Keira Christina Knightley (Londres, 1985) pidió a sus padres un agente a los 3 años. Lógicamente ellos se resistieron a la extraña petición de su retoño… aunque no mucho tiempo. A los 6, ya tenía uno propio. A la actriz británica lo de la interpretación le viene de cuna. Hija del actor Will Knightley y de la dramaturga Sharman Macdonald, debutó en la pantalla grande con tan solo 9 años, en el filme de Moira Armstrong Dos Mujeres (1994).

En ese momento empezó su despegue imparable en una profesión definida por ella misma como “increíblemente catártica” y una carrera marcada por los personajes de época y sus inolvidables papeles en algunas de las comedias románticas más entrañables. A sus 34 años, Knightley ya no es solo una de las caras imprescindibles del cine británico y hollywoodiense o un icono en las alfombras rojas. También es de esas estrellas que brillan precisamente por su naturalidad y compromiso social. Repasamos la filmografía de nuestra protagonista de este Paseo de la Fama.

Inicios en Hollywood: Star Wars (1999-2003)

La joven Keira siempre tuvo claro qué camino quería seguir y demostró su empecinamiento en conseguirlo abandonando los estudios a los 17 años. La jugada no le salió nada mal. Su primer contacto con Hollywood fue en 1999, nada menos que en Star Wars: Episodio I – La amenaza fantasma, interpretando a Sabé, la suplente de la reina Amidala (Natalie Portman).

Poco después coprotagonizó el thriller psicológico The Hole, del director británico Nick Hamm (2001). Seguidamente le llegó su primer papel con enjundia, dando vida a Jules, una futbolista adolescente, en Quiero ser como Beckham (2002).

2003, directa al estrellato

El salto definitivo a su carrera se lo pusieron en bandeja en 2003 con Piratas del Caribe: la maldición de la Perla Negra. Fue elegida junto a Orlado Bloom y Johnny Depp como protagonista de la saga de piratas más famosa de la historia del cine. Aunque antes de aceptar tuvo serias dudas y pensó que la película sería un desastre, más de 15 años después su carrera sigue ligada a la memorable Elizabeth Swann.

2003 fue un año de éxitos para Keira Knightley y se ha quedado marcado también en su carrera por participar en una comedia romántica de culto como Love Actually. Ella reconoce no haber visto nunca más el filme porque no le gusta su imagen en pantalla, pero el resto de los mortales nos la sabemos de memoria y la hemos catalogado su escena de los carteles como una de las declaraciones de amor más top del cine.

La reina de los dramas de época (2005-2012)

Después de esa etapa, Knightley compaginó algunos papeles en el teatro con trabajos en el cine con menor trascendencia como El rey Arturo (2004), Domino (2005) y The Jacket (2005). Aunque oportunamente pudo demostrar un enorme talento para desenvolverse en cualquier terreno interpretativo. Hasta que le llegó un nuevo golpe de suerte, un caramelo llamado Orgullo y Prejuicio. Gracias a Elizabeth Bennet se ganó definitivamente el respeto y el reconocimiento de la crítica y el público y una nominación a los Globos de Oro y a los Oscar.

Posteriormente, mientras participaba en otras producciones, como dos nuevas entregas de Piratas del Caribe, cosechó una lista de exitosos dramas de época. Así, fue coleccionando títulos en su filmografía como Expiación (2007), película por la que volvió a ser nominada a un Globo de Oro y a trabajar con Joe Wright tras Orgullo y Prejuicio; Seda (2007), una adaptación de la novela de Alessandro Baricco; La duquesa (2008), donde interpretaba a la fascinante Georgiana Cavendish, duquesa de Devonshire, una de las aristócratas británicas más adoradas del siglo XVIII; Un método peligroso (2011), filme en el que se metía en la piel de la joven rusa Sabina Spielrein antes de convertirse en la reputada psiquiatra y psicoanalista; o Anna Karenina (2012), transformándose en la musa que concibió León Tolstói en su inmortal novela.

Además, durante estos años entró en la lista de las mejores actrices pagadas de Forbes. En 2008 la revista la identificó como la segunda actriz mejor pagada de Hollywood, con ganancias rondando los 32 millones de dólares.

Proliferando éxitos (2013-2018)

Si la etapa anterior de la carrera de Keira Knightley destaca especialmente por un género concreto, en los últimos años de su andadura en el cine ha ocurrido justo lo contrario. Lejos de acomodarse en personajes parecidos, la actriz ha experimentado con su lado más versátil. Para la comedia romántica Begin Again (2013) aprendió a tocar la guitarra y dio clases de canto. El esfuerzo obtuvo recompensa, pese a que el director, John Carney, dijo en un principio sentirse decepcionado con el resultado. De hecho, en un principio Carney barajó otras protagonistas para encarnar a Gretta, como la cantante Adele o Scarlett Johansson. Al final, el trabajo de Knightley y de sus compañeros de reparto, Mark Ruffalo y Adam Levine, fue muy bien recibido, y una de las canciones originales de la cinta, nominada al Oscar.

Otro de los papeles que más satisfacciones le ha dado es el de Joan Clarke, la mujer que ayudó al matemático Alan Turing a descifrar el código nazi enigma durante la Segunda Guerra Mundial. Descifrando Enigma (2014), obtuvo ocho nominaciones al Oscar, entre ellas la de mejor actriz para Knightley.

Más tarde se embarcó, entre otros proyectos, en Everest (2015), una superproducción de aventuras sobre las peripecias de dos expediciones para alcanzar el pico más alto del mundo y en Belleza Oculta (2016), un drama bastante vapuleado por la crítica.

En 2017, tras ausentarse de la cuarta entrega, volvió a vestir el traje de Elizabeth Swann en Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar, la quinta parte de la saga de piratas. Y también con un atuendo lleno de parafernalia se embarcó en el personaje más naif de su carrera, interpretando al Hada de Azúcar en la película de animación real de Disney El Cascanueces y los Cuatro Reinos (2018), un registro al que no nos tenía en absoluto acostumbrados.

Y, finalmente, en su último estreno, Colette (2018), ha vuelto a dar vida en la gran pantalla a un personaje clásico. En esta ocasión ha sido a la fascinante autora francesa Sidonie Gabrielle Colette, culpable ella sola de escandalizar a la alta sociedad parisina de los años 20 con sus novelas Gigi y Claudine. “Tiene una capacidad innata para entender a los personajes de época”, reconoció el director de la cinta, Wash Westmoreland.

Además, tiene pendientes de estreno otros tres trabajos: El día que vendrá, un relato ambientado en la Alemania del a posguerra basado en la novela del escritor Rhidian Brook; Berlin I love You, un compilado de cortometrajes que sigue la línea de Paris je t’aime y otras historias de amor en diversas ciudades del mundo; y el thriller político Official Secrets, en el que Knightley es una denunciante del Servicio de Inteligencia Británica que, justo después de que se anunciase la invasión de Iraq en 2003, filtró un documento secreto de la NSA.

Casi 30 años lleva Knightley en el mundo interpretación dando vida a personajes llenos de complejidad, mujeres fuertes y poderosas que la han hecho crecer junto a ellas. Ahora solo le falta que se le reconozca con el Oscar.

María Robert