El Palomitrón

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Interstellar + Matthew McConaughey + El Palomitrón
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MATTHEW MCCONAUGHEY, UN VAQUERO EN EL ESPACIO

“Mi héroe soy yo dentro de diez años”, dijo al recibir el Oscar al mejor actor en 2014. Pero antes de superar en aquello a tipos como Christian Bale y Leonardo DiCaprio (por cierto, en uno de los mejores papeles de su carrera con El lobo de Wall Street), y antes de ser el actor que conocemos hoy, Matthew McConaughey tuvo que pasar por diferentes etapas.

El hecho de que naciera en Uvalde, una pequeña ciudad entre el centro y el sur de Texas, explica de alguna manera esa especie de tendencia hacia papeles relacionados con la América profunda y el medio rural. El caso es que vino a este mundo en 1969, y que no llegó al cine hasta que en 1993 tuvo una pequeña participación en ¡Qué muerto de novio! Esto nos recuerda que no hay necesidad de ser excesivamente imaginativo a la hora de traducir títulos: algo más parecido al original My boyfriend’s back para una comedia sobre zombies parece correcto. Antes había vivido un año en Australia, donde se ganaba el pan ejerciendo de lavaplatos. Al volver empezó la carrera de derecho en la Universidad de Texas pero algo hizo que declinara un porvenir en la abogacía para decantarse por la interpretación. Y ahí es donde empieza todo.

El día que Matthew se calzó las botas

Su primer papel llega de la mano de Richard Linklater. Dos años antes de comenzar con su gran trilogía, su compatriota tejano le estaba dando a Matthew algo por lo que todos terminaríamos reconociéndole. Yes que en Movida del 76 el actor empieza a dar forma a ese arquetipo de personaje outsider, alejado de las costumbres y las rutinas del resto, que de alguna forma está por encima de los demás (en este caso porque sigue juntándose con universitarios para salir de fiesta pese a ser mucho más mayor que ellos). Digamos que una experiencia anterior le hace saber dónde pisar con sus botas de cowboy. Más allá de este debut, encontramos otros nombres que terminarían formando parte de la primera división: Ben Affleck, Milla Jovovich, Adam Goldberg, Renée Zellweger

Dazed and confused no es una mala película para debutar. Hay algo mágico en esa melancolía de la juventud que retrata Linklater, un señor que siente un interés particular por las relaciones humanas a través del paso del tiempo. La acción se desarrolla en un pueblo de Texas y sin embargo es algo que se repite una generación tras otra: las graduaciones en el instituto, la llegada a la universidad, que los mayores te inviten a sus fiestas, las primeras cervezas y drogas, el primer beso… No todo es bueno, claro. Los matones, las peleas, las novatadas, las dudas respecto a lo que viene (incluida la facilidad de lanzar un brillante futuro por la borda) también están presentes. No todo es bueno y no obstante todo pertenece al imaginario idealizado de la juventud de ese tiempo. De cualquier tiempo, en realidad. Richard Linklater nació en 1960 por lo que no parece difícil intuir cuántos recuerdos debió haber acoplado en la película. También merece mención la música elegida: Aerosmith, Lynyrd Skynyrd, Alice Cooper, KISS, Black Sabbath, Bob Dylan…

Movida del 76 + Matthew McConaughey + El Palomitrón

En la filmografía de Matthew McConaughey encontramos más de cincuenta títulos, por lo que nos vamos a limitar a repasar algunas de las más relevantes. Ha hecho mucho y no todo bueno. Participó, por ejemplo, en La matanza de Texas: La nueva generación. En los siguientes tres años, ya había participado en cuatro películas y había conseguido, además, sus primeros papeles protagonistas con Joel Schumacher en Tiempo de matar (1996) y en Amistad (1977), una de las, digamos, menores de Steven Spielberg.

Primer viaje al espacio

Ese mismo año fue elegido por Robert Zemeckis para hacer de un pastor sureño empeñado en que la fe debe influir de alguna forma en los viajes espaciales. Fue en Contact, basada en un libro de Carl Sagan, protagonizada por Jodie Foster y que, vista hoy, podríamos relacionarla con algunas más recientes, pues tiene algo de Interstellar, y algo de La llegada. Incluso, en esa conversación que tiene Ellie en una playa, puede venirnos a la cabeza 2001: Una odisea del espacio (los extraterrestres que guían a la humanidad hacia ellos poco a poco, a través de los siglos). El argumento es interesante: en caso de encontrar algún rastro alienígena, ¿qué papel tendría algo tan arraigado en la cultura mundial como la religión? En cualquier caso, Contact supone para Matthew McConaughey un primer acercamiento al espacio (aunque no es él quien viaja), donde deja una frase que más bien parece un presagio ante lo que iba a llegar diecisiete años más tarde: “cuando vuelvas, tus seres queridos tendrán cincuenta años más”.

A partir de aquí, empieza lo que parece una desaceleración en la que el actor repite una y otra vez presencia en comedias románticas y películas menores. Desde aquí encontramos estimables Cómo perder a un chico en 10 días y Los fantasmas de mis exnovias. Matthew sigue arriba de la pirámide: parece encontrarse cómodo en el papel de ligón, admirado por muchos, al que el trabajo y la economía le sonríen. Suele haber algo triste bajo todas las capas de ego que cubren a estos personajes: una máscara auto impuesta, situaciones que no supo arreglar a tiempo, malas influencias y una soledad que le obligan a sonreír en exceso. Digamos que esta etapa dura hasta 2009.

