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Entrevista: Dolor y gloria - El Palomitrón
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DOLOR Y GLORIA: CHARLAMOS CON SUS PROTAGONISTAS

Pedro Almodóvar estrena este próximo viernes Dolor y gloria su nueva película protagonizada por Antonio Banderas. El cineasta se ha basado en sus propias experiencias para formar un retrato desgarrador. Melancolía, dolores, amistades, relaciones familiares y romances pasados son algunos de los temas principales del filme. Con motivo del estreno de este filme tuvimos la ocasión, hace unos días, de poder entrevistar a parte del reparto de la película: el protagonista Antonio Banderas, Penélope Cruz, Julieta Serrano y Leonardo Sbaraglia.

El protagonista de este filme es Salvador Mallo (interpretado por Antonio Banderas). Un cineasta que está atravesando una de sus peores etapas. A través de una serie de recuerdos y unos reencuentros con amistades del pasado, el cineasta realiza un recorrido por todos los momentos que le marcaron durante toda su vida. Desde la niñez hasta las últimas conversaciones con su madre antes de morir. Todo ello le sirve al protagonista para dejar de un lado el dolor e intentar encontrar, de nuevo, el éxito personal y profesional, es decir, la gloria.

Antonio Banderas, álter ego de Pedro Almodóvar

Una vez vista la película es inevitable la comparación del protagonista de la historia con el propio director manchego. Ya no se trata de simples casualidades físicas, de caracterización y de formas de comportarse, sino que la película está mostrando unos hechos que pasaron, de una manera o de otra, en la vida de Pedro Almodóvar. O pasaron o a él le hubiera gustado que pasasen.

Cuando el actor malagueño leyó el guion detectó pequeñas frases o hechos que le sonaron cercanos. Los había vivido junto al director en la década de los 80. Pero una de las cosas que más le llamó la atención fue el vínculo de Almodóvar con su madre: “Lo que más me sorprendió es la relación con la familia, con la madre. Esas cosas que quiso decir y nunca dijo. Yo conocí mucho a su mamá y sé la adoración que él tenía hacia ella, pero había que decir cosas dolorosas. Él ha confesado que esa situación que se produce en la película (el momento en que madre e hijo mantienen un ajuste de cuentas donde se reprochan varias cosas) no se produce en la vida real y es un momento difícil de contar».

Fue duro, para el director, intentar explicarle a Banderas qué pretendía crear en esa situación. «Él trataba de leer al personaje y no le salía la voz (…) Quizás aquello fue la mejor dirección que me han dado porque yo la entendí sin que dijera ninguna palabra. Entendí toda la carga emocional que aquello tenía para él. Eso te hace entender todo el proyecto y todo lo que quiere decir. El nivel de sinceridad con el que se ha enfrentado a esto es lo que más me sorprendió.”

Reencuentro entre Antonio Banderas y Pedro Almodóvar

Tal y como nos ha confesado el propio actor, tras una serie de desencuentros que se produjeron durante el rodaje de La piel que habito (2011), Antonio Banderas recibió la propuesta de Almodóvar de protagonizar Dolor y gloriaen términos de oportunidad. Cuando hicimos La piel que habito creo que sacó unos resultados de mi que ni siquiera yo esperaba. Llegué a aquella película con una mochila llena de 22 años en los que no habíamos trabajado juntos, de muchas experiencias, y yo iba muy orgulloso diciendo: ‘mira lo que he aprendido’. Y dijo: ‘nada de lo que traes me sirve’.

Esa actitud de Pedro Almodóvar le propició a Banderas una sensación de incertidumbre. No entendió en aquel momento qué le estaba exigiendo. «Fue muy doloroso (…) de alguna forma me había ido aburguesando en la interpretación. Utilizaba elementos que me salvaban las situaciones pero en realidad no estaba creando nada nuevo. Cuando me llamó para esta película dije: ‘este es el momento para ir de soldado raso, de quitarme todos los galones y ponerme desnudo y entregado frente a él’. Traté de entender qué es lo que quería hacer, a él y al personaje que tenía que interpretar, de mirar hacia atrás: a los años 80 y a muchas experiencias que vivimos juntos (…) Ha sido la colaboración más bonita. Me he encontrado a un Pedro con ganas de sacarse cosas del pecho, de confesar, de reconciliarse con la vida y con la sociedad, con él mismo, con el dolor, con la gloria”.

Una historia de amor después de 32 años

Una de las partes más emotivas de todo el conjunto de la película es cuando su protagonista, Salvador Mallo, se reencuentra con un antiguo amor que lo dejó marcado en un pasado bastante lejano. Tres décadas después se produce un reencuentro entre los dos. El personaje del novio era muy importante para Almodóvar. Así se lo hicieron saber a Leonardo Sbaraglia y después de un encuentro entre director y actor, el papel fue suyo: “El personaje era una pieza muy importante para él y para la película, de cómo funciona en la película y cómo transforma, de pronto, al personaje de Salvador (Antonio Banderas) después de su aparición”.

El actor ha querido reflejar lo emocionante que supuso construir el personaje junto al propio Almodóvar: “Estábamos conversando (sobre el guion), él estaba mirando al ordenador y yo le estaba diciendo el guion a él y hubo un momento en que se conmovió. Yo sabía que era un personaje muy importante en su vida y Pedro buscaba en los actores: calidez, amor, esa cosa natural (…) a los quince minutos de estar con él Pedro ya me dijo que no tenía mucho más que pensar, tenía el papel”.

