ZOOM, CASADO Y BANDERAS, GRANDES ALIADOS DE UNOS REPARTIDOS GOYA 2021
Muy poca gente daba un duro por una gala virtual para los Goya 2021. Algunas criticadas ediciones recientes, la fallida experiencia de los Globos de Oro y unos anticipados fallos técnicos que finalmente apenas se produjeron nos hacían ponernos en lo peor. Pero la falta de expectativas y el buen hacer de María Casado y Antonio Banderas nos hicieron acostarnos con un mejor sabor de boca del que habíamos imaginado.
Los presentadores y productores decidieron prescindir del humor para ofrecernos una (aplaudida) gala muy sobria, en la que se descartaron los chistes y de la que, por momentos, se apoderó un luto que nos costaba sacudirnos desde casa. Incluso los chanantes Carlos Areces y Julián López parecían recién llegados de un entierro. Curiosa decisión en un año en el que la gente se ha lanzado en masa a maratonear The office, Friends o Schitt’s Creek para aliviarse de tanta mala noticia.
No faltó el minuto de silencio y el homenaje a trabajadores esenciales durante la pandemia, en esta ocasión con mejor gusto que en los Forqué, permitiendo a la enfermera Ana María Ruiz anunciar el Goya a Mejor película tras un sentido discurso. Afortunadamente, aquí se dieron cuenta de que los trabajadores esenciales no llevan puesto su uniforme de trabajo fuera del horario laboral y no solo las estrellas tienen derecho a vestir de gala.
Deprisa, deprisa
Los Goya 2021 quisieron rendir homenaje a Luis García Berlanga en el año del aniversario de su nacimiento, aunque el mítico título que nos venía a la mente era el de la película de Saura. Apenas pasadas las 11 de la noche ya se habían entregado los premios a todas las categorías técnicas, las tres de cortometraje y el Presidente de la Academia Mariano Barroso había pronunciado su discurso institucional. Un discurso sustentado sobre tres patas: la necesidad de estar sin celebrar, el cine como salvador y curador de tantas almas rotas por los efectos de la pandemia y la mayor presencia de mujeres entre las nominadas en toda la historia, un 41% que solo nos debe servir como base para seguir reduciendo la brecha de género.
Para ventilarse casi media gala en una hora, Banderas y Casado contaron con una aliada que a priori parecía candidata a peor enemiga de la noche: la videollamada. La ausencia de tiempos muertos entre el patio de butacas y el escenario y besos entre premiadas y entregadoras, sumados a los nervios que te quitas por estar en tu casa y con tu gente aceleraron los discursos de agradecimiento aunque se llevaron parte de la emoción que se suele vivir sobre las tablas. Los fallos técnicos que todos preveíamos apenas se hicieron notar, y hasta las 23:45 no apareció la primera -y única- persona muteada por error (Fernando Trueba). El gran momento de comedia de la noche lo provocó la divertidísima Celia de Molina creyendo que le habían dado el Goya a su hermana Natalia en lugar de a su tocaya Nathalie Poza, con la correspondiente carcajada de la jiennense.
Americanos, os recibimos con alegría
Como decíamos, la gala quería homenajear a las víctimas del COVID pero también a Berlanga. Para ello no se les ocurrió mejor idea que presentar a Carlos Latre en blanco y negro (parecía maquillado por la drag queen Detox -busquen en Google y lo entenderán-) imitando al cineasta y a la diosa Diana Navarro cantando el famoso Americanos de Bienvenido Mr. Marshall con un tono más enjundioso que satírico. Curioso elegir este tema en el año en el que los Goya, de la mano de su conductor y productor, deciden entregarse a las estrellas de Hollywood, que aunque dieron mucho lustre apoyando al cine español, quizá no terminan de ayudar a desprendernos de esa España acomplejada que necesita validación externa para que se la tomen en serio.
Por nuestras pantallas pasaron Charlize Theron, Barbra Streisand, Tom Cruise, Glenn Close, Naomi Watts, Laura Dern (esperando con fervor un «Laura, guapa, que soy Pedro») y un largo etcétera de intérpretes internacionales. Todo sucedía tan rápido que en menos de 10 segundos de reloj pasamos de Alberto San Juan dándole una hostia al PSOE por incumplir su promesa electoral de proteger el derecho a la vivienda, a ver la cara derretida de Sylvester Stallone y, acto seguido, Isabel Huppert hablando de perfil porque sí, porque es la Huppert y se lo puede permitir.
