Hace pocos años la productora HBO aterrizó en España con Patria, una propuesta novedosa que se convirtió en la primera piedra de todo un universo poblado de productos vistosos y reconocibles bajo el prisma de un identificable sello español. A esta le siguieron Foodie Lovers, las docuseries El Pionero o Dolores. La verdad sobre el Caso Wanninkhof o la serie rodada a corazón abierto En Casa. 30 monedas, serie de Alex de la Iglesia, no sólo se acabó convirtiendo en uno de los buques insignias de la productora en España hasta el punto de llegar a anunciar una nueva temporada ya en marcha, sino que también supo elevar hasta su máxima expresión los resortes que poblaron nuestro fantaterror con una historia exageradamente extrema como las mejores de Alex de la Iglesia salpicada de chispazos de aventura y fantasía que convirtieron a la serie del director vasco en una rara avis muy propia del audiovisual español, pero, a la vez, muy adaptable a un público muy internacional que miraba a España como la cuna de ese talento todavía por explotar. Con ¡García!, HBO ha subido la apuesta y ha pergeñado un producto español igual de reconocible que 30 monedas, plagado de referencias a la actualidad y a la historia de España, pero con un toque pop que mezcla el fantástico, la ciencia ficción y la aventura para regalarnos un producto único, puramente patrio, pero con mecanismos fácilmente adaptables al público internacional que pretende ser la nueva referencia seriéfila de nuestro particular universo audiovisual.

La 55 edición del Festival de Sitges nos trae en primicia los dos primeros episodios de ¡Garcia! Y su visionado nos ha confirmado no sólo el buen ojo de HBO en la elección de sus producciones, sino el ingente talento acumulado en un país que, tras La casa de papel, Élite, la mencionada 30 monedas o películas como la saga REC o la recientemente ganadora del Oso de Oro en Berlín, Alcarràs, está empezando a ser reconocido mundialmente como un espacio de enorme talento audiovisual. Es precisamente en la capital catalana del fantástico donde podemos entrevistar a la actriz y al actor principal, Veki Velilla y Francisco Ortiz, quienes encarnan los papeles de Antonia y García, respectivamente.

¡García! cuenta la historia de Antonia, una periodista que vive en una España actual bastante más tensionada políticamente que la que realmente habitamos. En un trabajo de investigación encuentra sin pretenderlo una pista que la llevará hasta un lugar donde se halla criogenizado un superagente de los servicios secretos de Franco, García, valedor del caudillo y del reino de España que velará por el orden del país, pero que, sin embargo, se despierta en una España bien diferente a la que vivió él en su día. Antonia y García deberán enfrentarse y resolver un conflicto que amenaza con ser mayor de lo esperado, una conspiración nacional que pretende arrebatarle al país la democracia para siempre.

La sensación al acabar los dos primeros capítulos de ¡García! es la de un inmenso trabajo que deja sin respiración: una sucesión de acción bien rodada, el mejor humor español de situaciones y dos personajes carismáticos sobre un telón de fondo que levanta un argumento que bebe de lo mejor de la acción y las aventuras en nada envidiables a las producciones allende los mares. Basada en la novela gráfica de Santiago García y Luis Bustos, la adaptación a la pantalla por parte del director Eugenio Mira es sin duda un gran acierto por parte de HBO y un gran regalo para todos aquellos que disfruten de un producto de aventuras, acción y ciencia ficción a partes iguales. “Es una serie de aventuras”, explica Veki Velilla. “Al final, todo esto que haya mamado de Indiana Jones, un punto de James Bond, también lo han dicho bastante en Austin… Todas estas cosas, como que al final tienes muchos ingredientes de proyectos que han sido muy gordos allí para la gente de fuera o a nivel mundial. Y ya con todo eso creo que son muchos ingredientes como para decir -Ostras, voy a ver de qué va todo esto- Te están hablando de política, que existe en todo el mundo. Aquí, en concreto es la política de aquí de España, pero lo puedes extrapolar a todo lo que ha ido pasando. Creo que es muy amplio”.

