LOS DÍAS QUE VENDRÁN
LOS ANTECEDENTES
Carlos Marqués-Marcet estrena esta semana Los días que vendrán. El cineasta barcelonés debutó en 2014 con 10.000 km, la película que le puso en el foco de los directores españoles más destacados de los últimos años. Ganó a mejor película, director y actor (David Verdaguer) en el Festival de Málaga y a mejor director novel en los Premios Goya. Además, estuvo nominado en los Premios del Cine Europeo, entre otros festivales.
En aquella película se hablaba de los amores a distancia y tres años después estrenó Tierra firme (2017) donde los protagonistas se planteaban ser padres pero solo era una idea que circulaba en sus planes futuros. Uno de los protagonistas, David Verdaguer, se enteró que iba a ser padre rodando esta película y se pusieron rápidamente, director y actor, a pensar en la idea de rodar un largometraje sobre la paternidad. De esta forma, se cierra esa especie de trilogía accidental, como el propio Carlos Marqués-Marcet ha definido, con Los días que vendrán.
Se estrena este viernes 28 de junio después de pasar por la Sección Oficial del Festival de Rotterdam y ganar a mejor película, dirección y actriz (María Rodríguez Soto) en el Festival de Málaga.
LA PELÍCULA
Vir (María Rodríguez Soto) y Luis (David Verdaguer) son los protagonistas de Los días que vendrán. Una pareja de treintañeros que tan solo llevan un año saliendo y viviendo juntos cuando se enteran de que van a ser padres. Los días que vendrán muestra cómo durante 9 meses, el periodo de embarazo, los protagonistas de esta historia transitan por distintos estados de ánimo y opinión: desde el pensamiento de abortar al no poder asumir los gastos que supone tener un hijo hasta decidir tirar para adelante y apañárselas como se pueda. Es una etapa de transición, de miedos, de incertidumbre, de saber que tener un hijo supone un cambio radical en sus vidas pero también es una etapa llena de felicidad, alegría y ansia por tener al bebé en sus brazos.
Los distintos estados vitales durante el periodo de embarazo están muy bien reflejados en Los días que vendrán donde Marqués-Marcet, evidentemente, se sustenta en la realidad que sus actores están viviendo. Los propios intérpretes intervinieron en el guion para que todo lo que dijeran lo sintieran, que fuera real o por lo menos se intentara. Es uno de los aspectos más interesantes de esta película: la sensación de seguridad que da el rodar un largometraje rodeado de amigos y familia, ya que el director mezcla a actores profesionales (los protagonistas) con actores no profesionales (la familia) y gente de la calle para dar así esa sensación de documental, de verdad, aunque tampoco lo sea del todo.
A partir de una cinta VHS donde los padres de María Rodríguez Soto rodaron los meses de embarazo hasta que tuvieron a su hija, Carlos Marqués-Marcet utiliza esas viejas imágenes para incluirlas en el relato de ficción y establecer así una especie de círculo emocional y familiar que se cierra con la llegada del nuevo miembro de la familia: el hijo de David Verdaguer y María Rodríguez Soto. El intento de mezclar realidad y ficción, de partir de la realidad para crear un argumento ficticio sin rechazar la naturalidad que desprenden los actores no profesionales, no resulta del todo satisfactorio ya que se suceden una serie de escenas que podrían calificarse de cotidianas pero que casi nada aportan al relato, son meras conversaciones que no van más allá. Flaco favor hace también la forma en la que Marqués-Marcet rueda la escena del parto ficticio: no hay necesidad de recrear la escena poniendo el contraplano del bebé saliendo del falso vientre. Solo con las caras de alegría de unos padres, un plano de sus caras exultantes de felicidad, hubiera bastado.
ELLOS Y ELLAS
David Verdaguer y María Rodríguez Soto son pareja en la vida real y eso se nota en cada escena de Los días que vendrán. Esa complicidad está presente hasta en los momentos donde hay escenas muy íntimas, incluso sexuales. Es difícil captar eso si no existe una química entre los personajes. En este caso, la química les venía de casa.
De los demás actores poco se puede decir. Actúan como meros participantes de esta película que transita por lugares conocidos por los propios protagonistas. Es un acierto, eso sí, que se escogiera a personas del vínculo familiar. Pese a ello, la interpretación de los dos protagonistas es de lo mejorcito de la película en general.
LA SORPRESA
Cómo los protagonistas de Los días que vendrán, junto con el director, han conseguido mostrar, desde la realidad que ellos mismos estaban viviendo, un relato muy fiel sobre la dificultad de afrontar la transición entre ser o no ser padres.
LA SECUENCIA / EL MOMENTO
Todas las escenas donde los protagonistas de Los días que vendrán se muestran contentos, eufóricos, ante la llegada del bebé están llenas de verdad. Son de los aspectos más destacables de la película. Una de ellas, cuando se ponen a elegir el nombre del bebé, aporta un toque de comicidad necesaria para la alegre tristeza que están viviendo.
TE GUSTARA SÍ…
Si te gusta el cine personal de Carlos Marqués-Marcet
LO MEJOR
- Los protagonistas
- La idea original
LO PEOR
- La escena del falso parto era innecesaria y poco favor hace al espíritu que la película pretende reflejar
Javier Valera