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THE RISING OF THE SHIELD HERO: ÉPICA ISEKAI SOBRE LA CUERDA FLOJA

La narrativa referida a la fantasía siempre ha encontrado un espacio demasiado pequeño en nuestro mundo para llevar a cabo su desarrollo. Nos atan leyes físicas, existenciales e incluso morales que pueden no encajar con el contexto de una fantasía ajena a nuestra realidad. Un problema con el que el medio japonés ha lidiado durante años a través del Ia migración a otros mundos.

El Isekai es uno de los géneros más explotados del medio. Un hecho que lo arroja a una recursividad que provoca la asfixia del mismo y que se alimenta con las ideas más peculiares posibles dando pie al nacimiento de títulos como Do You Love Your Mom and her Two-Hit Multi-Target Attacks? o JK Haru si a Sex Worker in Another World. Con todo, parece que se abren nuevas posibilidades. Sword Art Online Alicization ha cambiado las tornas para apostar por nuevos esquemas y su autor, Reki Kawahara, asegura haber evolucionado como escritor mientras que otras como That Time I Got Reincarnated as Slime han llegado con nuevas ideas para cambiar los pretextos de un género falto de nuevas ideas. Algo por lo que The Rising of the Shield Hero se planteaba como una de las grandes apuestas de esta temporada.

Regresando a lo clásico

Un anuncio que llegaba por todo lo alto bajo la firma de Kinema Citrus y el compositor australiano Kevin Penkin, el dúo encargado de la adaptación de Made in Abyss, que se erigía como el anime del año durante el pasado 2017. Sin embargo, lejos del misticismo y la innovación que traía por bandera dicha obra, la adaptación de la entrega de Aneko Yusagi se siente como otro contrincante en la fructífera escena Isekai que, además, se enmarca en los tintes más clásicos del género.

La obra, al menos hasta el momento, marca todas las casillas del bingo genérico que se ha realiza sobre los clichés del género. Un protagonista que llega a un mundo ajeno en forma de héroe, armas sagradas, un cometido único atado a su persona, la obligación de combatir al mal, un entorno de videojuego con las leyes clásicas de un MMO…

No es un error per se y, de hecho, su extensión actual no le ha permitido mostrar todas sus cartas. Sin embargo, de entrada, The Rising of The Shield Hero se muestra como una obra de minúsculo atractivo que pone todo su peso en las labores de adaptación y el poder de su banda sonora. Un juego de sobras conocido que utiliza la posición de su protagonista para virar la dirección en la que soplan sus vientos. Y es que dentro de su papel como uno de los cuatro héroes destinados a salvar el mundo, a Naofumi le toca cargar con el papel del escudo. Uno que, en los confines de su propio contexto, se considera como el más irrelevante e inútil de los cuatro.

La forma del anti-héroe

Un juego del que su propio autor/a parece disfrutar, imponiendo siempre las peores condiciones sobre el chico. Lo hace enmarcándolo como el menos habilidoso de todos, pero también como el menos versado en los juegos referidos a su nueva realidad. Un conjunto que lo arroja a un último punto para convertirlo en un marginado y construir sobre su imagen una fantasía de tonos oscuros. Sin embargo, lo hace de la forma más vaga posible. Naofumi es acusado falsamente de violación. Un recurso, de nuevo, vago, que se sostiene sobre la idea de un sistema que se entiende como matriarcal (con la dulce ironía de que se encuentre gobernado por un rey) y que parece servir como excusa para que las mujeres puedan lanzar acusaciones como la citada sin ningún tipo de pretexto.

Un borrón que empaña la estructura narrativa de un inicio ya de por sí poco sentido y que se entiende, quizás, antes como una mala selección que no como un ataque formal. Algo que no justifica el hecho de que recursos como la acusación de un asesinato, un robo o una confabulación podrían haber sido igualmente efectivos para su contexto y más coherentes con su mundo.

Incluso así, la obra logra su cometido cambiando su estructura, antes teñida del clásico formato motivacional por haber llegado a otro mundo en forma de héroe por una oscura donde el núcleo del género no supone la idea de logro, sino la de cárcel. Naofumi se ve arrastrado a vivir en un mundo que no reconoce, sobre unas leyes que no le amparan y en una ciudad en la que se le condena por un crimen que no ha cometido. Arruinado, marginado y apartado en una realidad ajena que, quizás, solo le depare una muerte agónica, el destino del chico se ve nublado, cambiando, en cierta manera, la forma en la que la obra observa el género incluso sin alejarse de los clichés básicos que utiliza como punto de partida.

El crecimiento personal

Así la obra parece enfocarse en un desarrollo de personajes que no bebe tanto de videojuego de rol que toma por referencia, sino que construye por su propia cuenta. Obligado a vivir en esas condiciones y sin la capacidad o habilidad para combatir, el chico muestra rápidamente cambios en su actuación —entendiéndose como esa faceta del anti-héroe que se ve obligado a interpretar.

