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Reseña de Tatsumi, de Yoshihiro Tatsumi destacada - El Palomitrón
ANIME / MANGA REDACTORES RESEÑAS

BIBLIOTECA: TATSUMI

Hay sucesos, acontecimientos, que cambian el devenir de la historia, moldean cambios societarios y crean nuevos paradigmas. Una contienda bélica como la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) dejó tras de sí un eterno recordatorio de los errores cometidos por la humanidad, pero también una huella imborrable que marcaría las vidas y corazones de millones de afectados. El pueblo nipón, antes de aceptar la rendición, sufriría las funestas consecuencias del poder armamentístico nuclear; hecho que, sin duda, influiría a toda una generación. Los años de guerra y posguerra marcarían el futuro del manga, focalizado hasta ese momento en un público infantil y joven, además de comenzar a exportarse fuera de la isla. Tras los hechos, el consumo se incrementó gradualmente y la industria creció con firmeza fruto de la generalizada necesidad de olvidar, distraerse y aminorar el impacto psicológico de los frutos de la guerra. Osamu Tezuka, figura histórica clave para entender el medio tal y como lo conocemos hoy día, fue el encargado de expandir y elevar el manga durante esos difíciles años hasta, incluso, lograr un influjo en la sociedad japonesa de aquel momento. 

Las nuevas formas y técnicas de «El dios del manga» —deudoras de la producción de Walt Disney— rompieron casi por completo la manera de crear y concebir el arte de la historieta japonesa. Muchos fueron los jóvenes que crecieron leyendo los trabajos de Tezuka, convirtiéndose algunos de ellos tiempo después también en artistas, claramente influenciados por la labor del maestro. Uno de ellos fue Yoshihiro Tatsumi, quien comenzaría a trabajar como mangaka en los años 50 confeccionando relatos breves de corte infantil y humorístico. Con el tiempo, sus intereses e inquietudes artísticas viraron hacia un estilo más adulto, con un mayor interés y foco de atención en temas más duros y realistas. Así fue como nació el gekiga, corriente estilística liderada por el propio Tatsumi que tomaba nuevos rumbos y abordaba una serie de temáticas dirigidas a ese público que ya era adulto y que buscaba otro tipo de experiencias narrativas. El término gekiga, cuyo significado vendría a ser «imagen dramática», fue acuñado por primera vez en 1957 por Yoshihiro Tatsumi, y su impacto y legado —quizá injustamente menospreciado— fue crucial para la evolución a nivel temático y formal del manga.

Reseña de Tatsumi, de Yoshihiro Tatsumi 1 - El Palomitrón

Junto a ilustres artistas como Sanpei Shirato (Kamui, el ninja desertor), Goseki Kojima (El lobo solitario y su cachorro), Takao Saito (Golgo 13) o Kazuo Umezu (El chico de los ojos de gato), el gekiga se alejaba del circuito comercial con el fin de esbozar una narrativa más dura y realista, con mayor énfasis en la psicología de sus personajes y su papel dentro de la sociedad. Facetas que concordaban con un apartado artístico que intentaba alejarse del estilo clásico, siempre preocupándose por otorgar realismo tanto en las expresiones como en la anatomía de la figura humana; ofreciendo, por lo general, un acabado más sobrio y zafio. El gekiga se consolidaría y evolucionaría en las siguientes décadas gracias al talento de grandes artistas, hasta que en los años 80 el término caería en desuso en favor del seinen, etiqueta demográfica que vendría a ser la evolución natural del gekiga. Así pues, Yoshihiro Tatsumi fue el pionero de una nueva corriente artística que moldearía el futuro de la industria del manga, así como una de las figuras clave para entender el medio. Su trabajo, más reconocido a nivel internacional que en Japón y sin grandes alardes a nivel comercial, no es la primera vez que llega a España.

