ANTECEDENTES
Con First Man (El primer hombre) de Damien Chazelle aún en la cabeza, y todavía fascinados con toda la carrera espacial entre EEUU y la URSS, Todd Miller nos ha regalado un maravilloso documental que nos permite entender un poco mejor cómo funcionaba toda la industria espacial de las décadas de 1960 y 1970. Ahí va nuestra crítica de Apolo 11.
Este documental, que llega a España con un estreno limitado en cines después de una gran acogida entre la crítica tras su paso en el Festival de Sundance, recuerda un poco a la película Apolo 13, el clásico noventero de Ron Howard, donde se contó de forma épica la misión y los problemas que ocurrieron. En este caso, el vuelo es impecable, al igual que el documental.
LA PELÍCULA
El documental narra todo lo acontecido antes, durante y unos días después de la llegada del hombre a la luna. Nos cuenta, a través de grabaciones inéditas, tanto de vídeo como de audio, todos los entresijos de la misión, centrándose en el despegue, el alunizaje, y el regreso a la Tierra por parte de los tres astronautas, de los que más adelante hablaremos.
Con imágenes tratadas a color totalmente nunca antes vistas, y cintas de audio sin catalogar, el documental nos transporta directamente a los enormes edificios de control de la NASA, al imponente Saturno V o el Eagle, la nave que llevó desde la órbita lunar a la superficie del satélite a los dos primeros hombres que lo pisarían.
Los impactantes planos del alunizaje y de los paseos de los astronautas por la superficie lunar permiten al espectador presenciar uno de los hechos más importantes de la historia de la humanidad como jamás se había visto antes. Todo ello gracias a la enorme calidad de las fotografías y las grabaciones, y a las conversaciones que estos mantenían con la Tierra y entre ellos mismos.
El documental es, sencillamente, un montaje a color y en alta resolución de lo que ocurrió durante el primer viaje del hombre a la luna. Imprescindible para todo aquel apasionado del espacio, la historia de la carrera espacial o la ingeniería aeroespacial.
ELLOS Y ELLAS
Aquí no te vas a encontrar a Ryan Gosling, Tom Hanks o a la Sandra Bullock de Gravity. En Apolo 11 los claros protagonistas son Neil Armstrong, Buzz Aldrin, y Michael Collins. No eran actores, claro, sino astronautas, quizá los más famosos de la historia y con un papel esencial en ella al poner el pie en nuestro plateado satélite.
Algo realmente disfrutable del documental (una de las muchas cosas que tiene) que queremos destacar en la crítica de Apolo 11 es poder descubrir las diferentes personalidades de los tres hombres a bordo de la nave y constatar así que películas hollywoodienses, como el ya mencionado largometraje de Chazelle, pueden llegar a ser increíblemente fieles a la realidad. Armstrong era callado, taciturno y poco emocional, tremendamente racional. Aldrin era el gracioso de los tres. Collins, por su parte, era un tipo agradable y corriente, dentro del contexto de verse convertido en un héroe norteamericano.
LA SORPRESA
La gran sorpresa es el documental entero. Tal cantidad de material audiovisual consigue sumergirnos en lo más profundo de la misión, como si nosotros mismos lo viviésemos desde el centro de control de la NASA.
LA SECUENCIA / EL MOMENTO
El alunizaje y las posteriores imágenes reales de la luna y los astronautas. Conseguirán que te quedes boquiabierto.
TE GUSTARÁ SI…
Eres un aficionado (o simplemente interesado) de la historia de Estados Unidos, de la Guerra Fría, el espacio, la ingeniería o la NASA.
LO MEJOR
- La calidad de las imágenes.
- La experiencia de disfrutar el material inédito.
- Que la narración del documental esté compuesta en su totalidad por audios reales y grabaciones.
- La contextualización a través de las imágenes.
LO PEOR
- Que no vaya a distribuirse apenas por tratarse de un documental.
Víctor Vargas
