Pedro Almodóvar ha estrenado su nueva película, Dolor y gloria. En ella podemos ver, de nuevo, a parte de sus actores preferidos: Antonio Banderas, Penelópe Cruz o Julieta Serrano. A partir de esta idea hemos realizado un repaso por las actrices y actores más importantes que han pasado por las películas de Almodóvar. La opción fácil sería destacar solo a las mujeres que ocupan un papel fundamental en todas sus películas pero se quedaría un repaso a medias. También hay hombres fundamentales en su cine. El ejemplo perfecto es que su última película está protagonizada por Antonio Banderas, uno de sus actores fetiches.
Sería una tarea bastante ardua señalar todos y cada uno de los actores y actrices que han pasado por las películas de Almodóvar. Por ello hemos realizado una selección de los mejores intérpretes que han formado parte de su filmografía y que han destacado por sus papeles por encima del resto de actores. En sus películas hay actores que estaban empezando. Otros ya tenían una carrera consolidada. Algunos tuvieron más éxito después de trabajar con el director manchego. Pero lo más importante es que de todos y cada uno de ellos destaca una cualidad común: ninguno de los personajes que interpretaron han pasado desapercibidos. Es por ello que ahora los recordamos en este artículo.
Carmen Maura
Si hay una actriz vinculada siempre al cine de Pedro Almodóvar esa es Carmen Maura. Protagonista de la primera película del director, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón llegó a encarnar bajo la dirección del manchego a cinco personajes brillantes en la década de los 80. No podemos dejar de recordar su papel de transexual en La Ley del deseo; de monja en Entre tinieblas; de madre sufridora en ¿Qué he hecho yo para merecer esto?
Aunque después de Mujeres al borde de un ataque de nervios surgiera un distanciamiento bastante largo entre actriz y director el reencuentro en Volver demostró que se entendían a la perfección y sabían lo que querían el uno del otro.
Cecilia Roth
De papel secundario en Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón a protagonista de Laberinto de pasiones. La actriz argentina, que ya había hecho papeles protagonistas en cine anteriormente, hizo cuatro colaboraciones en las primeras películas de Almodóvar pero no volvería a trabajar con él hasta años después. A mediados de los años 90 el director llegó a afirmar que Cecilia Roth no era de sus mejores actrices: “Cecilia era muy amiga mía y le di el papel de Laberinto de pasiones porque ella comunicaba muy bien con el espíritu del personaje, al que se parecía mucho, pero no lo hizo de un modo muy brillante”.
El director se pensaría mejor la opinión sobre las cualidades interpretativas de su amiga argentina ya que le dio en 1999 el papel protagonista en Todo sobre mi madre. Ahí demostró lo que es: una gran actriz cómica y dramática. Actuación por la que consiguió, además, un Goya. No podemos dejar de recordar su papel en Los amantes pasajeros además de su intervención en Dolor y gloria.
Marisa Paredes
La relación profesional entre Marisa Paredes y Pedro Almodóvar comienza con la tercera película del cineasta: Entre tinieblas. Pocas características de la monja que interpretó en ese filme se encuentran en los papeles que interpretó más adelante con Almodóvar. Su oportunidad como protagonista no llegó hasta 1991 cuando le ofreció el papel protagonista de Tacones lejanos compartiendo escena con Victoria Abril.
A partir de entonces no han dejado de colaborar de forma, eso sí, ocasional. La flor de mi secreto, Todo sobre mi madre, un cameo en Hable con ella y La piel que habito. De todos los personajes Paredes afirma que algunos estaban escritos para ella: “Con La flor de mi secreto Pedro me llamó y me dijo: ‘Esto lo he hecho para ti’”. Puede que esa sea su mejor interpretación con el cineasta.
Julieta Serrano
Julieta Serrano y Pedro Almodóvar se conocían antes de que estrenase Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón. Habían trabajado juntos en teatro, en La casa de Bernarda Alba. Por tal motivo el cineasta le pidió a su amiga que saliera en su primer largometraje. Así lo hizo y así empezó una colaboración a lo largo de la década de los 80: Entre tinieblas, Matador, Mujeres al borde de un ataque de nervios y Átame.
