ESPECIAL CORTOMETRAJES: 5 GRANDES SEMILLAS PARA UN LARGOMETRAJE
Aprovechando el estreno de Kin este viernes 20, hemos decidido echar la vista atrás y analizar el fenómeno reciente (de las últimas décadas, desde que la gente debutante tiene más acceso a las cámaras al ser más baratas y movibles) de películas basadas en cortometrajes. Hemos decidido hacer una selección diversa en cuanto a la relación entre ambas obras. Hay casos en los que el corto es solo un pequeño paso para llegar al largo y hay otros en los que la obra semilla es maravillosa en sí misma.
Sundance: D.E.B.S. – espías en acción
Angela Robinson (El profesor Marston y Wonder Woman) empezó a escribir aventuras sobre un grupo de espías en la universidad paralelamente a sus primeros pasos como guionista de cine. No obstante, fue este proyecto lateral el que la lanzó a la fama. Recibió 20.000 dólares por parte de la asociación de promoción de entretenimiento creado por mujeres lesbianas Power Up. para hacer un cortometraje de 11 minutos inspirado en sus cómics que se estrenó en Sundance en 2003. Dirigida y escrita por Robinson, el cortometraje es una parodia muy divertida de Los ángeles de Charlie en la que una de las cuatro espías que forman el equipo protagonista mantiene una relación amorosa con la delincuente a la que tienen que perseguir y siempre la deja escapar cuando la están a punto de pillar. Fue muy aclamado. Tanto que Robinson consiguió financiación para convertirlo en un largometraje. La directora temía que Hollywood le obligará a rebajar el contenido lésbico de la cinta pero consiguió filmar lo que ella tenía en mente. Solo una actriz del reparto protagonista original participó en el filme Jill Ritchie. El reparto final fue más diverso racialmente y consiguieron algunas caras más conocidas como Jordana Brewster (Fast and furious 7), Holland Taylor y Michael Clarke Duncan. D.E.B.S amplía y enriquece el universo del corto y siendo también muy graciosa consigue dedicar tiempo al drama de la protagonista quien tiene el corazón dividido.
Cortometraje semilla: Babadook
Jennifer Kent estudió actuación en Australia y posteriormente trabajo como asistente de producción en el rodaje de Dogville (ella considera esta experiencia como su asistencia a la universidad de cine). Dos años más tarde dirigía un corto titulado Monster en el que abordaba algunos de los temas que más tarde aparecerían en su obra maestra de 2014 como el tabú que hay entorno a las observaciones críticas sobre la maternidad. Como en los otros casos el presupuesto de la primera obra era raquítico comparado con los dos millones que costó producir el largometraje. Pero eso no le impidió a Kent ya crear una atmósfera y una cadencia similares. El tiempo de maduración del proyecto fue muy beneficioso ya que desde su contundente estreno en Sundance no paró de recibir halagos.
Adaptación de un cortometraje exitoso: Pixels
En 2010 el director francés Patrick Jean (quien en su juventud había programado videojuegos) realizó un cortometraje muy ingenioso en el que personajes clásicos de los 8-bit (Pac-Man, Tetris, Donkey Kong) invadían Nueva York. Su trabajo fue aclamado y recibió numerosos premios. Adam Sandler (quien, por cierto, acaba de lanzar un memorable monólogo de comedia en Netflix, vedlo) se interesó por el proyecto y contrató al guionista Tim Herlihy. Más adelante se sumó al proyecto el mítico director Chris Columbus al que la idea de la peli le pareció una digna de los mejores años de la productora Amblin. La película tiene un aire 80’s que es la década en la que los protagonistas eran niños. Como el corto era solo el concepto que hemos comentado, los guionistas tuvieron que crear una historia alrededor de la destrucción urbana. Aunque Pixels posee algunos de los defectos habituales de las películas del actor, creemos que fue injustamente vilipendiada puesto que es emotiva, las secuencias de acción son originales y Michelle Monaghan y Peter Dinklage elevan la peli. El público la apoyó por estas razones y acabo siendo un gran éxito de taquilla.
Cortometraje prestigioso adaptado por un autor: Doce monos
La Jetée es un clásico, tanto por su temática, como por la inventiva visual de Chris Marker a la hora de narrarla. 28 minutos gloriosos e inimitables. O eso se creía hasta 1995 cuando Terry Gilliam (Teorema zero), en un punto álgido de su carrera, decidió convertirlo en un largometraje protagonizado por Bruce Willis. El guion de la adaptación fue obra de David Peoples y Janet Peoples y Gilliam recibió el privilegio de controlar el montaje final. Aunque distintos, los estilos de ambos directores conjugan de forma excelente. Podemos afirmar sin dudar que Doce monos es una obra maestra por sí sola, eso sí, engrandecida por el legado de uno de los mejores cortometrajes de la historia.
https://vimeo.com/165899598
El cortometraje inspiró una película, la película inspiró no una, sino dos series: Lo que hacemos en las sombras
El cortometraje fue filmado en 2005. El presupuesto era ínfimo. Por esa razón solamente consiste de unas entrevistas grabadas en el comedor de su casa (probablemente) y un par de escenas breves de exteriores. En 2012 les dieron a Taika Waititi y a Jemaine Clement (Thor: Ragnarok) 1.6 millones de dólares para convertir esta historia sobre vampiros del siglo XXI en un largometraje. La película está filmada de forma similar y el tipo de humor es igual pero el presupuesto permitía incluir mejores efectos visuales, construir un decorado para la casa donde viven para que luciera mejor en pantalla y rodar secuencias en exteriores como la pelea con los hombres lobo. La cinta fue tal sensación que lanzó al estrellato a Waititi e interesó a varios productores televisivos. La televisión de Nueva Zelanda (donde transcurre la acción de las dos obras) financió un procedimental policial de comedia protagonizado por dos personajes secundarios de la película titulado Wellington Paranormal, hecho con la colaboración de los creadores originales. El año que viene la cadena estadounidense FX estrenará 10 capítulos de una serie homónima que versiona el filme.
Pau Jané