El Palomitrón

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El secreto de Puente Viejo, EL PALOMITRÓN
SERIES

¡HASTA SIEMPRE PUENTE VIEJO!

Normalmente no me cuesta mucho escribir. Es algo que con el tiempo he aprendido a hacer de manera automática. Reúnes una serie de argumentos organizados y los plasmas en 600 o 700 palabras. Parece sencillo, pero la cosa cambia cuando el tema te toca de lleno. Las frases se complican y la idea general muta constantemente en la cabeza. Es una sensación muy extraña que solo se experimenta cuando debes rendir homenaje a algo, que no solo ha formado parte de tu vida, sino de la de, en este caso, muchos telespectadores. Y sí, es que después de 9 años El secreto de Puente Viejo ha llegado a su fin.

Todavía recuerdo aquella noche en la que al volver del entrenamiento de fútbol, mi madre, eterna enamorada del zapping, había encontrado el estreno que Antena 3 había preparado por todo lo alto. Una primera escena de un parto fue suficiente para que mi yo de 11 años decidiera irse a la cama. Aún me acuerdo de los diálogos entrecortados provenientes del salón. A pesar de ello, el interés fue creciendo y lo que parecía algo pasajero se acabó convirtiendo en la banda sonora de nuestras tardes. Como a nosotros, esto le pasó a gran parte de los 3.200.000 espectadores que aquel el 23 de febrero de 2011 decidieron sintonizar la ficción creada por Aurora Guerra.

TRABAJO Y CONSTANCIA

Rápidamente, los dramas y aventuras de este pequeño pueblo rural se fueron haciendo un importante hueco en la parrilla vespertina. Sus tramas enrevesadas y sus misterios constantes la llevaron a ser renovada año tras año, hasta convertirla en la serie más longeva de la televisión en España. Es cierto que con el tiempo, una serie diaria como es Puente Viejo podría haber perdido fuelle, pero si hay algo que siempre la ha caracterizado ha sido ese as en la manga que la ha sacado de los pozos más hondos. Y es que mantener el nivel durante más de 2.000 capítulos no es moco de pavo. Qué tiempos aquellos en los que se pensaba que la muerte de Pepa la partera suponía el fin de todo lo bueno que el argumento podía ofrecer.

Hoy, 9 años después, es imposible no sorprenderse con el incansable esfuerzo con el que el equipo de la serie ha sabido actuar. A excepción de fines de semana y unos cuantos festivos, El secreto de Puente Viejo se ha mantenido más firme que el junco del Dúo Dinámico. Ha estado siempre al pie del cañón, agradeciendo cada tarde el apoyo de miles de espectadores. Se que suena un tanto cursi, pero en casos como este, no prima la profundidad de la trama sino el entretenimiento y el hueco que certeramente ha sabido llenar.

Cast, El Secreto de Puente Viejo, EL PALOMITRÓN

ICONO CULTURAL

 A estas alturas, sobra decir que Puente Viejo se ha convertido en todo un icono cultural. Sus giros a veces imposibles y su presencia en gran parte de los hogares españoles han permitido el desarrollo de un imaginario cuanto menos interesante. Si no, que se lo digan a los excéntricos palabros que más de una vez nos han dejado la cara torcida o aquel episodio de Paquita Salas en el que Lidia San José conocía el set además de a una Sandra Cervera carcomida por la cafeína.

Se que algunos dudarán de mis argumentos, pero lo conseguido por El secreto de Puente Viejo carece de exageración alguna; Italia es la prueba viviente de ello.  Mucho antes de que Élite o la banda del profesor triunfara en el extranjero, las desventuras de nuestros puentevejinos ya causaban furor en el resto de Europa. Además, uno sabe que ha alcanzado el estrellato, cuando te dedican una revista mensual con posters oficiales, consultorio amoroso y hasta recetas propuestas por los propios personajes. Como estudiante Erasmus actualmente instalado en la bota de Europa, ni confirmo ni desmiento que me haya hecho ya con varios ejemplares ahora guardados a buen recaudo.

Revista, El secreto de Puente Viejo, EL PALOMITRÓN

REPARTO DE ORO

Aun así, una buena serie, nunca habría triunfado sin las ganas de un reparto comprometido. Ramón Ibarra (Raimundo), Sandra Cervera (Emilia), Maribel Ripoll (Dolores), Selu Nieto (Hipólito) o Mario Zorrilla (Mauricio) son algunos de los icónicos intérpretes que desde el capítulo 1 al 2.324 han sabido mantener el tipo. Sin olvidar tampoco que, a diferencia de un gran porrón de puentevejinos, ellos han conseguido sobrevivir, algo realmente admirable.

Inundaciones, milagros divinos, gases venenosos o bombas sorpresa son algunos de los fenómenos, que los guionistas han utilizado a lo largo de las temporadas para renovar la plantilla. Un plantel que ha funcionado de cantera y por el que han pasado actores como Jaime Lorente, Álvaro Morte o Lucía Carballo.  Una de las cosas más exasperantes era saber que sólo estaban de paso y que, su salida vendría precedida de un giro de acontecimientos inesperado. En mi corazón, siempre quedará un hueco para la primera mujer de Hipólito, Quintina (Blanca Parés), asesinada por un lanzador de cuchillos en el circo.

Aunque si hablamos de personajes tenemos que hablar del huracán, que con su genio y su poderío, ha acarreado el peso de la ficción todo este tiempo. Sí, no es otra que Doña Francisca Montenegro, señora y patrona de las tierras colindantes al pueblo. El maravilloso trabajo de María Bouzas ha permitido la creación de uno de los villanos más profundos y malvados de la década. Si alguna vez has visto Puente Viejo, sabes que de la Paca no te puedes fiar, es ley de vida. Además, da igual que la disparen, la secuestren o la dejen catatónica unos cuantos episodios, ella siempre ha sabido volver por todo lo alto. Para los que lo dudaban, ha sido siempre la verdadera protagonista de la serie, de principio a fin.

María Bouzas, El secreto de Puente Viejo, EL PALOMITRÓN

EL VERDADERO SECRETO

Una semana después, aún cuesta asimilar que la longeva ficción haya finalizado. Para bastantes conocidos que veían la novela, la sensación de que las tardes están incompletas es ahora más real que nunca. Es cierto, que sentarse a ver todos los episodios era imposible, pero la sensación de que estaban ahí si los necesitabas era verdaderamente reconfortante. Es aquí, donde reside su verdadero secreto.

Lejos de los túneles subterráneos que mí yo adolescente imaginaba como misterio definitivo, el verdadero secreto de Puente Viejo llegó como una flecha directa al corazón. Ciertamente, no lo llegué a entender hasta que acabó el episodio y los créditos comenzaron a rotar. En un nivel superficial, ese que abarcó la mayoría de tweets indignados, Francisca reconocía que el secreto era el amor que los habitantes se tenían unos a otros a pesar de las disputas, manteniendo así la leyenda del pueblo viva. Pero si alguna vez habéis sido fans (preparaos para el subidón de azúcar), entenderéis que la doña no hablaba solo de los habitantes del pueblo, sino de todos los telespectadores que, a través de la pantalla hemos demostrado cariño e interés diario.

 En resumidas cuentas, Puente Viejo ha sido un compañero amable que no solo nos ha acompañado durante un pedacito de nuestra vida, sino que también ha sido un fiel apoyo para toda esa población anciana que simplemente por entretenimiento o por soledad ha disfrutado y reído con ella. Con esto y encomendándome a San Mamerto, patrón del pueblo, solo me queda decir: Hasta siempre Puente Viejo.

Alonso Muñoz


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