Una de sus mejores interpretaciones con Almodóvar fue en el primero de esos títulos. Aunque no funcionó del todo bien en taquilla la actriz lo reconoce como “el trabajo del que me siento más orgullosa”. De 1989 a 2018 actriz y director no habían vuelto a colaborar juntos hasta que Pedro Almodóvar le pidió a Julieta Serrano que interpretara a su madre en Dolor y gloria. “Es una gran actriz trágica, de la estirpe de esas grandes damas del teatro y, como ellas, tiene una gran capacidad cómica” así la definió el propio Almodóvar.
Chus Lampreave
Chus Lampreave no llegó a considerarse actriz nunca. Acostumbrada a solo realizar papeles de figurante en películas de amigos o conocidos, la actriz se extrañó cuando vio el interés desmedido que Pedro Almodóvar sentía hacia ella. Desde Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón Pedro había querido trabajar con Lampreave. No pudo ser en las dos primeras películas de Almodóvar. Coincidió con unos problemas que Lampreave tenía en los ojos. A la tercera fue la vencida y en 1983 aceptó el papel, un poco a regañadientes y porque no podía negarse después de tanto interés que mostraba Almodóvar, en Entre tinieblas.
A partir de ahí surgió una colaboración con Almodóvar que se mantuvo en el tiempo desde ¿Qué he hecho yo para merecer esto? hasta Los abrazos rotos, su último papel bajo las órdenes de Pedro Almodóvar. Hace algunos años el cineasta llegó a definir a la actriz de la siguiente forma: “Chus tiene unas cualidades muy raras que la convierten en una especie de actriz única, una especie de Buster Keaton”.
Victoria Abril
La colaboración entre Victoria Abril y Pedro Almodóvar fue mucho más corta que con las actrices citadas anteriormente. Aun siendo corta llegó a protagonizar dos películas claves en la filmografía de Pedro Almodóvar: Átame y Tacones lejanos. En los dos largometrajes destaca sobretodo la interpretación de Abril.
El director le había ofrecido anteriormente un papel para Mujeres al borde de un ataque de nervios el cual rechazó (y más tarde se arrepintió de ello) y lo hizo finalmente la siempre genial María Barranco. Cuenta el director que la interpretación en Átame exigía una actriz joven, de la edad de Victoria Abril, que le diera al personaje “tensión y dramatismo”. Es una película de amor violento donde destaca ese rostro tan juvenil y tierno de Victoria Abril.
Pese a que Almodóvar quería trabajar con la actriz, y llegó a hacerlo en tres ocasiones (la última de ellas, Kika), parece ser que no llegaron a entenderse al final: “Victoria Abril no estaba acostumbrada a que se improvisase en el rodaje. Le creaba inseguridad. Victoria era una mujer preparada para el grito, la explosión, pero con un enorme pudor, como persona tanto como actriz, para manifestar los sentimientos, las emociones más simples”.
Antonia San Juan, Loles León y María Barranco
Hay un aspecto común en cuanto a la colaboración de estas actrices con Almodóvar. Desde su aparición por primera vez en una película del director se convirtieron en unas grandes actrices de comedia o tragicomedia. Antonia San Juan era una desconocida para el gran público hasta que Pedro Almodóvar le dio el papel de la Agrado en Todo sobre mi madre, donde destaca un monólogo en el teatro. Es imposible no emocionarse con su discurso lleno de vida y de verdad.
El caso de Loles León y María Barranco es más o menos parecido, pero no igual. Loles León llevaba ya muchos años dedicada al mundo del espectáculo, sobretodo en teatro, pero aún no había tenido un papel destacable en la gran pantalla. El responsable de ello fue Almodóvar en Mujeres al borde de un ataque de nervios y Átame. Igual pasó con María Barranco, la actriz llevaba muchos años queriendo destacar en el cine y a partir de su intervención en Mujeres al borde del ataque de nervios se convirtió en una mítica de las comedias españolas de los años 90. Con el paso del tiempo ambas, Loles León y María Barranco, han sabido mantenerse en la profesión.
Desgraciadamente, Almodóvar no ha vuelto a dirigirlas. Lo que sí queda claro es que se llevan muy bien.
