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10 CINTAS LATINAS QUE TUVIERON SU REMAKE EN HOLLYWOOD

A la fábrica de dinero de Hollywood cada vez se le hace más difícil reinventarse. Son tantas las secuelas, precuelas, remakes y demás variantes las que han invadido las pantallas que cada vez es más difícil apostar por ideas originales y películas que no deriven de otro medio o lugar. Por otro lado, esto solo sirve para comprobar que la salud de cierta literatura y cine ajeno a la industria americana está mejor que nunca, como es el caso del cine latinoamericano, así que para celebrar el estreno de la versión norteamericana de Gloria hemos seleccionado 10 remakes de películas latinas en la meca del cine.

Hollywood no ha tardado en echarle el ojo a muchas de sus propuestas a lo largo de estos últimos años. Y esto, al final, tiene sus consecuencias con resultados de lo más dispares. Revisamos algunos de estos casos dónde Hollywood se fue a las américas para apropiarse de historias locales.

NUEVE REINAS (Fabián Bielinsky, 2000)

Su remake es Criminal (Gregory Jacobs, 2004).

Han pasado casi veinte años desde el thriller argentino de Fabián Bielinsky y, sin embargo, éste ha envejecido de lujo y mantenido su estatus de película de culto. Ricardo Darín en uno de sus papeles más memorables es sustituido en esta ocasión por John C. Reilly, y los ciento catorce minutos de metraje de la cinta original son condensados en apenas ochenta y siete minutos. La película original pierde su tono y humor y la acción se traslada de Buenos Aires a Los Angeles.  No entusiasmó en taquilla y en general, la sensación fue que el remake no fue ni la mitad de fresco que el film de partida.

LA CASA MUDA (Gustavo Herández, 2010)

Su versión americana fue Silent House (Chris Kentis, Laura Lau 2011).

Ambas rodadas en plano secuencia, con un presupuesto reducido (6.000 en el caso de la original, cerca de dos millones el modesto remake) y con la misma cámara (una Canon 5D Mark II). Podemos hablar de una propuesta original que se sustentaba en lo conceptual, padre e hija restauran una antigua casa y a partir de ahí todo se tuerce hacia el género y un terreno psicológico intenso. Sin grandes artefactos pero con un par de ideas claras, Gustavo Hernández dirigía la cinta uruguaya original, que posteriormente Elizabeth Olsen (Los Vengadores) se encargaba de protagonizar. El remake pasó muy desapercibido en general, pero fue muy fiel a la original, sin grandes pretensiones.

ELSA Y FRED (Marcos Carnivale, 2005)

Su posterior remake fue Elsa & Fred (Michael Radford, 2014).

La película original de Marcos Carnevale supone una de las últimas apariciones en el cine de la actriz uruguaya China Zorrilla junto con el español Marcos Alexandre, quienes constituyen la pareja central y corazón del film. La historia tuvo mucho tirón en el mercado iberoamericano, aguantó hasta un año en la cartelera en Puerto Rico. Hollywood se vio seducido por la propuesta y pese a colocar en el punto de mira a actores de la talla de Shirley McLaine y Christopher Plummer, el carisma y encanto que desprendía la dupla original no logró plasmarse en su versión.

MISS BALA (Gerardo Naranjo, 2011)

Ha sido nuevamente adaptada en Miss Bala (Catherine Hardwicke, 2019).

Dirigida por Gerardo Naranjo, la cinta mexicana recorrió diversos festivales, destacando su presencia en Cannes y representando a México el mismo año para los Oscar. Con el crimen organizado y el drama social en el punto de mira, el remake viene de la mano de Sony y lo lleva a un terreno con más acción protagonizado por Gina Rodriguez. Tras las cámaras se esconde la mirada de Catherine Hardwicke (Crepúsculo), quien recibió críticas bastante tibias, si no negativas.

EL SECRETO DE SUS OJOS (Juan José Campanella, 2009)

Su remake americano fue El Secreto de una obsesión (Billy Ray, 2015).