Tatsumi fue uno de los primeros mangaka en publicarse en nuestro país, y entre la oferta editorial se pueden encontrar trabajos como Infierno y Goodbye (La Cúpula); La gran revelación y Venga, saca las joyas (Ponent Mon) o Una vida errante (Astiberri), obra de corte autobiográfico que fue adaptada posteriormente como largometraje de animación. Ahora, cinco años después del fallecimiento de Yoshihiro Tatsumi, Satori Ediciones vuelve a traer a casa su talento a través de Tatsumi, una antología que reúne lo mejor del padre y maestro del gekiga. Una oportunidad idónea tanto para redescubrir como descubrir por primera vez el trabajo de un autor irrepetible. 

Reseña de Tatsumi, de Yoshihiro Tatsumi 3 - El Palomitrón

Tatsumi recoge un total de nueve relatos independientes publicados originalmente entre 1970 y 1972. Entre sus páginas, y a través de la atormentada mirada de sus personajes, los lectores pueden hacerse una idea de las aptitudes formales de un autor cuya preocupación por ampliar la variedad temática del manga y atraer a un público más adulto le llevó a adoptar una visión punzante y desgarradora de la sociedad japonesa de posguerra, retratando la naturaleza del ser humano de un modo colmado de realismo y fidelidad, sin ofrecer ningún tipo de lección ni juicio moral. En estos espacios narrativos los personajes vagan confusos entre la desesperación, el aislamiento y los placeres fugaces que destellan de vez en cuando en las vidas de hombres y mujeres anónimos. La obra de marras representa a la perfección un enfoque narrativo y una identidad que revolucionaron el manga e influyeron en él sobremanera, abriendo nuevas perspectivas a toda una generación de autores.  

Los años de guerra y posguerra marcaron a toda una hornada de autores y autoras que, en mayor o menor grado, imprimieron en sus obras una serie de temas y valores directamente consecuentes. Yoshihiro Tatsumi parte de los funestos sucesos de Hiroshima para trazar un relato sobrio sobre los horrores vistos por un fotógrafo de guerra. Infierno versa sobre la oscuridad interior de un hombre aparentemente «bueno», los límites que está dispuesto a cruzar un ser humano y el enorme peso emocional de acarrear con las consecuencias. Tatsumi se sirve del suspense y transita de manera muy inteligente entre el explícito y sórdido infierno de la guerra y el individual, el del individuo dentro de una sociedad; porque tal vez los crímenes prescriban, pero el corazón jamás olvida. Por otro lado, Goodbye es el perfecto retrato de la vida de una prostituta japonesa durante los años de posguerra. Una historia que se aleja del protagonismo masculino predominante y que, a su vez, fue representativa del cambio experimentado por el propio Tatsumi, quien comenzó a trascender un poco más allá de los temas cotidianos tratados hasta el momento.

Reseña de Tatsumi, de Yoshihiro Tatsumi 2 - El Palomitrón

Al margen del Japón de la posguerra, el maestro del gekiga abordaba temáticas tales como la desesperación, el aislamiento, la soledad o la identidad a través de figuras subyugadas, atormentadas y de rumbos inciertos. Ejemplo de ello es, por ejemplo, Who are you escorpión?, un relato cuya inquietud existencialista se manifiesta a través de analogías con insectos y la anodina vida de un hombre con el anhelo de llegar a tener poder, tomar las riendas de su vida, mientras su mente no cesa de bombardearlo con cuestiones identitarias. Querido monkey lleva el sentimiento de aislamiento y soledad hasta el extremo de sentir auténtico terror por esa masa uniforme humana que conforma la sociedad. Tatsumi emplea un retorcido humor para narrar los infortunios de un hombre soltero y su peculiar animal de compañía: un mono; todo ello mientras saca a la palestra cuestiones discriminatorias y explora el papel del individuo en sociedad.

Bajo su particular estilo, Yoshihiro Tatsumi también explora la vejez y los distintos tipos de relaciones interpersonales. En La primera vez de un hombre, el autor retrata la fría marginación a la que se somete a la tercera edad y su valoración como activo no productivo para la sociedad. Además de exponer la bajeza y la podredumbre moral humanas a través de relaciones matrimoniales desgastadas y vacías, únicamente mantenidas con vida por puro interés económico. Por su parte, relatos como Cría o Las montañas de los viejos abandonados en Tokio se perfilan como breves ejercicios narrativos que exploran temas como la pérdida, la dependencia y el desgaste psicológico consecuente.