Con todo, la aparición de Raphtalia en la ecuación sirve para equilibrar el peso de la balanza y, lejos de convertirse en panacea, parece que la historia de Aneko Yusagi adquiere ciertos tonos menos controvertidos. La chica debe convertirse en el la espada de Naofumi, en aquello que él tiene prohibido ser. Sin embargo, la obra parece querer llevar a sus actores y actrices hasta sus límites, poniendo tal peso en la figura de una pequeña niña sin entrenamiento alguno y que aún sufre ataques de pánico tras la muerte de sus padres y su particular encierro.

Y es precisamente en este contraste donde The Rising of the Shield Hero parece querer enfocarse. En como es Raphtalia quien hace de Naofumi una persona más humana. La chica se convierte en el contrapeso de lo que se entiende como una realidad tan oscura como asfixiante. Pese a que él es su protector, ella es todo lo que tiene y todo cuanto puede salvarle. La ternura con la que se desarrolla su relación (escenas como en las que Naofumi gasta sus escasos ahorros para conseguirle el mejor plato de comida o una pelota) no sólo sirven de contraste con su fantasía oscura sino que además resultan ser piezas bien encajadas y con un importante valor humano en ellas.

Sus particularidades no son difíciles de entender y todo apunta a que su coexistencia y la forma en la que ambos se ven obligados a apoyarse mutuamente será la clave para el desarrollo de una relación romántica. Pero incluso así, ahora mismo su relevancia reside en cómo la figura de cada uno de ellos es prácticamente un elixir para el otro. Ella consigue ver en él el cariño perdido y la protección contra la ansiedad que causa estar sola mientras que él se apoya ligeramente en su existencia, en su lealtad y el trato que le profesa.

Tanto es así que Naofumi ya demuestra sus progresos al combatir la primera Ola del Mal. Mientras el resto de héroes de dirige directamente s lo que ellos mismos citan como el «enemigo final», Naofumi es el único que demuestra preocuparse por los ciudadanos, arriesgando su vida con tal de salvar la de ellos. No solo se gana el respeto de Raphtalia, sino también el de los soldados y los propios habitantes del pueblo. Por primera vez desde su inicio, se le entiende como un héroe. No por el hecho de portar el escudo, sino por cómo actúa en favor de quien lo necesita y no en busca de fama y fortuna.

Una de cal y una de arena

The Rising of the Shield Hero es una obra conflictiva consigo misma. Parece querer mostrar una nueva visión del Isekai y su evolución cuenta con cierta tonalidad reflexiva que invita, inevitablemente, al cambio de actitudes y a demostrar que Naofumi es más fuerte que la fantasía que le rodea. A la idea más humana de lo que representa ser un héroe.

Sin embargo su estructura pasa por los mismos puntos de siempre y se convierte en una apuesta que ralla en lo reiterativo y que hemos visto cientos de veces antes, sin tomarse demasiadas libertades para tratar de innovar sobre todos esos puntos tan explotados. Algo a lo que se suma un ideario general con escasa sensibilidad y que no acaba de resultar coherente consigo misma.

Aún es pronto para lanzar un veredicto final pero cabe decir que la obra ha empezado con el pie izquierdo y pese a que su tercera entrega apuntala, en cierta forma, sus temblores, queda lejos de erigirse como una apuesta realmente atractiva. Deberemos confiar en el desarrollo de Naofumi y Raphtalia, quizás en una evolución más notable de su mundo. Pero, sin necesidad de tacharla como algo disfuncional, por el momento el mayor potencial de la obra es la puesta en escena que firman su dirección y banda sonora.

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Óscar Martínez

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15 COMENTARIOS

  1. Solo tengo una pregunta porque soy incapaz de ver lo que intentáis decir con el párrafo «Algo que no justifica el hecho de que recursos como la acusación de un asesinato, un robo o una confabulación podrían haber sido igualmente efectivos para su contexto y más coherentes con su mundo.´´ y realmente querría saberlo para poder comprender lo que se quiere decir. El resto todo bien y comprensible hasta para mi que soy bastante tontito soy un gran fan de esta serie y solo puedo decir buen trabajo con la reseña.

    • A lo que me refería con ello es que la acusación falsa de violación me parece un recurso muy muy vago y que habían otras formas de incriminar a Naofumi sin caer en cosas como esta. Más aún cuando sirve para establecer ese modelo matriarcal del que de momento no hemos visto nada. Resulta todo muy poco coherente y casi un ataque a la figura de la mujer, especialmente en el contexto que propone la obra. Por eso decía que creo que algo como una falsa acusación de asesinato, robo o quizás confabulación política habría sido más acertado e igual de efectivo para lo que busca su historia.

      ¡Muchas gracias por tu comentario!