Penélope Cruz
Desde Carne trémula hasta Dolor y gloria, una de las actrices más importantes durante esta etapa en la filmografía de Pedro Almodóvar es Penélope Cruz. En todos y cada uno de los personajes ha sabido darle un toque especial. Hasta en el cameo divertido que hizo junto a Antonio Banderas en Los amantes pasajeros donde se veía, una vez más, una obsesión por poner a Penélope Cruz como madre. Es algo que hasta la propia actriz ha reconocido: “Desde Carne trémula, donde era más joven, él me ha visto siempre de madre. Ese instinto maternal lo vio en mi, porque él lo ve todo”.
Actriz y director siempre han demostrado una pasión mutua. Pedro Almodóvar es muy exigente con sus actores pero eso es algo que Penélope Cruz valora como positivo: “Saca lo mejor de cualquiera. Es un grandísimo director de actores. Siempre dice la verdad y eso también lo queremos los actores: directores exigentes y meticulosos.” Es por ello que todos los papeles que Cruz ha realizado con el cineasta se pueden considerar como las mejores interpretaciones de su carrera como actriz.
Antonio Banderas
Si hay un actor que ha logrado mantenerse en el tiempo como “chico almodóvar” ese es Antonio Banderas. El malagueño empezó a colaborar con el director en Laberinto de pasiones que supuso un punto de inflexión en su carrera (fue su primer protagonista en cine). A partir de ahí, director y actor trabajaron juntos en proyectos tan magistrales como La ley del deseo, Mujeres al borde de un ataque de nervios o Átame.
Lo curioso está en que Almodóvar decidió hacer algo que no suele hacer con muchos actores: lo volvió a llamar para darle el protagonista de La piel que habito y, ahora, en Dolor y gloria. No importa si en algunos rodajes se entienden mejor y en otros tienen más conflicto. Lo que de verdad hay que tener en cuenta es que Almodóvar sabe sacar lo mejor de Antonio Banderas. Así lo demuestra en su última película, Dolor y gloria, quizá su mejor interpretación junto al cineasta manchego.
Eusebio Poncela
Igual que ocurrió con Victoria Abril, Eusebio Poncela fue uno de los nombres que sonaron con fuerza en la década de los 80 en las películas de Almodóvar. Pudo aparecer en ¿Qué he hecho yo para merecer esto? pero finalmente no pudo ser. Aún así Almodóvar, que por aquel entonces eran amigos, le dio un pequeño papel en Matador pero donde destacó realmente fue en La Ley del deseo.
Almodóvar escribió el papel para el propio Poncela. Interpreta a un director de cine en el inicio de su carrera que sucumbe a las pasiones amorosas. Junto con Antonio Banderas crearon una de las escenas homosexuales más bellas de la historia del cine español. Después de esas colaboraciones, actor y director no han vuelto a interesarse el uno por el otro, aún así el actor valora el trabajo de Almodóvar: “a Pedro Almodóvar le debemos que sea un trabajador de sí mismo gigantesco, con gran talento en su momento. Tuvo, como todos, sus años de mayor creatividad, y luego se ha ido repitiendo a sí mismo como ha podido”.
Javier Cámara
No se nos ocurre mejor forma para terminar este repaso que mencionar a Javier Cámara. Colaboró con el director en Hable con ella y La mala educación creando unos personajes donde se evidencia el gran talento que tiene para la comedia y el drama. Mención aparte se merece el trabajo que hizo en Los amantes pasajeros donde interpretó con muchísimo desparpajo y genialidad a un gay de lo más estereotipado. Junto con sus compañeros Raúl Arévalo y Carlos Areces, formaron un trío de azafatos bastante original.
Es obvio que en el cine de Pedro Almodóvar priman mucho más las mujeres que los hombres. Es un universo donde las mujeres son las que más destacan. No por ello podíamos dejar de mencionar a los hombres que también han formado parte, en mayor o menor medida, de toda la filmografía del cineasta. No están todos los actrices y actores que han trabajado con él pero es un buen repaso aprovechando el estreno de Dolor y gloria.
Javier Valera