Por su parte, Antonio Banderas señaló cómo también le conmovió esa trama: “Me sorprendió, del rodaje de esas escenas, el momento en que él me está relatando cómo ha sido su vida, desde el momento en que dejamos de vernos. Me pasó una cosa rarísima que no me ha pasado jamás: No tenía pensado llegar a ningún estado emocional anteriormente a comenzar y en la primera toma me agarró una cosa que no sabia de dónde venía. Él me estaba hablando de cosas muy naturales, no había nada dramático en ello, había una sonrisa. No tenía pensado que me atrapara la emoción y, sin embargo, lo hizo.”

Julieta Serrano, mítica chica Almodóvar

Pedro Almodóvar rescató para esta película a una de sus actrices míticas de la década de los 80: Julieta Serrano. La actriz llevaba sin colaborar con Almodóvar desde Átame (1989). En esta ocasión, el director le ofreció interpretar a la madre del protagonista en sus últimos años de vida. Lo único que se le pasó a la actriz por la cabeza es cómo iba a ser el reencuentro con el director: “Ha sido muy cariñoso y tierno, la vida ha fluido y nos hemos vuelto a encontrar. Ha sido un reencuentro un poco como los de la película, de lo que le pasa a Salvador (Antonio Banderas) con sus amantes, amigos y compañeros. Fue muy cercano y familiar”.

Una de las escenas más esclarecedoras de toda la película la protagonizaron Julieta Serrano y Antonio Banderas. En ella la primera necesitaba reprochar a su hijo todas las cosas que no había hecho bien a su parecer. Se trata de una especie de ajuste de cuentas que se le ocurrió al director la noche anterior al rodaje. La excusa fue que quería darle más profundidad y protagonismo al personaje de Julieta: “La madre está enfadada con él, le ha dejado libre, le ha dejado vivir pero tiene en el corazón un pequeño rencor: cree que no ha sido un buen hijo y necesita decirlo. Yo creo que es una escena que enriquece mucho más a mi personaje”.

Su compañera de reparto Penélope Cruz interpreta a la madre en la etapa de la niñez. No coincidió con ella en ningún plano pero asegura que: “El guion, tal y como estaba escrito, lo leía y veía clarísimamente a Julieta Serrano”. Julieta Serrano enseguida ha apostillado: “Y yo veía a Penélope”.

Penélope Cruz, la eterna madre

La actriz nos ha reconocido que Pedro Almodóvar siempre la ha identificado con la figura matriarcal. “De pequeña, en mis primeros juegos de interpretar, siempre hacia de madre y Pedro, que lo ve todo, me ha visto siempre como madre, ha visto en mi un instinto maternal. Desde Carne trémula, que incluso yo era más joven”.

Uno de sus personajes más reconocibles dentro de la filmografía de Almodóvar es el de Raimunda, el papel que hizo en Volver (2006). Preguntada por si tuvieron en cuenta esa referencia a la hora de abordar el personaje contesta que: “Lo tuvimos en cuenta para que no se pareciera en nada. Por eso esta madre es mas austera de pinta, de carácter, hay algo más seco, con la cara lavada, sin peinar mucho, la bata caída con el estampado como las de mi abuela (…) no tiene nada que ver con la estética de Volver, es otra energía de mujer”.

Las dos madres

Penélope Cruz nos cuenta que Julieta Serrano y ella no trabajaron juntas. Almódovar no las juntó para ningún ensayo. “A veces sí que ensaya periodos largos de tiempo pero en esta ocasión yo creo que pasó mas tiempo con Asier Etxeandia y Antonio Banderas. Con nosotras decidió no juntarnos.  Él nos guiaba en las distintas etapas. Yo no sentí que ese proceso se quedaba cojo. Entendí lo que quería, que no era imprescindible juntarse”. Julieta Serrano, por su parte, opina que “es un momento de la vida y otro que tienen una unidad” pero que no era imprescindible tener en cuenta el papel de la otra.

El primer deseo

Pedro Almodóvar ha reconocido que esta película ha supuesto una revelación en cuanto a dos actores. El niño que interpreta al personaje de Salvador (Asier Flores) y el albañil (César Vicente) al cual enseña a escribir.  Por este último, el protagonista niño siente las primeras pulsiones sexuales. Es una de las escenas mejor resueltas formalmente, donde las miradas lo dicen todo y no hay espacio alguno para mediar palabra.

Sobre esta escena Penélope Cruz nos ha contado que: “Almodóvar deja el tema ahí abierto con esa mirada de la madre que siente que hay algo que a lo mejor debería hablar con él (con su hijo) pero no era el tipo de madre que tenía las herramientas en aquella época. No las tenía o no se atrevía. Pero ella lo conoce y se da cuenta de todo (…) creo que está contado muy bien en la película. Está contado con miradas”.

Con todo ello, solo nos queda recordar que Dolor y gloria es la última película de Pedro Almodóvar y se estrena este próximo viernes 22. Un recorrido vital de un cineasta en unos tiempos duros protagonizado por un brillante Antonio Banderas. Una vez más, os recomendamos que vayáis a verla.

Javier Valera

 

 

 

 

 

 

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