Posiblemente uno de los casos más sonados por el estrepitoso fracaso de la adaptación americana. En 2010 Juan José Campanella orquestaba una de las películas de habla hispana más importantes de la década, protagonizada por Ricardo Darín y Soledad Villamil. El Secreto de sus ojos trascendió a nivel internacional recibiendo numerosos galardones, el Oscar a mejor película de habla no inglesa entre ellos. El remake americaniza por completo el conflicto de la película e incorpora a Nicole Kidman, Julia Roberts y Chiwetel Ejioford, nombres que no fueron suficientes para salvarla de un mediocre resultado en taquilla.

SOMOS LO QUE HAY (Jorge Michel Grau, 2010)

Tuvo remake titulado: Somos lo que somos (Jim Mickle, 2013).

Poniendo el punto de mira en los rituales caníbales de una familia, la película mexicana de género de 2010 se mantiene en la esencia del remake. El cambio principal es que en la primera es el patriarca de la familia quién abandona a sus hijos, mientras que en la americana es la madre. Aunque tuvo mayor acogida la primera en el mercado latino, el remake se movió bastante bien, alcanzando cierta popularidad entre los amantes del género.

ROMPECABEZAS (Natalia Smirnoff, 2009)

Su remake es Puzzle (Marc Turtletaub, 2018).

En 2009 la cineasta argentina Natalia Smirnoff presentaba en el Festival de Berlin su ópera prima, una película más bien modesta sobre una ama de casa que se descubre a través de unos pasatiempos. Casi diez años después, el remake apoyado por varios de los productores de Pequeñas Miss Sunshine y a cargo de Marc Turtletaub cosechaba por su parte buenas críticas. Una feel-good-movie ligeramente más explícita que la original y con la presencia de la siempre encantadora Kelly McDonald.

SIN FILTRO (Nicolás López, 2016)

Tras varias adaptaciones se rumorea una versión americana, No filter.

En 2017 saltaba la noticia de que Eva Longoria protagonizaría un remake de la popular cinta chilena Sin Filtro. Poco se ha sabido del proyecto desde entonces, pero al film original no le ha ido mal. Tanto éxito ha cosechado que ha sido adaptado en varias ocasiones, incluida una española a cargo de Santiago Segura y Maribel Verdú, Sin Rodeos.

EN LAS AFUERAS DE LA CIUDAD (Patricio Valladares, 2012)

Su versión americana es Hidden in the woods (Patricio Valladares, 2016).

También chilena e inspirada en hechos reales, la cinta de género cuenta la historia de dos hermanas que se liberan de su abusivo padre en los bosques de Chile. Michael Biehn produce y protagoniza la adaptación americana, a cargo de Patricio Valladares, autor del film original que se coloca de nuevo tras las cámaras de la versión hollywoodiense.

GLORIA (Sebastián Lelio, 2012)

La historia se revisita en Gloria Bell (Sebastián Lelio, 2018).

Tras ganar el Oscar y el aclamo de la crítica por Una mujer fantástica, el director chileno Sebastián Lelio, se plantea el desafío artístico de volver a rodar su propia película, (casi homónima) Gloria Bell es la nueva propuesta del cineasta. Impulsada por una Julianne Moore enamorada de la cinta original, la auto-película del director surge inicialmente de la pasión de la actriz por el personaje chileno. ¿La principal diferencia? La lectura política del film original se diluye al adaptarla al contexto americano.

Como hemos visto, en varias ocasiones son los propios directores latinoamericanos los que vuelven a sus propias historias en el contexto industrial hollywoodiense. Pero en la mayoría de casos esto es solo una excepción y son otros nombres lo que revisitan y rescatan las historias para llevarlas al gran público americano.

Al final del día todas estas cintas originales surgen de la necesidad local de contar historias propias y actuales, que en la mayoría de casos están muy vinculadas a la identidad nacional de sus respectivos países. Finalmente lo que llega al espectador más despistado que accede única y exclusivamente a los remakes es el eco de estas voces que se pierde en la adaptación, y por eso nunca está de más recordar de dónde vienen a través de estas grandes películas, en muchos casos eclipsadas.

Juan Luis Martínez

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Espectador curioso y soñador inquieto. Narrador licenciado en Comunicación Audiovisual. Cuando vio por primera vez "Amèlie" tenía 12 años y se pasó un interminable verano tirando piedras al río tarareando, ahora está en una etapa más "Frances Ha" con un poquito más de costumbrismo.