El otro día Shueisha hizo públicos unos datos en relación a las ventas anuales de sus obras. Datos que en esta ocasión, al contrario que ocurrió el año pasado, no hicieron dudar a nadie ante la situación de las obras de la revista siendo Kimetsu no Yaiba la obra más reclamada de esta en los últimos años. Un título que ha conseguido desbancar al imbatible One Piece y que todo apunta a que este 2020 lo ha conseguido de nuevo. 

Unos días después de incendiar Internet abriendo el eterno debate de qué obra había vendido más este año y si realmente One Piece se volvía a quedar sin su corona, el portal japonés Oricon ha hecho públicos los datos de las ventas anuales. Datos que SOLO RECOGEN LAS COPIAS FÍSICAS pero que dejan atrás cualquier duda incitada en RRSS.

De esta forma, Kimetsu no Yaiba le arrebata por segundo año consecutivo la eterna corona a One Piece para convertirse en el manga más vendido de 2020 con una diferencia de casi 75M de copias vendidas. Un dato que más o menos se sospechaba desde hace meses viendo el efecto que ha supuesto la adaptación animada de Ufotable en Japón y la película recientemente estrenada; una cinta que, como era de esperar, también ha causado una revuelta en el país nipón convirtiéndose —por ahora— en la segunda película más taquillera en Japón por encima incluso de Titanic. Una revolución pocas veces vista pero que Koyoharu Gotōge ha sabido ocasionar en el mercado.

Por lo tanto, en esta ocasión podemos observar cómo una buena adaptación animada y un trabajo excelente pueden convertir a una obra en historia. Dejar a One Piece sin su trono es algo que pocas veces ha ocurrido, pero en esta ocasión ha sido Kimetsu no Yaiba la obra capaz de desbancar, al menos en el terreno físico, a uno de los pilares más fuertes e inmortales de la Jump. ¿Volveremos a ver al rey sin su corona? ¿Serán los demonios los nuevos piratas? Veremos cómo se presenta 2021, pero sin duda, 2020 ha sido un año de revolución en el sector editorial y parece que los nuevos aires de las revistas están consiguiendo el puesto que merecían.

Marisol Navarro