Reseña de Tatsumi, de Yoshihiro Tatsumi 4 - El Palomitrón

Yoshihiro Tatsumi cede y alterna el testigo entre las diversas voces que protagonizan cada una de las nueve historias autoconclusivas que componen el volumen. Se trata de pequeños fragmentos de la vida de gente anónima, gente corriente tratando de lidiar con las asperezas y obstáculos que surgen a lo largo de cualquier vida humana. Tatsumi se erige como una obra coral donde desfilan algunas de las temáticas y valores intrínsecos del mangaka. Breves pasajes muy bien planteados y desarrollados narrativamente que, en conjunto, logran mantener una sensación de cohesión y equilibrio —características de las que, desgraciadamente, no siempre pueden gozar este tipo de recopilatorios—. En cuanto a su apartado artístico, Tatsumi es un título sin grandes pretensiones estilísticas, uno que abraza la simplicidad en su arte a través de un inconfundible y aparentemente sencillo trazo que encuentra sus mayores fortalezas en la expresividad de su elenco humano y en los fondos de paisaje urbano. Y es que a pesar de carecer de un mayor dinamismo y antojarse algo áspero, sobre todo para aquellos que no estén acostumbrados al manga clásico, Tatsumi hace de su trazo un eficaz vehículo narrativo a la hora de plasmar la esencia del gekiga, dando como resultado un producto más que notable desde un punto de vista formal. 

Tal y como ocurre con algunos artistas con una personalidad y unas inquietudes creativas muy marcadas, es probable que Yoshihiro Tatsumi no sea un autor para todo el mundo. Tal vez su visión y los temas que aborda no sean del agrado de aquellos que se muevan por un circuito más comercial, pero es imperativo resaltar su vital importancia para con la historia del medio, así como recomendar a cualquier entusiasta del mismo acercarse a su trabajo, sumergirse en la desgarradora mirada de una figura histórica tan trascendental como lo son Osamu Tezuka o Shigeru Mizuki

Cómo es la edición de Tatsumi


Lanzamientos Satori Ediciones septiembre 2020 Tatsumi portada - El Palomitrón

Tras abrir la veda al manga clásico con títulos como Mujeres del Zodíaco (Miyako Maki) o El chico de los ojos de gato (Kazuo Umezz), Satori Ediciones trae de vuelta a España a una de las figuras más importantes de la industria del manga en su afán por seguir expandiendo un catálogo que denota solidez y que cubre una vital necesidad. El encomiable trabajo de la editorial asturiana sigue presente en la edición de Tatsumi, un volumen único en rústica con sobrecubierta de 264 páginas en blanco y negro y una dimensión de 15 x 21 cm. La calidad de los materiales que conforman esta edición es excelsa, en la línea del resto de títulos de su catálogo. El título seleccionado es el mismo que el de la edición original japonesa, edición que preparó y seleccionó el propio Yoshihiro Tatsumi, incluyendo varios escritos suyos.

Tatsumi salió a la venta el pasado 7 de septiembre de 2020 a un precio de 20€. Además de los nueve relatos que conforman el volumen, Satori Ediciones incluye un epílogo escrito por el propio Yoshihiro Tatsumi, así como una breve nota biográfica del autor y una serie de comentarios de cada una de las historias confeccionados por Mitsuhiro Asakawa, investigador de gekiga. Como ya es habitual, la editorial también incluye un punto de libro con la presente edición. La lectura de Tatsumi no adolece de errores de impresión, diseño o rotulación, y la traducción a nuestro idioma está llevada a cabo con un gran resultado gracias a la labor de Yoko Ogihara y Fernando Cordobés.

Edu Allepuz

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Intento de muchas cosas y una de las piezas que hacen funcionar la sección manganime. Ávido lector de manga, enamorado de la tinta y de la tragedia de Sui Ishida. Firme defensor de la industria como arte y la abolición de estúpidas etiquetas.