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MARILYN MONROE. DIEZ DESTELLOS DE UNA ESTRELLA RUTILANTE

Acaban de salir a la luz las primeras imágenes de Blonde de Andrew Dominik, la enésima demostración de que Marilyn Monroe no pasa de moda. Representante de la época dorada y el glamour hollywodiense, Marilyn fue uno de los personajes más icónicos del siglo XX y hoy día su recuerdo permanece inalterable pese a haberse cumplido este mismo mes 57 años de su trágica y enigmática muerte. Le rendimos tributo a su vida, recopilando algunos de los episodios que cincelaron la leyenda en la que ha llegado a convertirse.

MITO E INSPIRACIÓN

La cruzada de empoderamiento que Marilyn emprendió en vida la continuó Andy Warhol eligiéndola como su musa para una de sus obras más célebres pocos meses después de su muerte, en 1962. El pop art y la serigrafía fotográfica que caracterizan el trabajo del artista sirvieron como base a la reproducción “infinita” y multicolor del rostro de la protagonista de Niágara (película de la que tomó el fotograma que le sirvió como referencia). Con esta pieza pretendía satirizar y denunciar la cultura de la fama y la despersonalización a la que los mass media someten a las celebridades, que pasan a convertirse en meros productos para el goce y disfrute de la sociedad. Y el caso de Marilyn ha sido espectacular, porque su imagen acompaña desde entonces toda suerte de Merchandising, e incluso juego on line (podéis jugar un demo aquí).

ÉRASE UNA VEZ EN LOS ÁNGELES

La tentación rubia nació el 1 de junio de 1926 en Los Ángeles bajo el nombre de Norma Jean Baker. Su madre, Gladys Baker, nunca le reveló la identidad de su padre aunque a efectos civiles le dio el apellido de su reciente ex marido, Mortenson, para que no fuera considerada hija ilegítima. Gladys sin embargo, era inestable mental y económicamente, así que dejó a Norma Jean al cargo de unos amigos hasta que tuvo siete años y pudo llevársela a vivir consigo. Un año después, la mujer tuvo que ser internada en un psiquiátrico, dejando a la niña de nuevo en manos de familias de acogida u orfanatos. Así transcurrió la fatídica infancia y adolescencia de la que se convertiría en Marilyn Monroe, pivotando de un hogar a otro, ya fuera por la indisposición o el traslado de sus tutores, o por el par de ocasiones en las que miembros de esas propias familias trataron de abusar sexualmente de ella. A los dieciséis años tomó la decisión de abandonar los estudios para casarse y acabar con su voluble vida.

90-60-90

Su primer matrimonio, con un hombre llamado James Dougherty, duró cuatro años, gran parte de los cuales Norma Jeane vivió junto a su suegra mientras James servía en la marina. Ambas mujeres trabajaron en la fábrica de municiones Radioplane Company de Burbank, donde con solo 18 años, la descubrió el fotógrafo Henrik Manukyan. Sería el pistoletazo de salida a su carrera como modelo bajo la guía de la agente Emmeline Snively, que de hecho fue quién le sugirió que cambiase su melena castaña por el mítico rubio platino. Su rostro comenzó a copar las portadas de múltiples revistas y campañas publicitarias, siendo especialmente recordadas sus instantáneas como modelo de trajes de baño. Los bikinis blancos, de rayas, o el escote halter que ahora son tendencia, tuvieron como una de sus precursoras a esta inquieta joven que ya comenzaba a levantar pasiones y se establecería como un verdadero icono en los años 50 y 60.

LA PRIMERA CHICA PLAYBOY

En paralelo a sus avances en el mundo de la moda, Norma Jeane estudió arte dramático en el Actor’s Lab de Hollywood. En 1946 se divorció de James Dougherty y lo apostó todo por su sueño, comenzando a presentarse a castings de cine hasta que Ben Lyon (por entonces uno de los ejecutivos de 20th Century Fox) le ofreció un contrato de seis meses como figurante. Asesorada por Lyon, cambió su nombre a Marilyn (en honor a la popular estrella de Broadway Marilyn Miller), y su apellido a Monroe (apellido de soltera de su madre Gladys). En 1953, el mismo año en que Marilyn disfrutaba del éxito de uno de sus primeros papeles protagonistas en Niágara, protagonizó también la portada del primer número de la revista Playboy. Se consagró así el mito erótico, y estalló el boom mediático. Y es que los caballeros comenzaron a preferirlas rubias…

DIAMONDS ARE A GIRL’S BEST FRIEND

La estrella de repercusión mundial nació como colofón al año 1953, a raíz de interpretar a Lorelei Lee en la comedia musical de Howard Hawks, Los caballeros las prefieren rubias. La cinta, basada en la novela homónima de Anita Loos, trata sobre la rivalidad de dos coristas (una rubia y la otra morena) por conquistar a uno de los solteros más codiciados de América. En una de sus escenas, el personaje de Monroe, ceñido en un impresionante vestido de satén rosa y rodeada de joyas, interpreta el clásico Diamonds are a girl’s best friend. La canción fue escrita por Jule Styne y Leo Robin para el musical de Broadway previo a la adaptación cinematográfica, en el cual Carol Channing se encargaba de dar vida a Lorelei. Sin embargo la versión que pasó a formar parte de la cultura popular e inspiró Material Girl de Madonna y otras tantas canciones, fue la de Marilyn. Como curiosidad, en algunas de las partes más exigentes de la pieza, la rubia fue doblada por Marni Nixon que ya hizo lo propio con Audrey Hepburn en My fair Lady, o Natalie Wood en West Side Story.

