TAXI A GIBRALTAR
LOS ANTECEDENTES
Alejo Flah demostró en Sexo fácil, películas tristes, su ópera prima, que manejaba muy bien el género de la comedia romántica. Consiguió un filme que destacó por su originalidad y por unos intérpretes en estado de gracia (Quim Gutiérrez, Ernesto Alterio y Marta Etura). El problema está en que todo lo que había de positivo en esta primera película no aparece por ningún lado en Taxi a Gibraltar, Su segundo largometraje que se estrena este viernes.
LA PELÍCULA
Taxi a Gibraltar cuenta la historia de León Lafuente (Dani Rovira). Un taxista con mal carácter y con problemas económicos. Para colmo se enfrenta a la competencia de los taxis con las VTC. Bajo este panorama se cruza en su vida Diego Manfredi (Joaquín Furriel), un embaucador lleno de deudas que acaba de salir de la cárcel. Este último le convence para viajar a Gibraltar con la excusa de que hay oro escondido allí. A través de esta road-movie en taxi encontramos al tercer personaje: Sandra (Ingrid García Jonsson), una joven que huye de su novio un día antes de la boda. Nos encontramos ante tres personajes con una característica en común: son unos perdedores a los que les ha ido mal en la vida.
Con esta sinopsis todo parece indicar que nos encontramos ante una comedia que puede salir más o menos airosa en su desarrollo, pero nada más lejos de la realidad. El problema surge desde los primeros minutos de metraje, ya con los tres personajes presentados. ¿Qué problema tiene esta película? Que no hay una consistencia de guion por ningún lado. Así es imposible sostener una película de hora y media de duración. El guion, escrito por el propio Alejo Flah junto con Fernando Navarro, no tiene sorpresas ni interés. No basta con crear una situación cómica como es el hecho de viajar a Gibraltar en busca de oro y encontrarse con algunos obstáculos por el camino, como la secuencia donde se encuentran al novio del personaje de Ingrid Garcia Jonsson (interpretado por José Troncoso).
Gags bochornosos en relación con el Brexit, tópicos sobre los distintos acentos (español, argentino y andaluz) o la confrontación entre los taxis y las VTC, son los aspectos que resumen esta película fallida.
ELLOS Y ELLAS
Si algo bueno tiene esta película son dos de los actores. Dani Rovira e Ingrid Garcia Jonsson. Rovira no se arriesga pero acierta con el rol al que estamos acostumbrados a verle (quizá en un rol más de persona amargada). Ingrid García Jonsson tiene muchísimo talento y aquí lo demuestra, consigue darle a su personaje unos matices y un acento característico, para bordar el papel de chica ingenua.
Lo del galán maduro y argentino, Joaquín Furriel, es más complicado: han puesto en un papel cómico a alguien que no es capaz de provocar gracia o ha sido mal dirigido. Como secundarios hay que destacar a la siempre genial María Hervás y a José Troncoso en el papel de novio controlador.
LA SORPRESA
Es, sin duda, la elección de Ingrid García Jonsson en un papel totalmente cómico donde demuestra todas sus aptitudes para ser una gran actriz de comedia.
LA SECUENCIA / EL MOMENTO
Quizá uno de los mejores momentos es una persecución delante de la policía en Gibraltar, le da a la película un ritmo necesario. Lástima que el filme no siga en esa línea por algo más de tiempo.
LO MEJOR
- Dani Rovira e Ingrid García Jonsson
LO PEOR
- El exceso de gags sobre el Brexit y esa tendencia a intentar hacer risa de absolutamente todo sin necesidad de ello.
Javier Valera