EMILY BLUNT O EL TRIUNFO DE LA PERSEVERANCIA
Mañana 21 de diciembre llega a los cines españoles El regreso de Mary Poppins, secuela de la popular cinta protagonizada por Julie Andrews 45 años atrás. La cinta viene precedida de unas críticas muy entusiastas y ha conseguido colarse en la temporada de premios en el último momento (nominaciones al Globo de Oro para casi todos los implicados, incluidas). Con unas expectativas de recaudación gigantescas a lo largo de todo el mundo, Emily Blunt sumará otro gran éxito a una filmografía plagada de aciertos (y más de un fracaso) y bien diferenciada en dos categorías:
La de secundaria robaescenas
La carrera de Emily Blunt comenzó en 2003 pero no fue hasta tres años más tarde cuando descubrimos su existencia. Era complicado eclipsar a Meryl Streep en El diablo viste de Prada, pero varias perlas de guión («estoy a una gastroenteritis de mi peso ideal«) nos hicieron enamorarnos de una actriz con una sutil vis cómica y un registro dramático que con el paso de los años ha sabido explotar de forma contenciosa.
No fueron especialmente llamativos sus proyectos a posteriori, cuando todavía no era nadie en Hollywood y participaba en cine que nadie recuerda (Como la vida misma, Conociendo a Jane Austen…) o cintas con grandes nombres implicados que eclipsaban al suyo (La guerra de Charlie Wilson). Tampoco sus primeros pasos en el mainstream más descarado fueron especialmente interesantes: El hombre lobo era demasiado fallida como para fijarse en algo más que no fuese el maquillaje de Benicio del Toro, y Los viajes de Gulliver no se merece ni una línea de este párrafo. Fue tras Looper, la cinta dirigida por Rian Jonson (El último Jedi o la estupenda Brick) cuando por fin las cosas empezaron a cambiar. Aquella película sobre viajes en el tiempo convertía a Blunt en una de las madres coraje que el cine de acción necesitaba, pero seguía sin ser cabeza de cartel.
La de protagonista fuerte
La nominación al Globo de Oro que consiguió gracias a La reina Victoria en 2010 dejaba claro no sólo que la actriz era capaz de sostener sobre sus hombros el peso entero de una película, si no también que esa película se vería reforzada por su enorme carisma. Varios de sus personajes posteriores compartían un común denominador: una mujer vulnerable expuesta a una situación límite que acaba forjándola como una wonderwoman.
El marketing vendió Al filo del mañana como otra película de acción protagonizada por Tom Cruise. Pero nada más lejos de la realidad, la cinta estaba lejos de ser otra película de acción y Tom Cruise estaba acompañado por una coprotagonista, que no secundaria, que verdaderamente era la estrella de la función: Rita era la hermana de la Imperator Furiosa de Charlize Theron. Al año siguiente Blunt encabezaría el reparto de la potentísima Sicario, del dios moderno Denis Villeneuve, interpretando a una agente del FBI que es reclutada para luchar contra el narcotráfico. El viaje emocional del personaje sumado a unos cuantos momentos que quitan la respiración nos hicieron extrañarla demasiado en la correcta secuela de la cinta, que no tuvo tanta relevancia pero sí mantuvo al resto del elenco principal.
En Un lugar tranquilo, uno de los grandes sleepers de 2018, interpretaba a una mujer embarazada que se veía obligada a proteger a su familia de una amenaza desconocida y durante los últimos diez minutos de película se comía ella solita el resto del metraje y nos hacía rabiar a todos por una secuela.
La chica del tren fue un caramelo envenenado, y es que la adaptación del popular bestseller homónimo era uno de esos guilty pleasures que se reivindican años después pero sobre los que se hace arder leña con todos sus implicados en el momento de estreno. La actriz recibió las críticas más polarizadas de su carrera por unos momentos de embriaguez con un aroma demasiado kitsch. Pero nada más kitsch que su aparición como hermana de la ya citada Charlize Theron en Las crónicas de Blancanieves: El cazador y la reina de hielo, en una secuela que se debatía entre Blancanieves, Frozen y Ru Paul Drag Race. Más allá de eso ha sabido tocar todos los palos: el musical con la espantosa Into the woods, las feel good movies (es una experta: La pesca del salmón en Yemén, Sunshine cleaning, El amigo de mi hermana…), el policíaco, terror, los viajes temporales (ya tiene su propia trilogía con Al filo del mañana, Looper y Destino oculto)…
Si bien es verdad que el nombre de Emily Blunt no podría vender entradas por sí solo (pero ¿quién puede hoy en día?), la actriz se ha convertido en uno de los rostros más reconocidos del Hollywood actual (fama que se acrecentará de forma agigantada con la nueva Mary Poppins) tras varios años dejando que fuesen otros los que se llevasen el protagonismo (algo parecido al caso Amy Adams). Blunt ha llegado tan lejos debido a su enorme versatilidad, su buen ojo para escoger proyectos interesantes y un carisma desbordante. Este 2019 la veremos recoger su segundo Globo de Oro y desde aquí solo podemos desearle una próxima cartera de proyectos acorde con su talento.
Jose Cruz