En las últimas semanas se han ido produciendo una serie de movimientos en la televisión norteamericana que son muy significativos de las consecuencias directas del Peak TV. Este término, acuñado por el presidente de FX John Landgraf, se traduce literalmente como «pico» o «cumbre»y viene a explicar el momento de sobreproducción de series de televisión que son cada vez más difíciles de rentabilizar. Producciones que, en busca de targets muy específicos, no reúnen el número suficiente de espectadores como para amortizar la inversión que sus cadenas hacen con ellas.
El Peak TV está afectando principalmente a las cadenas de televisión por cable en Estados Unidos, sobre todo desde la expansión de las plataformas de streaming como Netflix, Hulu o Amazon que, si bien en sus comienzos compraban bastantes series del cable para distribuirlas internacionalmente y aumentar sus catálogos, ahora están apostando más por producir series originales.
Entre las noticias que hemos conocido en las últimas semanas se encuentra la decisión de A&E de dejar de producir ficción original coincidiendo con el final de Bates Motel, su serie estrella. No ha sido la única: WGN America, responsable de Salem o Underground, ha decidido seguir los mismos pasos.
Más sorprendentes aún están siendo los cambios que se han anunciado para MTV con efecto inmediato. El grupo Viacom, al que pertenece la cadena juvenil, está reorganizando los contenidos de todos sus canales para concentrar los mayores esfuerzos de producción básicamente en Spike TV (que ahora pasará a llamarse The Paramount Network) y MtV volverá a tener más contenidos musicales y reality shows. Eso explica la decisión de cancelar una serie del gusto de la crítica como Sweet/Vicious y de trasladar su gran apuesta del pasado año, Las crónicas de Shannara, precisamente a The Paramount Network para emitir su segunda temporada.
La ficción original, que en su momento sirvió como estrategia de algunos canales de cable básico (Freeform, USA Network) para construir imagen de marca, parece que tiende a desaparecer o ver muy reducida su presencia en estas ventanas a favor de su expansión en las plataformas de streaming. Está por ver si otros canales con mejor posicionamiento en ficción como FX (American Horror Story, Feud, The Americans) o AMC (The Walking Dead, Breaking Bad) también sufren a corto plazo los efectos del Peak tv.
La burbuja seriéfila no parece que esté pinchando como tal, sino más bien transformándose en otra cosa. El ritmo de producción de Netflix, Hulu y Amazon sigue en aumento y las networks se encuentran estos días en plenos upfronts anunciando las novedades y renovaciones de la próxima temporada.
¿Afecta el Peak TV a España?
Nuestra industria y la norteamericana poco tienen que ver e, incluso en las similitudes, siempre vamos unos cuantos años por detrás. Lo más parecido al cable prémium que tenemos es Movistar Plus, que aún no ha empezado a lanzar su batería de nuevas series originales con las que pretende construir su propia marca de ficción. Que haya decidido rescatar un proyecto de la televisión comercial como Velvet nos indica que su modelo no pretende parecerse a una HBO a la española, sino más bien un híbrido entre Netflix y una cadena de cable en la que quepan contenidos para una amplia variedad de espectadores.
Curiosamente ayer se publicó en Bluper y otros medios se han hecho eco del rumor de la posible resurrección de Vis a vis a manos de Fox España. La noticia de momento no tiene demasiada validez y sorprende en un contexto en el que hasta las cadenas en abierto están siendo extremadamente cautelosas para sacar nuevos proyectos adelante, por lo que sería muy sorprendente que un nuevo actor entrase en la industria precisamente ahora.
Las series de nicho hace tiempo que dejaron de interesar a nuestras cadenas. Esto supone que ahora sea imposible tener en antena un producto como Física o química, dicho por la propia Sonia Martínez (responsable de ficción de Atresmedia), y que probablemente sea una de las causas de la prematura desaparición de Vis a vis tras su segunda temporada. Con tantas ventanas de exhibición y con los jóvenes alejados de la televisión lineal, ni siquiera la televisión de pago puede permitirse acotar demasiado el target de sus series.
Habrá que estar atentos durante los próximos meses, porque parece que el nuevo tablero televisivo aún está por configurar. La próxima temporada se presenta muy interesante y cambiante a ambos lados del charco.
Fon López
