El Palomitrón

Tu espacio de cine y series españolas

CINE DOSSIER CINE HISTORIA DEL CINE REDACTORES

LA ESPAÑA CAÑÍ: ¿POR QUÉ EL CINE QUINQUI FUE TAN IMPORTANTE? (PARTE 2)

Lo quinqui está de moda, o al menos, eso parece. Llevado a los altares de la nueva onda estética, la periferia se ha convertido en un atractivo para una generación que queda muy lejos de aquella que vivió la verdadera marginalidad desde la perspectiva más oscura. Sin embargo, eso no ha impedido que las nuevas producciones traigan de vuelta esa esencia que quedó perdida a finales de los 80. ‘Operación Camarón’ de Carlos Therón, juega en clave de comedia con esa escenografía de cadenas de oro, la historia familiar del personaje de Rebeka en ‘Élite’ plasma la forma de obtener dinero fácil de la droga, mientras que Hugo Silva hizo uso del cine quinqui para preparar su papel de Jonan en ’70binladens’

La semilla que germinó en los barrios del extrarradio de la España de la transición está más viva que nunca. No hace falta ir a las películas más modernas, tirando de hemeroteca se puede notar la pureza de una corriente que no fue impostada y cuya naturalidad eran tan atrayente como dramática. Para la memoria colectiva quedan la imagen de un jovencísimo Juan José Moreno Cuenca alias ‘El Vaquilla’ postrado en el suelo tras ser detenido, los dientes imperfectos, la melena rubia y los ojos azules de ‘El Pirri’ y unos José Antonio Valdelomar y Berta Socuéllamos Zarco retratados como una especie de Bonnie y Clyde ibéricos en ‘Deprisa, Deprisa’.

Las zapatillas Yumas, los barrotes de las cárceles, las dentaduras con mellas y las jeringas, constituyeron el uniforme oficial de una generación que se consumía presa de sus vicios. En esta segunda entrega de nuestro especial dedicado al Cine Quinqui continuaremos bajando peldaño a peldaño al sótano de la miseria humana de la mano de sus protagonistas.

Continuamos nuestro díptico sobre el cine quinqui (podéis recuperar aquí su primera parte) en una segunda entrega con otros tantos títulos a tener en cuenta.

‘Yo, el Vaquilla’ 

ElVaquilla - ElPalomitrón

Uno de los personajes que mejor aglutina todo el imaginario que rodea al cine quinqui es ‘El Vaquilla’. La vida de Juan Moreno Cuenca parecía destinada a acabar de forma trágica incluso antes de nacer, ya que ni siquiera pudo conocer a su padre porque murió en un enfrentamiento con la Guardia Civil. Nacido en el Prat de Llobregat y criado en el antiguo Campo de la Bota, comenzó su carrera delictiva antes de cumplir los 10 años. Su primer homicidio lo cometió a los 12 y solo tenía 15 cuando ingresó en la Modelo de Barcelona.

Como mucho de sus coetáneos, era adicto a la heroína y padecía sida, en 1977 José Antonio de la Loma filmaría ‘Perros Callejeros’ inspirando en su vida y la de ‘El Torete’, ambos delincuentes del Barrio de La Mina. Sin embargo, no fue hasta 1985 con ‘Yo El Vaquilla’ cuando alcanzaría el estatus de antihéroe y potencial exponente de la marginalidad carcelaria de los 80.

Con dotes de liderazgo, labia y don de gentes, se convirtió en un personaje habitual de la televisión, cualquier cobertura que tuviese lugar en prisión contaba con la presencia de ‘El Vaquilla’. Inquieto y con ganas de hacer algo de provecho, estudió Derecho y Periodismo durante su estancia en la cárcel. Fue precisamente esa intención de rehacer su vida, de cambiar la estela de criminalidad en la que se había visto obligado a vivir lo que le llevó a ser un fiel reflejo de aquellos que no eligen su suerte. En 2007 una cirrosis hepática se lo llevó con solo 42 años, sus ilusiones y buenas intenciones se quedaron así en un simple espejismo de lo que pudo ser y nunca llegó a culminar por culpa de un destino del que fue preso.

