anterior, que es maravillosa, la tele (y más en las series diarias) tiene esa cosa de rapidez y de resolver lo que haya. Y eso también me gusta mucho. Las series diarias están muy poco valoradas para todo el mérito que tienen.

¿Has notado mucha diferencia al saltar de las diarias a las series de prime time?

En las diarias no sabes qué le va a suceder a tu personaje dentro de 15 días. Vas solucionando. En Patria, en cambio, ya me podía hacer un recorrido mental. En el set, además, no hay tanta prisa. Actoralmente, la mayor diferencia está en el ritmo. Para rodar los 8 episodios de Patria empleamos 5 meses, aunque igualmente intensos porque emocionalmente había mucha implicación.

Justo la pasada semana nos enteramos de que vas a ser ‘chica Disney’ (Disney + ha confirmado la adquisición de la miniserie Besos al aire, producida por Mediaset y Alea Media, ambas responsables de Patria). ¿Qué nos puedes contar del proyecto?

Yo interpreto a una cámara que acompaña a un reportero interpretado por Jaime Olías. No puedo avanzar mucho más sin desvelar nada porque son historias pequeñas que van ocurriendo durante en el confinamiento. Es una serie ligera, pese a tener momentos un poco más duros. Tiene muchos puntos de humor y de amor, como anticipa el título, y creo que va a ser una serie muy bonita de ver.

La trama transcurre durante la pandemia y, lógicamente, grabada en el mismo contexto. ¿Cómo ha sido rodar en estas circunstancias?

Recuerdo que la primera secuencia que grabé fue con mascarilla. Y de repente decías a tu compañero: «Ya no es que esté actuando sin verte la cara, es que no te escucho bien». Y no sabes cómo se va a ver eso desde fuera. 

¿Pensabas en la expresividad de los ojos?

¡Sí! A veces me decía: «Me estoy riendo y parece que no me estoy riendo. Tengo que exagerar la risa para que se note». Es complicado.

Tú que has hecho tantas series, ¿qué sueles ver como espectadora?

Últimamente me he estado poniendo al día con las series españolas y creo que se están haciendo cosas súper interesantes. Antidisturbios me ha encantado. Me alegré mucho de que se llevara el Premio Forqué. Por supuesto, me habría encantado que se lo llevara Patria, pero es una producción muy bien hecha y están todos y todas estupendos. También Veneno. En general, todas las que se están haciendo son de una calidad increíble.

De fuera, ahora estoy viendo Treme y durante el confinamiento aproveché para verme A dos metros bajo tierra y se ha convertido en mi serie favorita. Me quedé huérfana cuando acabó. Veo un poco de todo, también This is us. Sí que estoy percibiendo que las tramas familiares me atraen mucho, aunque por otro lado me encanta Twin Peaks.

¿Tienes sueños como actriz (trabajar con determinada gente, cruzar fronteras…) o eres más pragmática?

Creo que vivo más el día a día, en general. Es verdad que a veces estás viendo una película y piensas: «me encantaría que me dirigiera esta persona o compartir escena con esta otra», pero no soy de soñar a lo grande. Las cosas van viniendo, si vienen, pero no me complico mucho en ese sentido. Me gusta la vida normal, sencilla. Me encanta mi trabajo y todo lo que viene y me supone un reto, me encanta. No sueño con irme fuera o hacer tal cosa, pero si un día llega, será estupendo.

Y gustándote esa vida sencilla, ¿cómo llevas la popularidad adquirida gracias a Patria, si es que la percibes?

Pues esto conecta con lo que hablábamos al principio. Como la situación es tan rara, no ha cambiado nada. Hay veces que a la gente le suenas, que te mira o te saluda por el barrio pero no te conoce como tal. Pero no en exceso. Me sorprendió una vez, esperando un tren en la estación de Chamartín, que una señora me reconociera con la mascarilla solo por los ojos. Pues sí, algo queda ahí.

Fon López

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He crecido viendo a Pamela Anderson correr a cámara lenta por la arena de California, a una Carmen Maura transexual pidiendo que le rieguen en mitad de la calle, a Raquel Meroño haciendo de adolescente con 30 años, a Divine comiendo excrementos y a las gemelas Olsen como icono de adorabilidad. Mezcla este combo de referencias culturales en una coctelera y te harás una idea de por qué estoy aquí. O todo lo contrario.