  2. Leyendo tu reseña juzgo que has analizado hasta el episodio 3 si no me equivoco?. En mi opinión creo que este anime no ha empezado con el «pie izquierdo» como tu lo dices, yo diría mas bien que ha estado mejorando. Con el genero isekai nunca he sido tan fan, lo unico que he visto es overlord y este anime. Aunque si este prota al principio me parecia el tipico prota cliche isekai (razones como soy otaku y marginado de la sociedad bla bla bla) y el giro que se dio en la mitad del primer episodio, creo que ahi es donde destaca mas este anime que otros isekai, verlo hundiendose en el fango y tratar de verlo resurgir, desde mi punto de vista es algo que me esta encantando. Pero al final como tu dices no hay juzgar este anime por los pocos episidos que se han emitido y esperar a dar un balance final cuando termine. Muy buena por cierto

    • Si claro, la crítica está referida solo hasta el tercer capítulo, que era el último emitido cuando se escribió. Estoy completamente de acuerdo con lo que dices pero incluso así no puedo evitar pensar que parte de demasiados clichés, arregla más bien pocos de momento y los tiempos tampoco acaban de convencer. Pero lo que duele especialmente no es lo que cuenta sino el como lo hace. Con todo, yo espero que siga mejorando porque creo que tiene potencial pero es que el inicio me parece demasiado duro y con poco gancho. A ver si el cuarto episodio sabe mejor. Como sea, siempre es agradable poder debatirlo. ¡Muchas gracias por tu comentario!

  3. Cuando los casuals descubren los isekai’s donde al prota le hacen Bullying, no es novedad de hecho en arifureta (anime pronto a estrenarse) ocurre lo mismo donde todas las desgracias del prota son producto de uno o más personajes que tienen como prioridad absoluta hacerle la vida imposible como la princesa, ese rey y los demás héroes cuya prioridad absoluta parece ser putear al prota… no tiene ningún sentido, aún si la intención del autor es hacer que las cosas le sean «difíciles» al protagonista no deja de ser un método tramposo para ganar simpatía por el ya que es una situación totalmente injusta no ha manera que el MC nos caiga mal por esto, pero si daña la congruencia de la historia porque no existe ninguna razón para joder a quien se supone deber ser el héroe que los salve.

    • No es el primero ni el único Isekai centrado en este factor. Ya comentas Arifureta y hay varios ejemplos más, cada cual a su estilo. Sin embargo, si que es cierto que la forma en la que lo trata Aneko Yusagi es de las más sosas y flojas posibles.

  4. No me parece para nada sana su review. El hecho de que pienses que incriminar a alguien de asesinato o robo es «menos malo» que de violación sólo demuestra lo mal enfocada que está la sociedad actual entorno a los valores morales influidos por agendas políticamente correctas. Es un trabajo de ficción. De. Ficción. Si una mujer es mala en un trabajo de ficción entonces bajo ninguna circunstancia es una crítica a TODAS las mujeres que existen. No puedes utilizar un argumento como «Un recurso, de nuevo, vago, que se sostiene sobre la idea de un sistema que se entiende como matriarcal (con la dulce ironía de que se encuentre gobernado por un rey) y que parece servir como excusa para que las mujeres puedan lanzar acusaciones como la citada sin ningún tipo de pretexto.» Porque el único personaje que hace algo así es, vaya, qué curioso, la princesa del reino. Me pregunto si borrarás esta reseña cuando aparezca la reina. Aunque realmente no me gustaría spoilearle la historia a nadie. Mala impresión y horriblemente desinformado.

    • Bienvenido al siglo XXI, donde la diversidad de opiniones prima frente a la unanimidad. Mi opinión no es la misma que la tuya, pero por no por ello necesito menospreciarla. Luego te agradecería que no incluyas spoilers en tus comentarios porque, como podrás observar, la crítica cubre solo los tres primeros capítulos de su anime así que tanto el autor como los lectores están lejos de saber de qué hablas y puedes destripar contenido.

      Evidentemente no pienso eliminar el texto. Qué tu opinión difiera de la mía no te da ningún derecho a pedir que algo se elimine. Incluso aunque cambie de opinión (y por cierto, dos días después publiqué una entrada alabando como funciona su cuarto capítulo) en como se desarrolla la obra, sigo pensando que su inicio es francamente malo. No he hablado nunca de corrección política, además, solo de que es vago e incongruente. Tampoco sé a quien acusas desinformado cuando, primero, hablamos de una opinión y, luego, he leído sus primeros cinco volúmenes del manga, sus dos primeras novelas y antes incluso de lanzarse su anime investigué bastante sobre la obra.

      Antes de acusar a nadie, piensa en tus palabras y entiende que ni todo el mundo va a opinar igual que tu, ni tu opinión es más válida que la de nadie.

  5. Que frágil es el ginocentrismo, en cuanto una anime del montón cuestiona el estamento primordial de esta religión vaginal, que es que las mujeres son seres de luz incapaces de cometer maldades, salen al tropel los caballeros blancos a defender la dignidad de «dama». No vaya hacer que algunos hombres comiencen a ver el verdadero rostro de las mujeres, ese que oculta bajo los kilos de maquillaje.

    • Los comentarios incel te los guardas para ti mismo, aquí nadie busca tu misoginia. Pero de paso, además de aprender a respetar, te invito a aprender a leer y entender lo que quiere decir que la narrativa de la obra tenga una coherencia pésima en su inicio.

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Escribo más que duermo. Ávido lector de manga y entusiasta de la animación japonesa. Hablo sobre ello en mi tiempo libre.