AL FILO DEL MAÑANA
Parece que DOUG LIMAN está consiguiendo afianzarse como uno de los directores más resolutivos para las majors americanas. Su capacidad de adaptación es asombrosa, se atreve con todo. Le da igual si tiene que abrir un punto y aparte en el cine de acción (EL CASO BOURNE, 2002), o lidiar con dos superestrellas como BRAD PITT y ANGELINA JOLIE, alternando con mucha efectividad la acción más aparatosa con la comedia en clave lucha de sexos (SR. Y SRA. SMITH, 2005). Como tampoco se amedrenta cuando lo que tiene en las manos es un billete directo, y sin paradas, contra un muro, (JUMPER, 2008), un filme muy anodino que incomprensiblemente tendrá una secuela programada en 2015. Estamos hablando de un artesano al servicio de los grandes estudios, y a su nivel hay muy poquitos.
Esta vez WARNER le ha puesto encima de la mesa un guion basado en una novela muy popular en Japón («All you need is kill»), algunos de los mejores profesionales en su campo de la industria, y un presupuesto cercano a los 180 millones de dólares. Si a todo esto le sumamos la presencia de TOM CRUISE como estrella de la función, a más de un director le podía haber dado un ataque de ansiedad, bastante justificado, eso sí. No es el caso de DOUG LIMAN, que se ha liado la manta a la cabeza y ha encarado la producción más ambiciosa de su carrera, si hablamos expresamente con los números en la mano. Así que muy tranquilos deben de estar en Warner, porque vista la cinta, el retorno de la inversión está asegurado.
«Vive, muere, repite.» Eso es AL FILO DEL MAÑANA. Una historia de ciencia ficción en la que la humanidad lucha por su supervivencia ante un ejército implacable de alienígenas que quieren quedarse con nuestro planeta. Durante una ofensiva a gran escala, el comandante William Cage (TOM CRUISE) cae en combate, entrando en un bucle temporal que le condenará a revivir una y otra vez la fatídica batalla. Sólo Rita Brataski, una soldado de las fuerzas especiales, parece saber por lo que está pasando Cage, y juntos tendrán que formar un equipo para encontrar una explicación al fenómeno y salvar a la humanidad. Con este argumento DOUG LIMAN construye una historia que actualiza dos clasicos de nuestra cultura popular cinéfila (es imposible obviarlo): SALVAR AL SOLDADO RYAN (STEVEN SPIELBERG, 1998) y ATRAPADO EN EN EL TIEMPO (del recientemente fallecido HAROLD RAMIS, 1993). La pericia de DOUG LIMAN consiste en abordar todos los pasajes bélicos sin ahogarse en el apartado visual de la cinta, sin perder el norte de la historia rindiéndose a la ultratecnología y los efectos especiales, poniendo mucha atención en preservar la importancia en el relato de las relaciones humanas. Poco a poco la relación entre nuestros protagonistas irá cobrando fluidez, complicidad y confianza, y poco a poco las piezas del puzzle se irán armando para llegar a una recta final lineal que no necesita de giros o trampa alguna para mantener el favor del espectador.
Visualmente es una auténtica gozada. La fotografía, los efectos especiales y el diseño de producción explican (muy bien, por cierto) en qué se ha ido buena parte del presupuesto (Todavía estamos investigando dónde están los más de 200 millones de 47 RONIN…). Todos los apartados técnicos son de primera división. Todo ello planificado para apoyar un montaje con nervio que desde los títulos de crédito iniciales avisa que no va a haber muchas secuencias valle; es el verdadero desafío y clave rítmica de una película que está obligada a contar los mismo durante buena parte de su metraje. Presentar las mismas situaciones una y otra vez evitando el hastío de la platea sólo se puede solucionar con un montaje muy eficiente, que no renuncia a ciertas dosis de humor negro que arrancarán más de una sonrisa al espectador, pero siempre complementado por algunas escenas realmente espectaculares.
En el apartado interpretativo no hay sorpresas. TOM CRUISE vuelve a correr, a sudar, a volar por los aires…y junto a él una correcta EMILY BLUNT y un BILL PAXTON, algo hinchado de más, que llama la atención con su caracterización de Sargento Mayor Farell, el encargado de lidiar con los delirios del personaje interpretado por CRUISE. No hay que buscar más, no hay que pedir más. AL FILO DEL MAÑANA juega sus bazas en la historia y sus apartado técnicos. Sólo los detractores de CRUISE se encontrarán con un obstáculo de los buenos para disfrutar con plenitud de la cinta.
Blockbuster diseñado quirúrjicamente que no da gato por liebre. TOM CRUISE sigue eligiendo con mucho tino sus proyectos, y DOUG LIMAN sigue sabiendo cómo mover la cámara. Os vais a hartar a palomitas.
LO MEJOR:
- Todos los apartados técnicos, en especial todos los planos que recrean el desembaro. Espectaculares.
- El esfuerzo y la planificación que se adivinan en el proceso de montaje.
- Da lo que promete. Cine de evasión con unos medios muy potentes.
LO PEOR:
- La obligatoria secuencia de la visita al científico «rarito» de turno. Aquí sí se ha puesto el piloto automático.
- ¿Por qué rodar y montar productos como AL FILO DEL MAÑANA cuesta tanto últimamente en Hollywood a tantos directores y Majors?
Alfonso Caro