Fue en noviembre de 1988 cuando comenzó en Japón una de las serializaciones más controvertidas, populares y queridas del sector. Hablamos de Parasyte, la obra escrita y dibujada por Hitoshi Iwaaki que se ha convertido, con el paso de los años, en una obra maestra del terror y la vanidad humana. Una obra que porta consigo años de historia pero que, sin duda, se sabe adaptar cual camaleón a cualquier época. Porque da igual el momento en el que la leas o cómo llegues a ella, siempre tendrá las herramientas necesarias para sorprenderte y embaucarte hacia una narrativa sugestiva, atractiva y, de vez en cuando, perturbadora.

Además, como aliciente a esta propuesta, fue en 2014 cuando Madhouse (Perfect Blue, Hunter x Hunter) se animó junto a Kenichi Shimizu y Shōji Yonemura a adaptar a la pequeña pantalla la obra de Iwaaki. Una adaptación bastante acertada, incluso actualizada, que consiguió miles y miles de seguidores. Una llamada excelente para los que todavía no conocían el material homónimo; una llamada a la historia y a una obra totalmente necesaria. 

Y digo todo esto porque Parasyte no solo supuso el atrevimiento por parte de Iwaaki de plantear una obra que parecía estar protagonizada por extraterrestres, sino que supuso la conversión de un recurso tan convencional como generalista en pos de establecerlo como el mayor enemigo del ser humano. Un adversario capaz de superar a este y situarse, además, en un escalafón más alto de la cadena trófica; pues hasta entonces el ser humano era la cúspide y despreciaba a todos los seres vivos que se encontraban por debajo. Pero Iwaaki le da un vuelco a la situación y convierte a sus parásitos en el nuevo eslabón de la cadena, el eslabón depredador del ser humano. La pieza clave para que las personas, por fin, comiencen a tener miedo.

Retomando de nuevo la adaptación animada, Madhouse no fue la única en querer explotar la franquicia. Y es que el material del mangaka daba para mucho, tanto que actualmente se encuentra en publicación una obra paralela —aunque totalmente alejada del escenario final de Iwaaki— titulada Parasyte Reversi, de Moare Ohta. Pero este no ha sido el único que ha querido volver junto a los temidos parásitos, sino que fue en 2014, y posteriormente en 2015, cuando se realizaron dos ejercicios que complementan la obra principal a través de múltiples voces. Hablamos de Neo Kiseijuu y Neo Kiseijuu F. 

Dos títulos que, aunque en su naturaleza actúen de forma bastante parecida, son sus voces las que cambiarán por completo. Tanto Neo Kiseijuu como Neo Kiseijuu F funcionan como homenaje a la obra de Hitoshi Iwaaki, pero será en Neo Kiseijuu F —la obra que nos concierne ahora mismo— donde 15 de las mangakas más relevantes de la industria dotarán de un nuevo tono y sentimiento a la obra de Iwaaki a través de sus experiencias para con esta. Pues tanto una obra como otra hacen eso, rendir veneración a un título que supuso un cambio de paradigma para con el ser humano.

Así, Neo Parasyte – F, el título que nos llega a nuestro territorio gracias a la labor de Planeta Cómic, cuenta con artistas como Asumiko Nakamura, Ema Toyama, Miki Rinno, Lalako Kojima, Kaori Yuki, Banko Kuze, Yuuki Obata, Kashio, Yui Kuroe, Asia Watanabe, Mikimaki, Hikaru Suruga, Hajime Shinjo, Renjuro Kindaichi y Yuri Narushima. Quince mujeres que nos dejarán con 15 historias autoconclusivas que rendirán, cada una a su manera, un tributo escalofriante, divertido y entretenido al clásico manga de terror de Hitoshi Iwaaki.

Entre las firmas más destacadas de esta antología encontramos a artistas como Kaori Yuki (Alice in Murderland), Yuri Narushima (Planet Ladder), Asumiko Nakamura (Utsubora), Yuuki Obata (We Were There) y Ema Toyama (Missions of Love). Quizá sea la historia de esta última, la de Ema Toyama, la que más sorprenda a los lectores gracias a la naturaleza agresiva tan característica de la mangaka. Una que, a través de «Peligro al salir de clase», destaca con un estilo totalmente diferente al suyo particular; un estilo que le otorga un grado de imitación tan alto que parece convertirse en el propio Iwaaki. Así, gracias a su historia, situada tras la perversidad de Nakamura, podremos conocer —para quien todavía no lo haya hecho— a una artista que, quizá, merezca mucho más crédito del conseguido hasta ahora gracias a su versatilidad, puesta en escena y grado de empatía para con las obras del género. 

Dicho esto, serán los relatos de Asumiko Nakamura y Kaori Yuki los que, en lo personal, me parecen los más brillantes de la antología. Dos historias muy breves pero que, gracias al arte depositado en ellas y el tono con el que son narradas, consiguen que el espíritu de Iwaaki esté muy presente. Algo que, posiblemente, hayan logrado gracias a su forma congénita de crear contenido, pues tanto Nakamura como Yuki son artistas que trabajan constantemente con el terror o aspectos, quizá, enfocados más al horror psicológico. Dos conceptos que sin duda hacen que sus contribuciones al título de marras destaquen por múltiples razones.

En definitiva, Neo Parasyte – F funciona realmente bien como propuesta literaria. Una que nos lanzará preguntas a través de todas sus historias como: ¿Y si los parásitos estudiaran a los seres humanos a través de los mangas? ¿Qué pasó después de que Ryôko Tamiya diera a luz a su hijo? ¿Y si la masacre en el instituto hubiera ocurrido en un lugar totalmente distinto? Cuestiones que tendrán —o no— sus respectivas respuestas a lo largo de esta antología. Una que, sin duda, recomiendo muchísimo más a los seguidores de la obra principal; pues serán las referencias, alusiones o menciones, las que harán que estas historias brillen muchísimo más. Es cierto que cualquiera puede acceder a esta antología ya que también funciona como puerta de entrada a la franquicia, pero el material está ejecutado para que funcione más como un complemento de Parasyte. Un complemento bastante atractivo y variado que, sin duda, nos deja con ganas de conocer qué aguarda su compañero, Neo Kiseijuu. 

Respecto a la edición, gracias a Planeta Cómic ya podemos disfrutar de Neo Parasyte – F puesto que se puso a la venta en librerías y portales especializados el pasado 24 de marzo a un precio de 11,95 €. Un tomo único de 288 páginas en blanco y negro perfectamente trasladadas a nuestro idioma cortesía de Marta Moya; un trabajo que, además de permitirnos gozar en perfecta armonía de cada una de las historias, también nos dejará con la traducción de los comentarios que, cada una de las mangakas, ofrecen al concluir sus historias. Además, siguiendo la apuesta de la editorial por dotar a sus títulos de mejores ediciones, será en Neo Parasyte – F donde también encontremos una sobrecubierta similar a la conseguida con Beyond the Clouds; un material que otorga mayor resistencia y solidez al tomo.

Marisol Navarro