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Ryoichi Ikegami A través de YUKO y OEN destacada - El Palomitrón
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RYOICHI IKEGAMI: A TRAVÉS DE YUKO Y OEN

En su afán editorial por rescatar y ampliar el catálogo de autores y autoras que figuran en el panteón de leyendas del cómic nipón, Satori Ediciones trae, de nuevo, a un autor ampliamente reconocido en nuestras lindes: Ryôichi Ikegami. Tras la reciente publicación de grandes obras de autores como Leiji Matsumoto (Queen Emeraldas) o Daijirô Morohoshi (BOX), la editorial asturiana continúa explorando trabajos fuertemente arraigados a la corriente estilística del gekiga, movimiento artístico abanderado por grandes figuras como la de Yoshihiro Tatsumi y del que ya hablamos en el correspondiente estudio de la antología de relatos del autor: Tatsumi. Así pues, Ryôichi Ikegami regresa a nuestro mercado a través de dos antologías que condensan a la perfección el estilo y las inquietudes creativas del autor. Yuko y Oen son la materialización de una nueva venida de Ikegami, en esta ocasión como autor completo.

Ryoichi Ikegami A través de YUKO y OEN intro - El Palomitrón

Y es que a pesar de que en España se ha podido disfrutar previamente de la presencia autoral de Ryôichi Ikegami, la mayoría de las veces ha sido como vehículo artístico de un guion fraguado por otras manos. En 1992, Planeta editaría Crying Freeman, aclamada obra donde el realismo y detallismo propios del arte de Ikegami elevarían los guiones de corte adulto del legendario Kazuo Koike. La editorial catalana también publicó obras como Santuario o Mai, la chica con poderes, donde el autor protagonista de este artículo acompañaría a Buronson y Kazuya Kudô, respectivamente, en historias copadas de grandes dosis de acción, crimen, política y aderezos sobrenaturales.

La presencia editorial de Ikegami se vería frenada en seco durante más de una década, hasta que ECC Ediciones apostara por Adam y Eve, una obra corta donde Ikegami desplegaba un muy depurado trabajo artístico para dar forma a una historia de yakuzas, misterio y acción que corría a cuenta de Hideo Yamamoto. Tras esta apuesta editorial, es Satori Ediciones quien vuelve a confiar en el trabajo de quien antaño fuera ayudante de Shigeru Mizuki. Lo hace, como decíamos, a través de dos volúmenes recopilatorios independientes entre sí pero que, en conjunto, funcionan como un eficiente sumario de todo aquello que el autor lleva dentro.  

YUKO: La belleza que habita en lo malsano

Un total de 12 relatos breves publicados entre 1991 y 1997 son los que componen Yuko, una miscelánea de historias donde Ikegami se posa con la elegancia y belleza estética de su trazo en temáticas tales como la obsesión, el sexo o la muerte. El reputado autor japonés lleva a cabo una exploración de algunos de los comportamientos y pensamientos más perturbadores del ser humano; se acoge a lo malsano del individuo y de la sociedad en su conjunto y lo transforma en una portentosa veta de la que poder extraer un cariz de belleza y seducción que sobrevuela la gran mayoría de estos breves trabajos. Ikegami juega con el morbo, lo explora y explota narrativamente; consigue que el lector entreabra la puerta de la estancia a la podredumbre humana, hace que observe y fije la mirada en la oscuridad que la recubre. Porque, efectivamente, hay cierta belleza en su exploración.

  • Ryoichi Ikegami A través de YUKO y OEN panel YUKO 1 - El Palomitrón
  • Ryoichi Ikegami A través de YUKO y OEN panel YUKO 2 - El Palomitrón
  • Ryoichi Ikegami A través de YUKO y OEN panel YUKO 3 - El Palomitrón

