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COMEDIAS TRISTES: JUVENTUD, DIVINO TESORO

Sobre la juventud y el fracaso, entre otras cosas. El director Jorge M. Fontana habla del tono de su ópera prima Boi, utilizando el concepto de comedia triste. Para él es la manera de concebir el mundo. La película en concreto sigue las desventuras de un joven que deambula algo perdido por el mundo en su nuevo (y precario) trabajo como conductor de taxi. A raíz de este film recuperamos comedias dramáticas afines sobre jóvenes, con esa capa amarga, pesimista y desesperanzadora, que las convierte en comedias tristes, siempre con ese toque de espontaneidad. Con esa narrativa del descubrimiento en torno a la crisis existencial.

OH BOY (2011, JAN OLE GERSTER)

Esta ópera prima alemana sorprendió en su momento arrasando en los premios germanos. La película ofrece a través de su personaje un retrato del Berlín más cambiante, más hipster, más cooltureta y a la vez más local, dónde parece cada vez más complejo encajar. Un joven de clase media perdido en el vaivén emocional del cambio y en el devenir del futuro será el perfecto catalizador para una comedia ligera llena de incisivos rayos de cruda realidad.

ACADEMIA RUSHMORE (1998, WES ANDERSON)

El segundo largometraje del reputado cineasta Wes Anderson asienta las bases de su universo y, efectivamente, sigue las desventuras de un joven frustrado y de su no muy bien encaminado futuro. Los siempre extravagantes personajes del director son, en ocasiones, exageradas y barrocas caricaturas que sirven, precisamente, para esconder personajes de lo más humano. Llena de ironía, sueños frustrados y un brillante Bill Murray, Academia Rushmore es la prueba de que a veces son los mayores los que enturbian nuestro propio futuro.

ALGO EN COMÚN (2004, ZACH BRAFF)

Zach Braff (Scrubs) debutaba tras las cámaras colocándose también delante de ellas en esta comedia romántica. Casi terapéutica, la película sigue la salida de la depresión de su protagonista. En el camino se cruzará con una peculiar Natalie Portman, en un papel de it-girl, que de alguna manera le cambiará la vida. Una comedia ácida, romántica y muy extraña, con una factura muy indie americana, de nuevo surcando los mares de la incertidumbre en la juventud.

TODAS LAS CANCIONES HABLAN DE MI (2010, JONÁS TRUEBA)

El debut de Jonás Trueba transita los alrededores amorosos de la vida del protagonista a través de sus romances y desventuras. Tono ligero aderezado con una buena crisis existencial de manual. Además, el film fue producido con muy bajo presupuesto. Casi diez años han pasado y el director actualmente va camino de su octavo largometraje, sin desapegarse nunca de sus  temas y de la juventud.

FRANCES HA (2012, NOAH BAUMBACH)

El director y guionista Noah Baumbach plasma de la mano de Greta Gerwig el recorrido emocional de una veinteañera que se niega a aceptar su propia crisis de identidad. Altas expectativas, traiciones entre amigas, un futuro laboral precario, descubrimiento personal… Todo un retrato generacional convertido en película de culto, sobre el fracaso y las aspiraciones en la vida.

BEGINNERS (PRINCIPIANTES) (2011, MIKE MILLS)

Mike Mills (Mujeres del Siglo XX) realizaba su primer largometraje jugando con el contraste y la falta de experiencia en la vida, haciendo de unos y otros principiantes. Con un tono marcadamente melancólico la película se nutre de pequeñas cosas para alcanzar a unos personajes de nuevo perdidos, en sus amores y en sus descubrimeintos. Oscar a mejor actor secundario para un inolvidable Christopher Plummer, incluído.

LARS Y UNA CHICA DE VERDAD (2007, CRAIG GILLESPIE)

Una muñeca hinflable es el vehículo y refugio de Craig Gillespie (Yo, Tonya) para hablar del miedo a afrontar la madurez y la vida real. Una delirante tragicomedia capitaneada un Ryan Gosling más blandito de lo habitual, ya que engordó para el personaje. Resulta que a veces necesitamos contarnos mentiras para poder enfrentarnos a la cruda realidad y al inminente presente, por muy feo que parezca.

Estos films, más allá de ahondar en sus personajes, los celebran. Con un filtro alegre a la par que pesimista celebran sus identidades, celebran sus personajes deambulantes, perdidos. Jóvenes en sus veinte, en sus treinta, con unas inquietudes similares y con un futuro por delante. Voces jóvenes orbitando en algún lugar remoto entre la comedia más ligera y el drama más naif, intentando aproximarse a su futuro sin volverse del todo locos.

Boi, de Jorge M. Fontana, llega a las carteleras este 29 de marzo.

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Espectador curioso y soñador inquieto. Narrador licenciado en Comunicación Audiovisual. Cuando vio por primera vez "Amèlie" tenía 12 años y se pasó un interminable verano tirando piedras al río tarareando, ahora está en una etapa más "Frances Ha" con un poquito más de costumbrismo.