SPIDER-MAN: UN NUEVO UNIVERSO
LOS ANTECEDENTES
Para que nos hagamos una idea, el tío Ben ha muerto tres veces en menos de quince años. A tiro de gracia por lustro, la reinvención del personaje de Spider-Man siempre parece algo harto complicado. Donde falló argumentalmente la saga de Andrew Garfield y donde reventó la taquilla la de Tobey Maguire, el superhéroe arácnido al que dio vida Tom Holland revitalizó las expectativas del que probablemente sea el más popular entre el público infantil. ¿Quién no querría ser Spider-Man? Bajo una premisa parecida, Sony nos presenta ahora Spider-Man: un nuevo universo, una incursión animada en el Brooklyn más chascarrilloso. Detrás del proyecto, tres directores, los guionistas de La Lego película y hasta Post Malone al mando de la mezcla musical. Ah, y un montón de alabanzas y premios internacionales.
LA PELÍCULA
En el mundo de las secuelas, las franquicias y las películas enlatadas, encontrarse con un soplo de aire fresco es cada vez más complicado. Venga uno de la cinefilia más empedernida o de la fortuita, la cultura de la réplica nos invade y nos deja en evidencia como generación creadora. Nunca el ser humano creó tanta cultura pero nunca fue tan parecida entre sí, tan unívoca. Las trompetas apocalípticas, como augurio popular, se convierten ahora en cantos gregorianos y brotes verdes interpretados por Post Malone, Nicki Minaj o el trapero Annual. Spider-Man: un nuevo universo no solo es una gran película de animación, si no que se sublima a obra de arte en movimiento y llega a nuestras carteleras en diciembre dispuesta a estropear todas las listas de lo mejor del 2018. Spider-Man: un nuevo universo es, sin ningún tipo de duda, la película más entretenida del año.
La adaptación al cine de la historia de Miles Morales, el chico negro y latino con el que Marvel reinventó la historia del héroe arácnido hace unos años, es un relato sobre los lazos familiares y es, otra vez, sinfonía de la extravagancia positiva dentro del universo mallístico. La película se las arregla para interpretar espectacularmente la importancia de un buen viento de representación, aunando el esfuerzo percusionista de la acción y la factura estética que, de verdad, nos deja pegados al asiento. Por si fuera poco, los metales del humor están perfectamente afinados y la cuerda de los personajes secundarios del multiverso es el acompañamiento perfecto a la orquesta marvelita. Spider-Man: un nuevo universo es la banda sonora de una generación, el clímax de un arriesgado proyecto de reconversión y, en definitiva, la melodía que lo cambia todo para que todo siga igual.
ELLOS Y ELLAS
En su versión original, brilla la interpretación vocal de Nicolas Cage como el Spider-Man Noir, pero no se queda atrás Mahershala Ali como el tío de Miles. En un plano más referencial, el cameo de Stan Lee, relacionado con un hecho trágico que articula la película, le añada todo el drama que le hacía falta. Es decir, muy poquito.
LA SORPRESA
Hace años que parece que el público abandonó los prejuicios respecto al cine de animación. Y así la propia industria. La sorpresa de esta nueva entrega de nuestro amigo y vecino Spider-Man es que es diferente a todo lo que hemos visto, apostando por la historia de Morales como hilo conductor, pero apoyándose en los clichés que han hecho de su historia de origen la biblia del género.
LA SECUENCIA / EL MOMENTO
La batalla final, con todos los multiversos entrando en contacto, es una maravilla visual y narrativa a la altura de los mejores filmes de la historia.
TE GUSTARÁ SI…
Dejas tus prejuicios infantiles sobre el cine de animación y superhéroes en la puerta y estás dispuesto a pasar dos horas trepidantes del mejor cine del año.
LO MEJOR
- La animación, con un ritmo trepidante y mezcla de géneros.
- La selección de música, por obra de Post Malone.
- Lo importante de la representación, aunque la historia de Morales fuera muy anterior a la película.
- Su escena post-créditos, autorreferencial y exquisita.
LO PEOR
- Tener que salir de la sala.
Matías G. Rebolledo