Las diferentes historias que forman Yuko son independientes unas de otras, pero guardan una total cohesión tanto en fondo como en tono. Entre el desfile de temáticas que el mangaka presenta en esta recopilación de relatos destaca la perdición de los valores propios en pos de la perversión o la lujuria, el deseo de lo prohibido, el sexo como fuerza motriz de determinadas acciones o la corrupción moral humana que termina por envenenar y erosionar todo cuanto se ha creado. Al margen de este circuito de temáticas en común, Ikegami hace que las mujeres sean otro de los elementos comunes de estos relatos. Su papel dentro de la narrativa es tanto el de víctima como el de verdugo, siendo indispensable para el correcto funcionamiento de la misma. La mujer suele ser retratada como la puerta de entrada a un inhóspito mundo donde reina la sensualidad y el placer, pero donde también acecha un peligro inherente a la obsesión. Inocencia, perversidad, pureza, ambición, deseo, muerte… Ryôichi Ikegami hace que la mujer sea el elemento pivotal de su obra, sin embargo, no en todos los relatos gozan de un complejo tratamiento, siendo desprovistas de un papel que, en ocasiones, no va más allá del de alzarse como mero cuerpo de deseo sexual o elemento de perdición para el hombre. 

En lo artístico, Yuko goza de un sobresaliente despliegue a los lápices por parte de un Ikegami con muchos años de experiencia en la industria y del que es fácil atisbar su particular sello autoral. El realismo y detallismo con el que recrea escenarios y personajes es el dulce atrezo de una narrativa visual sumamente fluida y cinematográfica, completamente entregada a las vicisitudes y deseos de sus protagonistas. Si la figura femenina es uno de los elementos narrativos clave de Yuko, su representación sobre el papel no podría estar mejor lograda. Perfectamente caracterizadas según las necesidades del guion, éstas desprenden un poder y una sensualidad que jamás cede ante lo obsceno o lo grosero, incluso en los momentos donde podría pensarse que sí podría hacerlo. Ikegami también demuestra gran versatilidad en el dibujo al ambientar algunas de sus historias en períodos históricos del Japón feudal con imágenes igual de solventes que las que tienen lugar entre el bullicio y la perversión de las grandes urbes.   

OEN: Sin lugar para la esperanza o la redención

Dejando a un lado Yuko, y con unas pocas semanas de diferencia entre un volumen y otro, Satori Ediciones nos permite acercarnos al Ikegami más añejo pero también al Ikegami más puro. Y lo hace a través de Oen, una antología compuesta por un total de nueve historias sombrías que no dejan lugar a la esperanza ni a la redención. Nueve relatos que se alejan mucho de lo narrado en Yuko, tanto temática como artísticamente, pues será en Oen donde conozcamos a un Ikegami más primerizo. Así, las historias que encontraremos en Oen son historias escritas entre 1966 y 1972, siendo la revista Garo y la revista Shônen Magazine las que publicaron, originalmente, dichos relatos en Japón. Dos canales de difusión totalmente diferentes en los que radica, principalmente, el cambio de visión y expresión de Ikegami. Pues no es lo mismo crear algo para un público más alternativo que para uno más centrado en unos cánones o reglas no escritas.

  • Ryoichi Ikegami A través de YUKO y OEN panel OEN 1 - El Palomitrón
  • Ryoichi Ikegami A través de YUKO y OEN panel OEN 2 - El Palomitrón
  • Ryoichi Ikegami A través de YUKO y OEN panel OEN 3 - El Palomitrón

De esta forma, y sabiendo estos datos referentes a la contextualización narrativa, será muy fácil identificar ante qué tipo de relato estamos. Si ante uno de corte más tradicional o ante uno que realmente nos muestra al Ikegami que queremos ver y leer. Un Ikegami que no teme con su pluma y que se introduce en los límites más oscuros del ser humano. Es cierto que el estilo gráfico que encontraremos en Oen se aleja bastante del plasmado en Yuko, pues los años de experiencia hacen mucho en un mangaka cuyos lápices son reconocibles allá donde miremos, por lo que tras pasar los relatos El corazón de Oen, La flor blanca que nació bajo la tierra y La ogresa de Adachigahara empezaremos a palpar, visualmente, a un Ikegami más inexperto y, sobre todo, a un Ikegami que bebe bastante de sus maestros. Unos que reconoceremos claramente y que, posiblemente, nos hagan viajar hasta Osamu Tezuka —entre otros—. 

