HABLAMOS CON ÁNGELES HERNÁNDEZ Y LOS PROTAGONISTAS DE FARO
Como dice la siguiente película de la que vamos a hablar, “el principal objetivo de un faro es avisar del peligro; este no lo hace”. Ángeles Hernández nos traslada con su segunda película a un faro de Menorca que, al contrario de irradiar luz, se convierte en un lugar oscuro y siniestro donde los fantasmas son los protagonistas. Faro, protagonizada por Hugo Silva (Nasdrovia), Zoe Arnao (Las niñas) e Irene Montalá (Un asunto privado), llegará a los cines este próximo 26 de enero.
“Me apetecía mucho contar a través de las herramientas que te da el cine de género, de terror, la relación de un padre y una hija que, tras sufrir una tragedia, se refugian en un faro. Es una película de terror, pero la historia tiene muchas capas. Tiene drama, tiene thriller psicológico y el coming of age de la niña”, explica Ángeles Hernández a El Palomitrón en una sala de los cines Embajadores de Madrid.
Y añade: “Una cosa que nos gustaba mucho trabajar en preproducción era esa fina línea entre los fantasmas que te creas tú mismo y que crees que son reales, y luego muchas cosas reales que acabas convirtiendo en fantasmas. Por ejemplo, cuando tú estás en un proceso de duelo, que estás luchando contra el dolor y la culpa, puedes ver que tus personas más cercanas son tus enemigos. En este caso, hay una creciente duda del personaje de Lidia hacia su padre que hace que la película aumente la tensión y el suspense. Y es todo en el sentido de que, cuando estás mal, puedes creer que la realidad es paranormal y que tus fantasmas son reales. En ese sentido, nos gustaba jugar con esta dicotomía”.
Hugo Silva interpreta a Pablo, un padre que tiene que asumir la paternidad y maternidad de una niña adolescente y traumada por la muerte de su madre. Según nos cuenta, él lo tuvo claro desde un principio, y lo que le hizo aceptar el proyecto fue el punto de partida que plantea la película, el de una familia que sufre una pérdida y que se tiene que reestructurar. Por su parte, Irene Montalà interpreta a esa madre ausente pero no tan ausente en los recuerdos de Pablo y Lidia, según ella la base de la película y una manifestación de esa culpa y también del amor incondicional.
Tanto Ángeles como los actores se deshacen en halagos a la hora de hablar de la joven Zoe Arnao, la gran protagonista de esta película, destacando la facilidad de trabajar con ella y la química que se consiguió enseguida entre los tres. Ella, por su parte ha aprendido mucho estando codo con codo con Hugo Silva “tanto tema actoral como de vida. Fue muy dinámico, nos salió muy natural y desde el primer día muy buen rollo. Y es guay cuando es fácil trabajar con los actores, porque hay veces que la química no está, y aquí fue todo muy rodado”. A todo esto, la directora añade la gran capacidad que tienen los tres de expresarlo todo con la mirada y con el cuerpo y, sobre todo, la capacidad de transmitir actuando bajo el agua. Porque si hay algo que para los tres supuso un gran desafío fueron todas esas secuencias de agua, sumadas al frío, las horas y la noche. Sobre todo, para Irene Montalà se convirtió en un reto de superación personal, “porque yo soy una persona que tiene pánico al mar, le tengo muchísimo respeto. De hecho, yo no me baño en el mar. Por lo demás, me lo he pasado muy bien y ha sido muy divertido”.
Para Silva, también la dificultad se encontraba en la concentración y en tener todo técnicamente controlado ya que un género como el terror demanda gran cantidad de planos que te hace salir y entrar constantemente en el personaje. Aunque sin duda disfrutó del rodaje. “Yo nunca había estado en la bombilla de un faro y me pareció un sitio mágico, con unos prismas que giraban. Eso lo hicimos en otro faro en el que cabíamos para poder rodar dentro, y ese faro, que creo que se llamaba Caballerías, era impresionante porque estaba en lo alto de un acantilado. Hemos tenido la suerte de estar en sitios preciosos que generalmente son muy turísticos y suele haber mucha gente, pero como fuimos fuera de temporada, fue mágico”.
Sin suda, él se encuentra en un momento mágico de su trayectoria. En este último año le hemos podido ver en series como Pollos sin cabeza o Mentiras pasajeras, y en películas como Un amor, por la que está nominado al Goya a Mejor actor de reparto, una locura para él y algo por lo que está muy agradecido, aunque ya sin tantos nervios. Su compañera Zoe Arnao no se queda lejos, y aunque es muy joven ya es toda una promesa del cine español. “Estoy ansiosa. Ansiosa por hacer cosas. Yo ya lo sabía porque mis padres son actores, pero te das cuenta de que este trabajo es mucho más que el rodaje, sino que también es la espera. Y tienes que saber vivir con esto, que no todo es trabajar, sino también estar parado. Y aunque quieras hacer muchas cosas, también tienes que disfrutar de no hacerlas”.
El futuro de esta pequeña actriz es infinito, pero por lo pronto la podremos ver en su primer papel protagonista este próximo 26 de enero. Como finaliza Ángeles: “Nuestra intención con Faro es entretener, que el público pase un buen rato, aunque sufra un poquito, en el cine. Es un sitio maravilloso para verla porque realmente te puedes meter en el universo de Faro”.
Lucía Ruiz