En 2011 llegan tres nuevas películas. Bernie, de Richard Linklater, está narrada a modo de falso documental y se basa en la historia real de Bernie Tiede (aquí, Jack Black). Este señor es alguien que caía tan bien a todos los habitantes de un pequeño pueblo de Texas, que nadie sospechaba de él cuando empezaron a darse cuenta de que hacía bastante tiempo que no veían por allí a una determinada señora. Matthew McConaughey es un abogado con sombrero que quiere evitar que el jurado popular le deje en libertad. Tejano, otra vez.

Killer Joe, de William Friedkin, es una película extraña, con un cierto aire de esa violencia incontrolable que caracteriza a Tarantino, aunque por supuesto se queda muy lejos. Aquí la violencia no es un arte sino que es absolutamente cruda. Todo es moralmente reprobable. Todos los personajes son demasiado estúpidos o demasiado listos (o alternando ambas en según qué momentos). Todos venden al de al lado por más que sea familiar cercano si eso significa respirar media hora más. McConaughey es Joe, el asesino a sueldo sureño y ultra violento que da título a la película, transmitiendo la sensación de que haría cualquier cosa sin temblarle el pulso. Sureño, otra vez.

Killer Joe + Matthew McConaughey + El Palomitrón

En El inocente, de Brad Furman, vuelve a demostrar que, si se le da un buen personaje, Matthew es un buen actor. En este caso, encarna al protagonista de una historia basada en la novela de Michael Connelly.

El despegue definitivo

De 2012 destacamos Mud, de Jeff Nichols, junto a Reese Whitherspoon, Sam Shepard y dos niños que no pueden evitar sentirse atraídos por lo desconocido y lo peligroso, para escapar así de sus vidas complicadas como si se tratara de una novela de caballerías. Matthew vuelve a vestirse de renegado, en esta ocasión en una pequeña islita de Mississippi, a la que ha ido a parar por alguna razón y con un objetivo.

Aquí llega lo bueno. 2013 significa el año en el que Matthew McConaughey da el salto definitivo. Aquí llegan sus papeles de mayor renombre y sus grandes premios: primera nominación y primer galardón a mejor actor en los Oscar, los Globos de Oro y para el Sindicato de Actores y la Crítica Cinematográfica. No fue el único premio para Dallas Buyers Club, de Jean-Marc Vallée: mejor actor secundario (Jared Leto) y mejor maquillaje, además de haber sido nominada a mejor película, montaje y guion original.

De nuevo ambientada en Texas, la película cuenta la historia real de Ron Woodroof, un tipo que se había hecho conocido tras aparecer en un reportaje del The Dallas Morning News en 1992. Ron es un vaquero al que le diagnostican sida, y a partir de ahí tendrá que aguantar los prejuicios que él mismo había ayudado a propagar y, sobre todo, pelear por conseguir un medicamento experimental que puede mantenerle con vida. McConaughey, que había tenido que adelgazar veinticinco kilos, recibió así el Oscar por el que todavía es el mejor papel de su carrera.

Dallas buyers club + Matthew McConaughey + El Palomitrón

Ese mismo año, Martin Scorsese le dio una aparición pequeña en El lobo de Wall Street. Todo el mundo recuerda cómo, en aquel restaurante, iba abriendo las puertas del infierno a DiCaprio a ritmo de golpes de pecho.

Un año después, en 2014, volvería a embarcarse en misión espacial, esta vez a las órdenes de Christopher Nolan en Interstellar. Aquí su misión es pilotar la nave que busca un nuevo hogar para la humanidad, ante el inminente apocalipsis debido a la falta de agua en La Tierra. Anne Hathaway, Jessica Chastain, Michael Caine, Matt Damon, Timothée Chalamet, Casey Affleck y Mackenzie Foy completan el reparto de esta película, de una belleza inusitada, cargada de imágenes memorables y donde el silencio del espacio se sustituye por una épica insólita que genera unas sensaciones para las que nadie nos había preparado. Interstellar es una obra maestra de Nolan, heredera en muchos aspectos de uno de los grandes títulos del maestro Kubrick.

Para entonces, Matthew McConaughey ya había tenido otra gran aparición. Esta vez no fue en el cine, sino en una serie. Y qué serie. Escrita por Nic Pizzolato y dirigida entre él y Cary Joji Fukunaga, True detective cuenta la caza de un asesino en serie a lo largo de diecisiete años. Está serie es increíble e imprescindible por varios aspectos. La estructura: está narrada a lo largo de dos líneas temporales con tres años diferentes, ya que la investigación tarda en avanzar y los casos nunca parecen cerrarse del todo. Las interpretaciones: Matthew McConaughey y Woody Harrelson son dos personajes en principio antagónicos que forman una pareja memorable (lo familiar y lo religioso enfrentado a la soledad y el escepticismo). La ambientación: Lousiana está retratada con una oscuridad que alberga sectas, santería y vudú, conformando lo que conocemos como América profunda donde Hart (Harrelson) lleva una vida en teoría normal que se ve atizada por la filosofía nihilista de Cohle (McConaughey).

True detective + Matthew McConaughey + El Palomitrón

Si alguien aún tenía dudas, Matthew McConaughey había confirmado en dos años redondos todo lo que era capaz de dar al cine. La mala noticia para él es que parece haber vuelto a las andadas, con películas más o menos estimables pero en ningún caso como en esos dos años mágicos. El bosque de los sueños, Gold: la gran estafa, Los hombres libres de Jones, las recientes La torre oscura o White Boy Rick, o las inminentes Serenity o The gentleman. Si su mayor héroe era él mismo en diez años, le quedan cinco para volver a espolear al caballo.

Pablo Núñez Noriega

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Walter Murch tiene la teoría de que la felicidad es dedicarse a lo que te gustaba con diez años, y yo tengo un problema porque en mi caso no recuerdo con exactitud de qué se trataba. Mientras tanto, hablo por la radio y escribo en sitios. No confirmo que fuera lo que me gustaba con diez años pero tampoco lo descarto.