Pero lejos de un dibujo, quizá, no tan definido y singular, serán las historias de Oen las que nos permitirán una visión de Ikegami totalmente diferente a la señalada en Yuko. Pues será aquí donde descubriremos la influencia de Mizuki o de Tsuge y cómo la aprobación de la revista Garo ante sus trabajos nos ha permitido disfrutar de una visión cruel, pero realista, del ser humano en todas sus vertientes. Ikegami dibuja con trazo hermoso y delicado la historia de un amor malsano que, en el recorrido hacia su culminación, deja un terrible legado de muerte y destrucción; plasma la crueldad inhumana de unas convenciones sociales que devoran con avidez la vida y el alma de la gente; nos muestra que las apariencias más hermosas pueden ocultar terribles y oscuras intenciones; se asoma a los corazones más inocentes y puros para descubrir que también en ellos anida la maldad; nos habla de la fugacidad de la vida humana, frágil como las alas de una mariposa; y retrata la alienación narcótica de quienes no saben qué hacer con sus vidas. En definitiva, Oen representa una conjunción de nueve historias que nos dejarán conocer a un Ikegami distinto, a un Ikegami más temprano; pero también a un mangaka cuya visión ya oscilaba entre lo oscuro, lo seductor y lo grotesco del ser humano desde sus primeros compases como artista. Uno que se ha inspirado en los más grandes, pero que a día de hoy sigue siendo objeto de inspiración para muchos otros. 

Cómo es la edición de YUKO y OEN


Poca gente pondrá en duda que 2020 ha sido un año para olvidar. Pero a pesar de todos los problemas que hubo, hay, y seguirán habiendo, Satori Ediciones ha logrado llegar a un nuevo curso con los deberes más que hechos. Tras comenzar su línea manga hace escasos años, 2020 le ha servido a la editorial asturiana como año para, poco a poco, consolidar una apuesta editorial tan sobresaliente en calidad como firme en sus intenciones. Tras la publicación de títulos de emblemáticos autores como Kazuo Umezz (El chico de los ojos de gatoLa casa de los insectos), Daijiro Morohoshi (BOX), Yoshihiro Tatsumi (Tatsumi) o el reciente Leiji Matsumoto (Queen Emeraldas), Satori Ediciones se postula ante la primavera con Ryōichi Ikegami. Y lo hace a través de dos tomos recopilatorios de sus mejores relatos titulados Yuko y Oen

Dos tomos que se han puesto a la venta entre abril y mayo de 2021 por un precio de 22,00€ cada uno y que ya podemos hacernos con ambos a través de la página web de la editorial y librerías especializadas. Una obra imprescindible que sale al mercado bajo una edición de lujo que imita lo logrado con El chico de los ojos de gato. Pues tanto un tomo como otro, están compuestos por un total de 448 páginas en blanco y negro; más de 400 páginas bajo un formato A5 rústica con sobrecubierta (tapa blanda) y acabado en mate. Como decíamos, la calidad de los materiales que conforman estos tomos es indiscutible, en la línea de otras obras de la editorial. Aunque en esta ocasión hay que destacar la labor encomiable de traslación de material y cómo se ha adecuado a las necesidades actuales; además de la apuesta por introducir una breve entrevista al mangaka de la obra con motivo de la nueva edición que encontraremos al finalizar cada uno de los volúmenes —distinta en cada ocasión—.

Satori Ediciones ha logrado una edición única que llama la atención desde cualquier rincón; y es que no solo está bien trabajado el diseño externo protagonizado el rostro único y en primer plano de una mujer, en cuanto abramos el tomo nos encontraremos unas solapas de lo más estilosas, información adicional de la obra y el autor y una ilustración que rescata material de la edición original nipona. Por último, mencionar que como sello exclusivo de la editorial, al igual que hacen con el resto de su catálogo, también nos encontraremos dentro de cada tomo un marcapáginas con un diseño basado en la portada. En cuanto a errores de impresión o diseño, no hemos encontrado ninguno. Tanto el entintado, como el sangrado y las viñetas gozan de una perfecta armonía en los tomos; una labor que finaliza con una perfecta localización a nuestro idioma gracias a la labor de Maite Madinabeitia (DARUMA Serveis Lingüístics, SL) para con la labor de OEN y gracias a la labor de Marta Moya (DARUMA Serveis Lingüístics, SL) para YUKO

Edu Allepuz y Marisol Navarro

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Publicista aficionada de las películas, las series y el cómic en general. No tengo un género preferido, pero todo lo gore me apasiona. Adoro viajar, y si algún día consigo ir a Japón, sin duda para el trayecto tendré preparada toda la obra de Sui Ishida.