ANTECEDENTES

Luis Navarrete es un director de cine nacido en Almería en 1992. Su carrera comenzó en 2018, cuando realizó dos cortometrajes: El palacio entre las nubes y Queridísimo papá. Un año después, en 2019, estrenó Dirigido por Lola, el que iba a ser su último corto antes de lanzarse a la gran pantalla este año con El fantasma de la sauna, un musical inspirado en los grandes clásicos de Hollywood.

LA PELÍCULA

Si había un hilo que unía las otras dos películas que reseñamos del festival LesGaiCineMad (aquellas dentro de la sección de Cine Disidente, esta fuera de competición), El día del estreno Off (José Antonio Valera) y ¡Corten! (Marc Ferrer), el de la autorreferencialidad, esta vez parece que El fantasma de la sauna tiene un factor en común con la película del director catalán: la música. Si bien esta herramienta relaciona ambos filmes, lo hace de una forma bien distinta: en ¡Corten! aparece de una manera más transversal, al no ser parte del núcleo del relato sino números musicales independientes del mismo, y en la película de Luis Navarrete las canciones son intrínsecas al relato y ayudan a que avance la historia –se expresan sentimientos, pensamientos y las emociones de los personajes–.

El fantasma de la sauna cuenta la historia de Javi (Néstor Goenaga), un joven chico que llega nuevo a la Sauna Popular, un local gay, en busca de trabajo para ganar algo de dinero y poder cumplir su sueño: ser cantante. Asun (Antonia San Juan), la antipática dueña del local, accede a darle trabajo y un muy precario lugar donde vivir. Pronto, entre tareas y encuentros furtivos con clientes de la sauna, se descubre que hay un “fantasma” que boicotea las relaciones sexuales del local, con el que Javi entabla una relación no solamente amorosa, también vital, ya que le enseña a cantar.

Todo esto se envuelve con colores llamativos y números musicales que en realidad hablan de temas mucho más oscuros: Javi, un chico gay de clase obrera, se ve obligado a prostituirse y ser maltratado para intentar subir escalones y cumplir su sueño. Este tema tan interesante –tu clase social determina tu futuro– se ve eclipsado, desgraciadamente, por el cambio de tono constante de la película. El fantasma de la sauna parece no tener claro qué tema quiere contar. No sabe si hacer crítica social o dejarse llevar por la diversión del musical, y ese es su mayor problema.

ELLOS Y ELLAS

Destaca especialmente Antonia San Juan que, pese a no tener una gran voz para los números musicales, se desenvuelve con soltura dentro de su personaje.

LA SORPRESA

La corta aparición de Goizalde Núñez.

LO MEJOR

• La actuación de Antonia San Juan
• Los números musicales

LO PEOR

• Quiere contar tanto que no profundiza en nada

Alejandro Pazó