La corta vida de ‘El Pirri’ 

ElPico-EspecialCineQuinqui-ElPalomitrón

Resulta curioso que lo que une a todos los personajes de un género que vivió su momento de gloria hace ya 40 años sea el destino trágico de sus protagonistas. José Luis Manzano, ‘El Vaquilla’, José Antonio Valdelomar o ‘El Pirri’ fueron solo muchos de aquellos que no vieron florecer su vida por culpa de una trayectoria de excesos y pobreza que los llevó al cementerio demasiado pronto. ‘El Pirri’ fue el encargado de abrir la lista de muertes cuando, la noche del 9 de mayo de 1988, su cuerpo fue encontrado en un descampado en Vicálvaro, tenía tan solo 23 años.

Natural del barrio de Canillejas, comenzó su andadura en el cine cuando aún era un adolescente. Fue Eloy de la Iglesia quien, como sucedió con Manzano, descubrió al chico de ojos azules y melena rubia. Su primera oportunidad llegó con ‘Navajeros’, pero su primer papel importante vino de la mano de Manuel Gutiérrez Aragón con la película ‘Maravillas’ en la que compartió  cartel con Fernando Fernán Gómez y Enrique San Francisco.

Estrechamente vinculado a la filmografía de Eloy de la Iglesia, en ‘El Pico 2’ apareció inyectandose heroína sin florituras, dejando para el legado colectivo una de las películas más duras de los años 80. Sin embargo, todo acaba cansando y en sus últimos años ya no quería interpretar al mismo personaje una y otra vez, necesitaba aspiraciones nuevas y poco a poco fue labrándose un futuro en el mundo del celuloide. Colaboraba en las ondas con la Cadena SER y se había ganado un hueco como contertulio del programa ‘Querido Pirulí’. Ni siquiera sus nuevas propuestas pudieron salvarle, ya que pronto pasó a ser una víctima más de esa España de color que encontró en los barrios de las afueras su parte más sombría.

El sello de Saura 

DeprisaDeprisa-EspecialCineQuinqui-ElPalomitrón

Todo género necesito un director consolidado. El amor de Carlos Saura por retratar el costumbrismo español en todas las vertientes artísticas ha quedado impregnado en su filmografía con películas tan reconocidas como ‘Bodas de Sangre’ de 1981, en la que adapta la obra de Federico García Lorca de la mano del bailarín Antonio Gades, ‘Sevillanas’ de 1991 en la que, de forma independiente, homenajea el flamenco con la presencia de artistas destacados como Lola Flores o Camarón de la Isla, o ‘Goya en Burdeos’ en la que indaga en la figura del celebre pintor aragonés.

El simbolismo que marcó los primeros pasos de Saura en el cine quedó relegado a un segundo plano al inicio de los años 80, cuando dejó a un lado la reflexión y la memoria histórica en pos de los problemas contemporáneos. Con ‘Deprisa, Deprisa’ el director exploró la marginación juvenil, dando como resultado una representación descarnada de la falta de expectativas de los jóvenes del extrarradio en plena transición y lo suculento que podía resultar para estos el dinero fácil que daba la droga.

La vida de cuatro amigos que encuentran diversión y dinero en atracos a mano armada consiguió traspasar nuestras fronteras y cautivar al público extranjero, valiéndole a Saura el Oso de oro a la mejor película en el Festival Internacional de Cine de Berlín.

Sin embargo, los protagonistas, chavales del barrio de Villaverde sin experiencia en la interpretación, no tuvieron un destino tan fructífero. José Antonio Valdelomar acabó en Carabanchel y murió de una sobredosis de heroína en 1992, mientras que Jesús Arias Aranzueque pasó por diferentes centros penitenciarios antes de su muerte a los 32 años. La única que pudo zafarse del fatal destino fue Berta Socuéllamos Zarco que, tras retirarse del cine, vive una vida tranquila con su familia.

Los restos de la España gris

CineQuinqui-El Palomitrón

Ni el trap, ni las películas que se empapan de la esencia de los barrios bajos y la ensalzan a la máxima potencia, pueden emular la sencilla pobreza, el desamparo y la falta de futuro que rodeaba a un conjunto de chavales que encontraron en el cine una vía de expresión no penada por la ley.

Puede que hoy día se quiera reavivar la llama de la senda que directores como de la Iglesia o de la Loma abrieron en los inicios de la España demócrata. Sin embargo, ninguna puesta en escena, por dura que sea, podrá acercarse, si quiera, a ese cine quinqui que creó escuela y se apagó de una forma tan abrupta y silenciosa como la vida de aquellos que lo protagonizaron.

Claudia Banqueri

¡No olvides dejar aquí tu comentario!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.