AHS VUELVE CON MY ROANOKE NIGHTMARE
Antes de lo esperado, American Horror Story volvía de la mano de Fox a nuestras pantallas bajo el subtítulo de My Roanoke Nightmare. La serie de terror firmada por Ryan Murphy llevaba meses jugando con nosotros: carteles poco reveladores, pequeños tráileres llenos de misterio y confirmaciones de elenco a cuentagotas crearon las expectativas a las que tan bien acostumbrados nos tienen desde que la serie comenzó en 2011.
Tras el primer episodio, por fin teníamos respuestas: la trama gira en torno a una mansión apartada, donde la pareja formada por Shelby y Matt se muda en busca de tranquilidad. Acontecimientos extraños protagonizados por personas vestidas de época, entre otros, comenzarán a volver locos a los nuevos inquilinos.
Tras 5 temporadas, ¿qué peculiaridades podía introducir esta ficción? Además de la temática, conocida por cambiar en cada temporada, esta vez han cambiado la narrativa: recreación de hechos mediante el testimonio de sus protagonistas. Así, en la piel de Shelby tenemos a la “real”, Lily Rabe, y a su actriz en la ficción, Sarah Paulson. Matt es encarnado por André Holland y representado por Cuba Gooding Jr. Una arriesgada pero muy acertada forma de comenzar esta nueva temporada que a todos los fans nos tiene intrigados. No solo por cómo han sido los meses previos a su emisión, sino por cómo han comenzado los primeros episodios. Por fin volvemos a experimentar sustos que hacía temporadas no nos brindaba Murphy.
Con caras conocidas es complicado reinventarse, pero American Horror Story es experta en hacer que olvidemos los papeles pasados y que nos centremos en los nuevos, bien sea por la caracterización de los actores o por la creación de historias que, aunque muchas veces han terminado decepcionándonos, siempre han tenido una dimensión propia.
Esta temporada está, como todas, creada a partir de un tópico. Los tópicos funcionan por sí solos, sobre todo cuando son historias basadas en hechos reales, pero no podemos quedarnos ahí si queremos hacer una buena ficción. ¿Qué elementos son claves, entonces, para conseguirlo?
En primer lugar, y volviendo a remitirnos a los tópicos, el aislamiento en una casa en medio de la nada. Vecinos poco contentos con los recién llegados, pareja con ligera crisis, antiguas leyendas… Un suma y sigue de acontecimientos. Si a eso le añadimos el papel de Lee, hermana de Matt (encarnada por Adina Porter y Angela Bassett), expolicía con problemas de drogas y alcohol y madre protectora inestable cargada de escepticismos, parece que la situación comienza a ponerse interesante. Y lo hace: el contrapunto entre Lee y Shelby parece comenzar a desaparecer tras las vivencias paranormales de ambas.
En segundo lugar, la leyenda de Roanoke, muy conocida en Estados Unidos y pieza fundamental (aunque todavía no del todo visible) en el hilo argumental de la temporada. Jugar con la introducción histórica de varios periodos es algo que hemos visto desde que comenzó la serie y es, a su vez, uno de los puntos fundamentales que hace que funcione (eso y la conexión temporal de todas las temporadas, ante lo que Murphy dijo que veríamos vestigios dentro de no mucho relacionados con la primera temporada).
Notamos cambios notables respecto a Freak Show y Hotel, cambios que esperamos devuelvan a American Horror Story la esencia que nos conquistó en sus primeras temporadas. Y parece que van por buen camino, pero no podemos sacar conclusiones precipitadas, pues esto no ha hecho más que empezar y aún queda demasiado por conocer. Eso sí, como cada año, estaremos expectantes ante cada nuevo episodio.
Os dejamos el tráiler del tercer capítulo, que se estrena esta noche en Fox Estados Unidos.
Cris Domínguez