Hablamos con José Antonio Valera, director de El día del estreno Off, su primer largometraje que se estrenó el pasado domingo, 7 de noviembre, dentro de la sección de Cine Disidente del festival LesGaiCineMad. En ella seguimos a un grupo de amigos y compañeros de una compañía de Teatro Off el último día antes del estreno de su obra.

P: ¿Cuál es el origen del proyecto?

J: Surgió mientras estábamos ensayando un par de obras de teatro. Pensé que, a pesar de tener pocos medios, podríamos apañarnos con lo que teníamos. Las preguntas que se hacen en la película nos las hacemos nosotros entre los ensayos. Varias de las conversaciones las he tenido por la mañana con Jaime fumando en el balcón de casa (que es la misma que aparece en la película), y me parecía muy interesante contarlo.

P: Una de esos temas que se cuestionan en la peli es si hacen arte por el placer de hacer arte o por el aplauso del público. ¿Tú que opinas? ¿Habrías hecho esta película si no la fuera a ver nadie?

J: Sí, seguro. La necesidad de comunicar por parte de un artista es muy fuerte. Madrid está llena de actores, hay más actores y escuelas de arte que trabajo. A veces, hablando con ellos, lo vemos todo muy negro. La situación es complicada, pero no podemos dejar de hacer lo que hacemos, somos incapaces. Es triste, pero muy bonito. Tenemos otros trabajos y estudios, pero no podemos parar. Yo no puedo parar de dirigir.

P: Al hablar de vosotros mismos y del proceso de crear, acabas dándole ciertos toques autobiográficos, ¿no?

J: Me gusta mucho, cuando estoy escribiendo un guión, basar los personajes en mis amigos y compañeros. Escribo mis personajes pensando en ellos. Aunque tenga ese toque autobiográfico no es un documental porque está ficcionado, y es esa ficción la que me da pie a hablar de ciertas cosas. Utilizamos nombres reales y conversaciones que hemos tenido, pero no es completamente real. Es un híbrido.

P: De esta forma conviertes a tus amigos en personajes de ficción, y tú eres el protagonista.

J: Bueno, en realidad me convertí en el protagonista sin querer. En la película estoy en el planteamiento, nudo y desenlace del relato, así que tanto los actores como la directora de fotografía me dijeron que creían que yo era el protagonista. En un primer momento pensé que el protagonista tenía que ser el piso, pero era una idea muy complicada y se fue modificando.

P: Aún así, el piso sigue siendo protagonista en cierto sentido…

J: Mínimo es un personaje. No sé si el protagonista, pero un personaje sí es. Para mí eso era muy importante.

P: ¿Cómo fue el trabajo con los actores? ¿Qué nivel de improvisación dejaste?

J: Trabajar con ellos fue muy fácil porque ya lo habíamos hecho otras veces. Yo soy muy fan de las acciones físicas. Veo más interesante que Natalia, a la hora de contar su anécdota, esté cocinando o buscando comida en la nevera, dándome miradas y gestos. En cuanto a la improvisación, el guión no era hermético, lo reconstruíamos a medida que rodábamos. Yo planteaba la situación, pero si ellos se querían regodear en cierto detalle que les interesaba, estupendo.

P: ¿Por qué decidiste usar el blanco y negro?

J: Lo del blanco y negro es simplemente por falta de medios. Trabajar la fotografía en blanco y negro puede ser muy complicado, sí, pero a nivel de arte es mucho más sencillo. Si hubiéramos tenido más tiempo de preproducción y una persona de dirección de arte, quizás la cosa fuera distinta. También, el blanco y negro simplifica el mensaje, hace que no nos perdamos en los colores.

P: Entonces, el falso plano secuencia se une a este uso del blanco y negro para lograr uno de los principales objetivos del film, la naturalidad, ¿no?

J: Exacto. Para los actores y a nivel técnico puede ser complicado (el foco a veces nos jugó malas pasadas), pero se gana mucha naturalidad, mucha verdad. Yo hice mi TFG sobre el plano secuencia, así que tenía algo de experiencia. Hay veces en que los movimientos requieren cierta coreografía entre la operadora de cámara y el sonidista, que se tienen que mover a la vez, y en ciertos espacios que eran muy pequeños esto era muy difícil. De todas formas, creo que el uso del plano secuencia tiene mucho sentido en una película en la que hablan sobre teatro, porque te da la continuidad que tiene el teatro dentro del espacio pequeño del cine.

P: ¿De dónde surge la idea de poner frases en las paredes? Parece un recurso más teatral que cinematográfico, por lo menos tal y como tú lo usas. De esta forma muestras claramente al espectador que está viendo una película, un artificio…

J: Totalmente. Estaba buscando una forma de hacer más atractivo el espacio. Las paredes eran blancas, filmaba en blanco y negro… y necesitaba que el espectador conectara visualmente. Yo no veía paredes, veía lienzos. Así, aprovecho esto para contar cosas, como cuando Jaime está en un momento de cólera y tiene pintada detrás una espiral. También, a veces, hago spoilers y muestro cosas que voy a desarrollar más adelante. Son detalles de los que te das cuenta en un segundo visionado.

P: También es una forma de que el piso sea un personaje más, como contabas antes.

J: Claro, es una forma de que el piso nos hable. Me gustaría haberlo desarrollado más, pero bueno…

P: ¿Qué parte es real y qué es un ensayo? A veces juegas a confundir y que no se entienda qué parte es de verdad y qué es parte de la obra de teatro, mezclando así la vida y el arte.

J: Sí, además lo hago in crescendo. Empieza sutil y poco a poco el ensayo se va comiendo a la vida. De hecho, en cierta forma hay un resumen de Límites, mi obra de teatro.

P: ¿Ves difícil sacar adelante una película hoy en día? El día del estreno Off es muy independiente, autoproducida, y en la presentación comentaste que se depende mucho de ayudas estatales para producir.

J: Yo, de momento, intento autoproducirme y aprender. No puede ser que para tu primer proyecto necesites varios miles de euros y un reparto de grandes actores y equipo técnico, hay que ser realistas. El día del estreno Off es un primer paso, una carta de presentación. Si hemos hecho esto sin medios, ¿qué haremos cuando los tengamos? Al estreno, por ejemplo, varios miembros del equipo no pudieron acudir porque estaban trabajando de camareras. La situación está fatal, sí, pero eso no quiere decir que tengamos que quedarnos con los brazos cruzados en nuestras casas.

P: Después del estreno, que fue la primera vez que viste la película en pantalla grande, dijiste que eso te había ayudado a ver fallos.

J: Nunca voy a estar completamente contento con la película, aunque esté acabada. A veces pienso que podría haber dirigido mejor y haber hecho ciertas cosas de otra forma. Creo que todos los artistas tenemos que tener mucho valor crítico para poder seguir mejorando.

P: Para finalizar: ¿tienes algún proyecto entre manos? ¿Vas a seguir haciendo cine y teatro?

Me gustaría reponer varias obras de teatro. Ahora con el máster tengo poco tiempo para ensayar, pero me gustaría volver a mover obras que ya tengo hechas. Por otro lado, acabo de estrenar esta película, pero ya quiero hacer otra. Intento tener siempre varios proyectos en mente. Si de cada 5 o 10 ideas que tengo hago una, ya es un éxito.

Alejandro Pazó