Por lo demás, un bonito y acertado In Memoriam protagonizado por Vanesa Martín, una muy elegante puesta en escena para recibir a la Goya de Honor Ángela Molina y una Nathy Peluso que le quitó el paladeo a La violetera de Sara Montiel.
Las premiadas
¿Y los premios? Ah, sí, los premios. Curiosamente lo menos comentado de la noche. Las grandes triunfadoras fueron Las niñas y Akelarre, con cuatro y cinco estatuillas, respectivamente. Pilar Palomero arrasa con su debut llevándose para casa el reconocimiento a Mejor dirección novel y Mejor guion original, además de suponer el primer Goya de la historia a una mujer en la categoría de Mejor dirección de fotografía (Daniela Cajías). La cinta también fue reconocida como la Mejor película del año.
Akelarre le ganó la partida a Adu como película más premiada (cinco galardones frente a cuatro, todos ellos técnicos), aunque la producción de Mediaset sorprendió con Salvador Calvo ganando en Mejor dirección frente a tres primeros espadas como Icíar Bollaín, Juanma Bajo Ulloa e Isabel Coixet. La película de Bollaín, La boda de Rosa, fue una de las grandes derrotadas de la noche con dos premios (Nathalie Poza y Rozalén) de ocho posibles.
En cuanto a los intérpretes, Mario Casas por fin puede dormir tranquilo con un Goya en su regazo, Patricia López Arnaiz culmina su gran año con broche de oro y los debutantes Adam Nourou y Jone Laspiur dieron las grandes sorpresas de la noche sin ser favoritos en sus categorías revelación.
La otra gran película de 2020, el documental El año del descubrimiento, consigue la proeza de llevarse dos estatuillas. Aunque para descubrimiento, el de algunos y algunas al ver cuánta gente LGTB está encabezando equipos técnicos en el cine español. Zoom, el gran enemigo de la presunción de heterosexualidad.
Lista completa de premiadas
Goya De Honor: Ángela Molina
Mejor Película: Las Niñas, de Pilar Palomero.
Mejor Dirección: Salvador Calvo, por Adú.
Mejor Actor Protagonista: Mario Casas, por No Matarás.
Mejor Actriz Protagonista: Patricia López Arnaiz, por Ane.
Mejor Película Europea: El Padre
Mejor Película Iberoamericana: El Olvido Que Seremos
Mejor Actor De Reparto: Alberto San Juan, por Sentimental.
Mejor Actriz Reparto: Nathalie Poza, por La Boda De Rosa.
Mejor Película De Animación: La Gallina Turuleca
Mejor Película Documental: El Año Del Descubrimiento, de Luis López Carrasco.
Mejor Guión Adaptado: David Pérez Sañudo Y Marina Parés Pulido, por Ane.
Mejor Guión Original: Pilar Palomero, por Las Niñas
Mejor Dirección Artística: Mikel Serrano, por Akelarre.
Mejor Montaje: Sergio Jiménez, por El Año Del Descubrimiento.
Mejor Dirección De Fotografía: Daniela Cajías, por Las Niñas
Mejor Cortometraje De Animación: Blue & Malone: Casos Imposibles, de Abraham López Guerrero
Mejor Cortometraje Documental: Biografía Del Cadáver De Una Mujer, de Mabel Lozano
Mejor Cortometraje De Ficción: A La Cara, de Javier Marco Rico
Mejor Música Original: Aránzazu Calleja Y Maite Arroitajauregi, por Akelarre
Mejor Canción Original: «Que No, Que No», de Rozalén, por La Boda De Rosa
Mejor Dirección Novel: Pilar Palomero, por Las Niñas
Mejor Actor Revelación: Adam Nourou, por Adú
Mejor Actriz Revelación: Jone Laspiur, por Ane
Mejor Dirección De Producción: Ana Parra Y Luis Fernández Lago, por Adú
Mejores Efectos Especiales: Mariano García Marty Y Ana Rubio, por Akelarre
Mejor Sonido: Eduardo Esquide, Jamaica Ruíz García, Juan Ferro Y Nicolás De Poulpiquet, por Adú
Mejor Maquillaje Y Peluquería, Beatushka Wotjowicz Y Ricardo Molina, por Akelarre
Mejor Diseño Vestuario: Nerea Torrijos, por Akelarre
Fon López