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CRÍTICA: TIN Y TINA

ANTECEDENTES

Catalogado por Variety como uno de los 10 cineastas españoles emergentes a seguir, el director y guionista Rubin Stein lleva asociado desde sus inicios al mundo del cortometraje. Su trilogía Luz y Oscuridad (Tin & Tina, Nerón y Bailora), le hizo ganar más 100 galardones y estar presente en cientos de festivales, incluidos los Goya e incluso los Oscar.

Y al igual que hiciera Carlota Pereda con Cerdita, ahora llega el turno de Stein de dar el salto al largo con Tin & Tina, un thriller religioso con tintes de terrorque parte de su corto homónimo. Protagonizada por Jaime Lorente (Cristo y Rey) y Milena Smit (La chica de nieve), llegará a los cines este 31 de marzo de la mano de Filmax.

LA PELÍCULA

Cuando Lola (Milena Smit) pierde los bebés que estaba esperando, también pierde su fe en Dios. Con la esperanza de recuperarla, acude junto a su marido Adolfo (Jaime Lorente) a un convento de monjas donde conocen a Tin y Tina, dos angelicales mellizos de siete años por los que Lola se siente extrañamente atraída. Aunque Adolfo no siente lo mismo, deciden adoptarlos. Con el paso del tiempo, Lola empieza a caer en una espiral de sospecha y obsesión con los niños y sus macabros juegos religiosos.

Tin y Tina es una mezcla de suspense, drama, terror, humor negro y, sobre todo, misterio. Todos esos elementos consiguen aunarse muy bien y logran que este debut de Rubin Stein sea uno de los más interesantes hasta el momento.

Las historias de terror protagonizadas por niños siempre han funcionado. Y si le sumas a eso, la religión, entonces se convierte en una película especialmente aterradora. A pocos días de la Semana Santa, Tin y Tina no podía llegar en una mejor fecha. Toda ella se envuelve en un gran simbolismo religioso que va a ser el principal causante de los problemas entre la pareja y de las maquiavélicas acciones de Tin y Tina, que utilizan la Biblia como excusa para cometer sus actos. En este sentido, Rubin Stein es muy crítico y establece una estrecha relación entre la religión y el mal, poniendo encima de la mesa una cuestión que todavía sobrevuela nuestra sociedad: los terribles actos que puede llegar a cometer alguien en nombre de un Dios o una religión.

Tin y Tina llevan toda su corta vida en un convento, recibiendo las estrictas y religiosas enseñanzas de las monjas, por lo que todo lo que conocen es lo que han leído en la Biblia. Así que, cuando se van a vivir con Lola y Adolfo, ven la oportunidad perfecta para poner en práctica todo lo aprendido, a través de unos juegos salvajes que terminan con consecuencias terribles, como castigarse para obtener la salvación o asesinar a alguien para limpiar su alma. De esta forma, acompañamos a Lola a través de ese miedo a unos niños aparentemente angelicales, dulces, e inocentes, que nos hacen dudar constantemente de sus intenciones, en una fina línea que se tambalea sobre los límites del bien y del mal.

Toda esa duda, intriga y misterio es lo que nos mantiene en vilo durante las dos horas de película. Toda ella se sustenta en una fotografía sobria, oscura, triste, en consonancia con los sentimientos de la protagonista, y con unos planos y movimientos de cámara que muestran poco pero sugieren mucho y activan nuestra imaginación. A su vez, la gran banda sonora de Jocelyn Pook y el uso del sonido tienen una gran relevancia, siendo en ocasiones algo repetitivo y causando el efecto contrario, quitar importancia a la escena. Aun así, todos esos elementos consiguen adentrarnos en la historia y acabar en un estado parecido al de la protagonista. Por lo tanto, la película cumple con su objetivo principal, incomodar al espectador, en el buen sentido de la palabra. Porque, aunque lo que veamos (y escuchemos) no sea nada agradable, lejos de provocarnos miedo, Rubin consigue que disfrutemos al máximo y nos dejemos llevar por el sinfín de emociones de Lola y por los peligrosos juegos de los niños.

Por último, pero no menos importante, debemos mencionar que la película está ambientada en los años 80, con todo lo que eso acarrea. Se estaba entrando en la Transición y en una época de libertad deseada por algunos, pero todavía acarreando las tradiciones y pensamientos del pasado, donde la religión y el patriarcado tenían mucho peso en la sociedad. Además, nos encontramos con muchas referencias de la cultura española de entonces, como el 1, 2, 3, la canción Súper Disco Chino, o figuras como Teresa Raval, que Rubin ha querido recuperar a través de un pequeño papel en la historia.

ELLOS Y ELLAS

En apenas dos años, Milena Smit ha conseguido convertirse en una de las actrices imprescindibles de nuestra industria. La nueva chica Almodóvar (por Madres paralelas) encabeza uno de los bombazos más recientes de Netflix (La chica de Nieve), y ahora es la protagonista de Tin y Tina, una madre rota por la pérdida de sus hijos y que pretende renacer con la adopción de Tin y Tina. Aunque en un principio nos cueste conectar con el personaje y con su actuación, a medida que va avanzando el metraje, Milena consigue sobresalir y hacernos viajar a través de todas sus emociones, demostrando que ha venido para quedarse. Otros que logran destacar con gran nota son los pequeños Anastasia Russo y Carlos González. A su corta edad, interpretan a unos Tin y Tina dulces, pero a la vez siniestros que consiguen ponerte los bellos de punta.

LA SORPRESA

Sin duda, la gran sorpresa ha sido descubrir el mundo “oscuro” de Rubin Stein, quizás desconocido para los que no somos amantes del cine de terror. Sin embargo, esta película consigue adentrarte en la historia y hacerte disfrutar incluso en los momentos en los que más sufres.

LA SECUENCIA / EL MOMENTO

Una de las secuencias del final, donde se produce un incendio en la casa y Rubin lo muestra a través de un gran largo plano secuencia. Todo el fuego, la angustia de Lola y los movimientos de cámara hacen que no puedas apartar la vista de la pantalla.

TE GUSTARÁ SI:

Eres fan del terror psicológico y de las películas de miedo protagonizadas por niños.

LO MEJOR

  • La dirección de Rubin Stein.
  • La gran banda sonora de Jocelyn Pook.
  • Los niños.

LO PEOR

  • En ocasiones se hace lenta y pesada.
  • Al principio, cuesta conectar con el personaje de Lola.

Lucía Ruiz Mateo

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