En nuestra entrevista, ella responde a la pregunta de qué fue lo que más le marcó de esta serie: “Bueno, lo que más me llamó la atención es la historia. Que se hable de este tema en España en audiovisual, de repente pensé: -No sé si nos van a dejar, si esto se puede hacer, si puedo hacerlo, si no-. Como un conjunto de pensamientos. El personaje… Me pareció un reto la vida de Antonia, la forma de moverse, los gestos, la forma de hablar: súper rápido, muchas cosas, muchos conceptos, la boca más veloz que la mente…  Eh, bueno, en fin, yo creo que un poco todo. Luego ya, Eugenio, cuando le conocí, me enamoré. Él, por supuesto, ha sido el mejor García que puede haber (sonríe señalando a Francisco Ortiz). Es que un poco todo”. Velilla concede al personaje de Antonia una dimensión única que entra de lleno en el humor sin acercarse jamás a la parodia e irradia con su interpretación una naturalidad que, en otras circunstancias, hubiera sido demasiado acartonada. “En mi caso, la verdad, creo que es un momento muy apropiado para García, ¿no? Para grabar esta serie. Ahora mismo vivimos la sensación de momentos tan convulsos que creo que entra muy bien ahora mismo, e incluso es necesario que se expongan cosas así. Y, aparte, el personaje es tan enigmático y tan potente, que para mí fue un regalo. Me sentí… Ya sólo que quisieran verme en el castin me pareció una sensación de sentirme muy afortunado y cuando pasé la primera vuelta y hubo un castin final donde apareció esta bellísima persona (esta vez es él quien señala a Veki Velilla) sentí una gran seguridad y una gran satisfacción de pensar que entraba en algo, además de gordo, bonito y profundo. Y así ha sido. Y, luego, lo que dice ella, conociendo a Eugenio ha sido una maravilla. Eugenio y todo el equipo porque tuvieron la virtud de juntar un grupo de seres humanos alucinante con los que hemos trabajado verdaderamente bien”.

Pese a que la serie coquetea abiertamente con elementos que beben directamente del pasado fascista español, el estreno de ¡García! puede plantear debates interesantes en el espacio público precisamente a sólo unos días más tarde de la aprobación de la nueva ley de memoria histórica, que pretende trazar una clara línea divisoria con el doloroso pasado dictatorial. “Yo creo que el pasado llega al presente, por lo menos, de dos formas diferentes: una es de una forma natural en la que el presente trae reminiscencias de entonces y luego una manera voluntariosa por parte de la gente en la que se intenta rescatar o mantener ciertos hábitos, tradiciones, no sé, ciertas cosas que, a lo mejor, el curso de la vida ya habría hecho desaparecer o que por propia naturaleza se deberían desvanecer, pero que se intentan mantener. Y creo que García representa ese lado del pasado que llega de manera natural. Creo que hay cierta metáfora en el sentido de que el pasado ni es tan malo ni es tan bueno y sí que hay ciertas cosas de las que no deberíamos desvincularnos del todo. Que en el pasado también había gente divertida y que todos los tiempos son difíciles y que de todo se aprende”, reflexiona Ortiz. Si bien es cierto que reconocer símbolos de la dictadura en una serie actual puede resultar hiriente, no hay duda que esta puede abrir un debate acerca de la memoria histórica y nuestro pasado como país.

Uno de los aciertos de ¡García! es traer a la pantalla una realidad social que late en las calles y que se puede observar en la serie. Desde las cafeterías hípsters con cafés servidos con espuma en forma de corazón hasta el tertuliano habitual que escucha una gran parte de la población española, pasando por esa España llevada al límite, la serie se recrea en una realidad nuestra bastante habitual en la que de lleno se ve sumergido el personaje de García, una realidad totalmente ajena a él. “Evidentemente, todo ha cambiado, pero nada ha cambiado. Seguimos teniendo todo tipo de personalidades, siguen existiendo todo tipo de personalidades, pero sí que hay una cosa por lo menos a nivel moral: que sí que se nos han inculcado ciertos valores que hace años, en el pasado, no eran necesarios. Creo que a medida que pasa el tiempo tenemos la necesidad de crecer no ya intelectualmente sino emocionalmente como personas y menos la de supervivencia”, explica Velilla. “Todo se transforma”, sentencia, categórico, Ortiz. Tenemos claro que para un espectador español, la serie puede ser cómodamente reconocible, pero, al ser preguntados sobre cómo puede ser observada con interés desde el extranjero, Francisco Ortiz continúa: “En cuanto a lenguaje de acción, yo creo que el lenguaje es muy internacional. Hablando del código. Y la serie tiene un gran ritmo, mucha potencia, es muy divertida, muy entretenida y creo que esa es una base importantísima. Yo, como espectador, agradezco mucho cuando aprendo cosas con lo que veo. Aparte de entretenerme, aprendo de la sociedad que se está representando en la película, del país que sea; y creo que esa base tan potente de acción y entretenimiento es perfecta para que el público aprenda de esa España o de la España actual y siempre un poco de lo que somos como país y como sociedad”.

Podremos ver ¡García! el próximo 28 de octubre en HBO. “Era muy abrumador lo que quería hacer, y lo ha hecho”, dice Veki Velilla en referencia al trabajo de Eugenio Mira. “Bueno, lo hemos hecho todos, pero él…” Por nuestra parte, desde El Palomitrón sólo queda desear lo mejor para su estreno y para actriz y actor protagonista que encarnan unos papeles sin los cuales, sin duda, la serie no sería la misma. “Que hagan pis antes de empezar la serie porque no se van a levantar del asiento”, finaliza él la entrevista a modo de recomendación de la serie. “Hay que estar siempre alerta”.

Javier Alpáñez