CRÍTICA: FARO

Lucia Ruiz 25 enero, 2024

ANTECEDENTES

Ángeles Hernández es una productora de gran trayectoria profesional que ha trabajado tras proyectos tan relevantes como El hoyo, Breve historia del planeta verde o Las consecuencias. En el 2020 se produjo su debut en la dirección de largometrajes con Isaac, un drama intimista seleccionado en festivales como el Festival de Málaga o el Festival de Guadalajara, México. Ahora regresa a los cines con su nueva película, dirigida y escrita junto a David Matamoros. Faro, protagonizada por Hugo Silva (Nasdrovia), Zoe Arnao (Las niñas) e Irene Montalà (Un asunto privado), llegará a los cines este próximo 26 de enero.

LA PELÍCULA

Según su sinopsis oficial, Tras vivir una tragedia en alta mar, Pablo (Hugo Silva) y su hija Lidia (Zoé Arnao) se refugian en un faro de la familia para sobrellevar el dolor. Pero desde que llegan, la niña sufre unas pesadillas que la atormentan. Poco a poco, la relación con su padre se va deteriorando hasta el punto de no saber qué es real. Será entonces cuando padre e hija tendrán que aprender a confiar el uno en el otro antes de que sea demasiado tarde.

Después de un drama intimista como es Isaac, con su segundo largometraje Ángeles Hernández da un giro hacia el thriller con una película cargada de terror y tintes fantásticos. Y lo hace trasladándonos a un viejo faro de Menorca que, en lugar de irradiar luz, se convierte en un espacio siniestro y lleno de oscuridad que ahogará cada vez más a los protagonistas.

Si en algo cojea esta película es el guion y su intento de abordar numerosos géneros. Al final, se queda a medio gas entre el drama, el thriller y el terror, sin conseguir del todo los objetivos finales de ambos, que son emocionar, mantenernos pegados a la pantalla y asustarnos. Al mismo tiempo el montaje es algo inconexo y deja confuso al espectador, al igual que el giro final que se produce y que no se llega a entender del todo, cuando el antagonista de la historia deja de estar en las pesadillas de Lidia y se convierte en una persona real.

Aun así, visualmente es muy bella y los efectos especiales, algo no tan bien logrado en este tipo de películas de nuestro país, en Faro están muy bien conseguidos y funcionan gratamente. Podemos decir que en cuestiones de producción se nota el gran trabajo de Ángeles Hernández tras años de profesión. Los paisajes y los lugares que habitan los personajes se convierten en un personaje más y cada escena denota un buen trabajo de fotografía. El mar es el gran protagonista y es presentado como el culpable del trauma de Lidia y su padre, un mar bravo cuyos planos son impresionantes y cuyos potentes sonidos nos hará adentrarnos en la historia. Y mientras en Isaac, el diálogo abunda, en este caso los silencios entre personajes cobran mucha importancia, dando más notoriedad a los ruidos y a la música, lo cual permite que sintamos su mismo miedo y angustia. En este sentido, según nos contó la directora en esta entrevista, los actores tenían que expresarlo todo con la mirada y con el cuerpo. Y los tres lo consiguen con grandes resultados.

ELLOS Y ELLAS

El peso de la película recae principalmente en Zoe Arnao, una de las grandes promesas del cine español, desde que fue descubierta por Pilar Palomero para participar en Las niñas. Con Faro le llega su primer papel protagonista, presentándonos un coming of age lleno de matices y emociones que se complementa muy bien con la actuación de Hugo Silva, un padre consumido por la culpa pero que hará todo lo posible para salvar a su hija. Por su parte, Irene Montalà interpreta a una madre ausente debido a su muerte pero que se personará en la película a través de los recuerdos y pensamientos de Lidia.

LA SORPRESA

Como hemos dicho antes, hay un giro que se produce casi al final de la historia, donde la maldad ya no solo se encuentra en las pesadillas de Lidia sino que se aposenta en una persona muy cercana a ella y que no nos lo esperábamos.