CANTANDO A LAS TROPAS EN COREA

A principios de 1954 Marilyn Monroe se casó por segunda vez, con el jugador de béisbol Joe DiMaggio. Viajaron a Japón de luna de miel y estando allí, Marilyn hizo un receso para visitar a las tropas estadounidenses que aún quedaban en Corea después del armisticio. Llegó en helicóptero a la 1ª División de Marina, vestida con ropa y botas militares, y con poco más equipaje que una pequeña bolsa de maquillaje y un vestido de cóctel púrpura. Durante cuatro días actuó frente a más de 100.000 soldados en un espectáculo llamado Anything Goes. La acogida fue arrolladora, y Marilyn la describió como la experiencia más grande que había vivido jamás. En sus propias palabras: “Nunca pensé que tenía un efecto así en la gente hasta que estuve en Corea.”

EL VESTIDO BLANCO MÁS FAMOSO DE LA HISTORIA DEL CINE

La imagen de Marilyn Monroe ha sido reproducida hasta el infinito en todo tipo de objetos y merchandising. En un elevadísimo porcentaje de ellos luce un vestido blanco cuya falda al viento se afana en mantener en su sitio. Dicha estampa está directamente extraída de La tentación vive arriba (1954) de Billy Wilder, en la que la actriz da vida a la atractiva vecina del protagonista. “Se siente la brisa del metro. ¿No es delicioso?” le dice la rubia a Tom Ewell mientras pasan por encima los respiraderos del metro junto al Trans-Lux Theatre de Nueva York. La conocida escena se rodó el 15 de septiembre de 1954 a la una de la madrugada en ese mismo lugar, ante la mirada de los viandantes que quisieron acercarse después de que la 20th Century Fox hiciese pública la “citación” como método promocional. Tal fue el gentío presente y la algarabía que se organizó, que la escena tuvo que repetirse días más tarde en un estudio para poder incluirla en el metraje. El vestido marfil de Marilyn fue diseñado por William Travilla, quién lo guardó desde la muerte de la estrella hasta la suya propia. Posteriormente, fue subastado y adquirido para la legendaria colección cinematográfica de Debbie Reynolds (Cantando bajo la lluvia).

PASEO DE LA FAMA

A medida que la filmografía de Marilyn Monroe fue creciendo, también lo hizo su éxito y reconocimiento. La huella de su legado fue extendiéndose por el Paseo de la fama de Hollywood en sentido figurado y literal, empezando por dejar las huellas de sus manos frente al teatro chino en 1953. En 1960, la de Marilyn fue una de las primeras estrellas que decoraron el suelo de Hollywood Boulevard; mismo año por cierto, en el que ganó el Globo de Oro por su actuación en Con faldas y a lo loco. También se le rindió homenaje con una pequeña estatua de bronce coronando el llamado templete de Las cuatro damas de Hollywood. En ella, aparece con el mencionado vestido blanco y su emblemática pose.

HAPPY BIRTHDAY MR. PRESIDENT

Desgraciadamente, la felicidad de Marilyn no corría en paralelo a su carrera artística. Para cuando entró en la década de los sesenta cada vez eran más los encontronazos con miembros del elenco y el equipo de las cintas en las que participaba, así como la crispación de estos por su actitud y constantes ausencias. En mitad del turbulento rodaje de Something’s got to give (última película de Marilyn Monroe, que quedó inacabada por su fallecimiento), acudió a Madison Square Garden para protagonizar una de sus últimas y más sonadas apariciones públicas. Corría el 19 de mayo de 1962 y se celebraba un evento multitudinario para recaudar fondos con el pretexto del 45 cumpleaños del presidente John F. Kennedy (los cumpliría diez días después). Los ya existentes rumores de un idilio entre Kennedy y Marilyn se vieron acrecentados cuando durante la velada, ella le dedicó el feliz cumpleaños más sensual y famoso de todos los tiempos, portando un vestido que emulaba su desnudez y llevaba cosidos 2.500 diminutos diamantes. La prenda, del diseñador Jean Louis (artífice del también icónico vestido negro que luce Rita Hayworth en Gilda), fue subastada por más de un millón de dólares.

SU HISTORIA

La insatisfacción de Marilyn Monroe por el modo en el que era percibida por el gran público fue una obsesión constante para la actriz, así como el detonante de sus incesantes depresiones. En un intento por luchar contra la estereotipada imagen de rubia tonta que proyectaba y demostrar que era mucho más que eso, en 1954 se sentó a hablar con el guionista Ben Hecht, a fin de que este transcribiera y armonizara dichas entrevistas sobre los pasajes más importantes de su vida para conformar su autobiografía. El proyecto quedó suspendido tras la filtración del manuscrito, que como es lógico, suscitó la desconfianza entre ambas partes. Aproximadamente veinte años después, de forma póstuma, dichas memorias fueron recuperadas y por fin publicadas bajo el título My Story gracias al impulso de Milton Greene, fotógrafo y amigo de Monroe.

Son incontables las personas en las que ha influido la figura de Marilyn Monroe. Una mujer que sigue percibiéndose como un sueño a pesar de haber vivido lamentablemente inmersa en un mar de tempestades y pesadillas. Esté donde esté, su deseo porque se la valorase por quién era se ha cumplido: solamente una cara bonita no hubiera trascendido como ella lo ha hecho.

Aitziber Polo

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Criminóloga con sueños de directora. Pisé el cine por primera vez a los dos años. Con siete vi cómo un cocodrilo gigante se zampaba una vaca entera de un bocado en Mandíbulas, y empecé a leer a Stephen King (y así me he quedado). Mi película perfecta tendría guión de los Coen, banda sonora de Zimmer + Horner y plotwist made in Shyamalan.