LOS ANTECEDENTES
Si Camarón hubiese nacido en Estados Unidos, Hollywood no habría perdido la oportunidad de convertir su vida en taquillazos, aunque en España no se puede decir que la industria no lo haya intentado. En 2005, Isaki Lacuesta lo tuvo muy presente en el documental La leyenda del tiempo. También en este formato, José Sánchez Montes rodó en 2009 Tiempo de leyenda para conmemorar el trigésimo aniversario de la grabación del disco más rompedor de la historia del cante jondo. En el plano de la ficción, la biografía del cantaor fue llevada al cine por Jaime Chávarri en 2005 en un filme en el que Óscar Jaenada conseguía representar bastante dignamente a Camarón y su duende.
Ahora, Alexis Morante (El camino más largo) presenta la biografía más completa del genio. El documental Camarón: Flamenco y revolución, estrenado en el Festival de Málaga, descubre sin remilgos al ser humano detrás del mito.
LA PELÍCULA
En un arte como el cine, que exige reinventarse continuamente y aportar dosis extra de creatividad, partir de una idea sobradamente contada puede ser el hándicap que eche por tierra una buena producción. A priori, Camarón: Flamenco y revolución no cuenta nada nuevo sobre el genio del flamenco. Sin embargo, ha sabido cimentar extraordinariamente una obra fresca, con sabor a novedad. Planteada como una película de ficción, guionizada y narrada en forma de fábula, la película aporta una mirada renovada y llena de verdad sobre una figura que revolucionó el flamenco. La narración corre a cargo de Juan Diego, quien magistralmente se aproxima al interior de la leyenda como si conociera a Camarón de toda la vida. Su voz cuenta, opina y sentencia sobre la vida del cantaor como una figura con autoridad.
Adelantado a su tiempo y criticado a su época, José Monge llevó una vida siempre al límite, algo que el filme consigue reflejar con maestría. Camarón: Flamenco y revolución es un completísimo retrato íntimo del de la isla en el que, paradójicamente, no se ha hecho ni una sola entrevista nueva. Eso sí, los creadores han tenido acceso al archivo inédito de la familia. La recopilación de vídeos, archivos y documentos personales del artista dan brillo a la narración y nos adentran sin frenos en el interior de la leyenda.
Como guinda del pastel, el documental le hace un hueco también al contexto sociocultural, la España del momento y la que le tocó vivir a los gitanos.
Por eso, Camarón: Flamenco y revolución se come con patatas la idea preconcebida de que la historia de Camarón no puede llegar con la misma pasión a los espectadores que no son muy de cante jondo. No es necesario escuchar alegrías en bucle. Ni saber lo que son las seguidillas. Solo hay que dejarse fluir con una vida de película.
ELLOS Y ELLAS
Camarón, la Chispa, Paco de Lucía… En Camarón: Flamenco y revolución todos los personajes son reales y tienen voz y voto en el relato de sus vivencias. Todos menos Juan Diego, quien ejerce de narrador omnisciente y no duda en opinar cuando es necesario.
LA SORPRESA
Otra vez Camarón. Un nuevo acercamiento audiovisual al mito del flamenco. ¿Puede aportar algo nuevo que no se haya contado ya? Rotundamente sí. La manera de narrarlo, como si fuese un cuento. Solo que, esta vez, en vez de empezar por érase una vez en un reino muy lejano, arranca con érase una vez en la isla de San Fernando.
LA SECUENCIA/EL MOMENTO
Destacar solo un momento de la arrebatadora existencia de Camarón es un sacrilegio. Aunque su mejor versión es, sin duda, cuando canta.
TE GUSTARÁ SI…
Meridiano: si eres de esos a los que el flamenco les pone la piel de gallina. Aunque, si te lo tomas como un relato fabulosamente narrado, no es requisito indispensable.
LO MEJOR
- La magnífica narración de la historia, con la voz de Juan Diego, en forma de fábula.
- Es el primer documental en abarcar la vida completa del mito, desde su nacimiento hasta su muerte.
- Toda su banda sonora. Elemental, mi querido Watson.
LO PEOR
- Las casi dos horas de metraje se hacen al final un poco largas.
María Robert
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