27 FCM: MUJER Y CINE EN EL FESTIVAL DE CINE DE MADRID

Dentro de las Secciones Paralelas fuera de competición se aúnan diferentes categorías. Una de ellas es Mujer y cine: retrospectiva fílmica, en la cual se recogen cuatro cortometrajes realizados y protagonizados por mujeres desde los años noventa hasta la actualidad y que pretende ofrecer las distintas visiones de cuatro realizadoras con cada vez más peso dentro de la cinematografía actual española. En el coloquio posterior al visionado de los cortos participarán no solo dos de las protagonistas, Helena Taberna y Ainhoa Menéndez, sino también Julia Juániz, Celia de Molina o las organizadoras de la muestra, Violeta Barca-Fontana y Sonia Bautista.
Los cuatro cortometrajes que forman esta sección dedicada a la visión femenina en el cine son los siguientes:
Nerabe (Helena Taberna, 1996)

Nerabe es una historia sobre el amor y una celebración de la vida contada de la forma más experimental que podamos imaginar. Un par de embarazadas riendo como desquiciadas, bañándose en charcos y rodeadas de caballos salvajes son las protagonistas de un cortometraje donde hay que afinar demasiado el oído para escuchar los diálogos (menos mal que se habla poco) pero que dejaba entrever la marca personal de una directora con mucho que contar.
Helena Taberna comenzó su andadura cinematográfica en 1990, y una década después rodó su primer largometraje, Yoyes, con Ana Torrent y Ernesto Alterio como cabezas de cartel. Tras el documental Extranjeras, rodó también la más taquillera La buena nueva y la adaptación de una novela de Lucía Etxebarría en Acantilado, todas ellas alejadas del carácter onírico y experimental de Nerabe.
De noche y de pronto (Arantxa Echevarría, 2013)

El punto de partida de De noche y de pronto nos adentra en el hogar de María, una joven que recibe la llamada de socorro de un hipotético vecino que está huyendo de alguien. Como buena incrédula, la joven le abre las puertas de su casa y comienza un thriller psicológico que bebe de la home invasion ochentera y aspira a pegar al espectador a su butaca durante sus escasos 20 minutos.
Nominada al Goya como Mejor cortometraje de ficción en 2014 y ganadora del Premio del Jurado en Molins de Rei, el segundo corto de Echevarría cuenta con un guion demasiado ingenuo (¿alguien podría fiarse en algún momento de un señor tan creepy? ¿por qué no intentar escapar mucho antes?) y un desenlace bastante vago, pero lo suple con una potente dirección y un montaje vertiginoso. La directora ha dado la campanada en 2018 gracias a su segundo largometraje, Carmen y Lola.
Las pequeñas cosas (Carla Simón, 2014)
Las pequeñas cosas (nada que ver con el popular corto de Estrella Damm estrenado en 2016) es un relato intimista sobre cómo una madre y su hija acondicionan su casa para la visita del hermano de esta última. Las diferencias entre una y otra harán la cuenta atrás en un infierno silencioso para ambas.
Previamente al huracán que ha supuesto Verano 1993 en su carrera, Carla Simón dirigía su último cortometraje hasta la fecha en 2014. Con una atmósfera asfixiante por incómoda, la directora catalana se muestra comodísima tras las cámaras de un drama familiar protagonizado por dos mujeres condenadas a entenderse (y quererse). Los pequeños detalles de la vida cotidiana de ambas son el fuerte de un cortometraje que dejaba claro el talento de una realizadora que tiene el mundo a sus pies.
Fábrica de muñecas (Ainhoa Menéndez, 2010)
Ana trabaja en una peculiar fábrica de muñecas donde absolutamente todos sus movimientos están mecanizados, al igual que el proceso de creación de estas. Tras un repentino cambio, la joven aprenderá a enfrentarse al mundo desde una óptica diferente.
Fábrica de muñecas es el tercer cortometraje de Ainhoa Menéndez, protagonizado por la popular directora, guionista y actriz Leticia Dolera. Utilizando únicamente el lenguaje visual (no hay ni un solo diálogo durante los diez minutos de metraje), la directora muestra su buen oficio en una peculiar historia de autodescubrimiento que también funciona como metáfora sobre la precariedad laboral. Atención a la impecable factura y banda sonora.
Si no tenéis la oportunidad de asistir al Festival de Cine de Madrid y os carcome por dentro la imposibilidad de poder descubrir estos cortometrajes, os animamos a que disfrutéis de ellos a través de la propia página web del festival. A nosotros solo nos queda celebrar este tipo de iniciativas que dan visibilidad a un formato tan maltratado como es el cortometraje y gozar del talento y perspectiva de cuatro mujeres que tienen mucho que decir.
Jose Cruz