HBO TRATA EL ACOSO SEXUAL INSTITUCIONALIZADO EN CONFIRMATION

Tras ser nominado por el presidente Bush para el Tribunal Supremo, Ricki Seidman (interpretada por Grace Gummer), asistente del Senador Ted Kennedy, investiga al juez sospechando que este cometió algún delito de acoso sexual a lo largo de su carrera. Cuando contacta con Anita Hill (Kerry Washington), esta accede a contar su historia.

La película centra buena parte de su metraje en las audiencias de confirmación del juez en el Senado, en las que tanto Hill como Thomas tuvieron que testificar antes de que los senadores votaran afirmativa o negativamente. Mezclando la ficción con imágenes documentales de la época, el telefilme destaca más por su contenido que por el continente, con una narrativa muy propia del género y dirigido por el irregular y prácticamente desconocido en España Rick Famuyiwa.
Brillante en su interpretación de una mujer contenida (pero sobrepasada por una situación que no puede controlar), Kerry Washington (Scandal) cambia de registro para lograr el que probablemente sea su mejor papel hasta la fecha y que le ha reportado una nominación a los Emmy.

Lo relevante de Confirmation es la propia historia. En un año en el que parece que la industria está poniendo el foco sobre la permisividad ante los delitos de acoso sexual en Estados Unidos, el estreno de documentales como The Hunting Ground, la segunda temporada de American Crime o la ganadora del Oscar Spotlight han servido para evidenciar que la cultura del acoso y la violación sigue demasiado arraigada en el Sistema.
Parafraseando a Patricia Arquette en su sonado discurso de agradecimiento al recoger el Oscar por Boyhood, las mujeres han luchado por la igualdad de derechos de todos los colectivos mientras siguen esperando que todo el mundo luche con ellas por alcanzar la igualdad de género. En el proceso de Anita Hill, el hecho de que el juez Thomas fuese afroamericano (al igual que ella), sirvió para construir la defensa de este en torno a los peligros del racismo. Es un caso con características muy similares al juicio contra O.J. Simpson, tan de moda últimamente gracias a la miniserie de Ryan Murphy, en el que la cuestión racial dejó totalmente aparcado el debate sobre la violencia de género.
Como sucede en todos los casos de acoso sexual, Anita Hill pasó de víctima a verdugo en cuanto los medios se hicieron eco de su historia. Los debates en torno a qué, cuándo, cómo y por qué se denuncia se multiplicaban de forma proporcional al número de televidentes que se enganchaban a las sesiones de confirmación del juez, retransmitidas en directo en las televisiones nacionales.
Más allá de que el juez consiguiera o no ocupar un sillón en el Tribunal Supremo (no lo desvelaremos aquí pese a ser un caso publicado hace más de dos décadas), la valentía de Anita Hill supuso un antes y un después en la forma de afrontar el acoso sexual para muchas víctimas que, a partir de ese momento, se atrevieron a denunciar a sus agresores. El número de denuncias creció considerablemente en un año y la representación femenina en las instituciones aumentó en las siguientes legislaturas.
Confirmation llega en el año del boom de los true crimes en televisión, que parece seguirán siendo tendencia durante la próxima temporada y que tanto están enganchando al público por representar casos reales que agitaron a la sociedad norteamericana. Pese a que técnica y narrativamente pueda ser una película irrelevante, es necesario que el cine y la televisión sigan alzando la voz contra el machismo y el acoso sexual. Porque, como dice la periodista Mariola Cubells, «nos ha pasado a todas«.
LO MEJOR:
- Kerry Washington
LO PEOR:
- La película no traspasa y, si emociona, es por la propia historia y el esfuerzo de Washington
Fon López