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CRÍTICA: DOS

LOS ANTECEDENTES

Mar Targarona regresa a la pantalla grande para dirigir Dos, un curioso thriller con tono independiente rodado en Navarra. La productora y directora dirige su cuarto largometraje después de Secuestro (2016) y de la exitosa El fotógrafo de Mauthausen (2018). Película protagonizada por Mario Casas que fue nominada a multitud de premios, alzándose con los premios Gaudí a mejor dirección de producción, dirección artística, vestuario, y maquillaje y peluquería.

Mar Targarona habla de la dificultad que han encontrado para financiar un proyecto como Dos, un tipo de cine atípico en España que implicaba un riesgo particular, por el que muchas productoras no quisieron apostar, y que ha supuesto un retraso de casi ocho años a la hora de encontrar presupuesto. La película está producida por la productora catalana Rodar y rodar. Dos se estrenó en el Festival de Málaga en la sección Zonazine.

LA PELÍCULA

Dos se autoproclama como un thriller experimental, una fuerte apuesta por un tipo de película poco frecuente en producciones nacionales. La premisa arranca presentándonos a Sara (Marina Gatell) y David (Pablo Derqui) que despiertan en una habitación, desnudos y pegados por el abdomen. A medida que la película avance ambos deberán intentar descubrir los motivos por los que se encuentran en la habitación y como escapar de allí. El inicio promete.

A poco que el espectador tenga algunas referencias del género thriller o en particular de “personas encerradas en sitios” podrá encontrar en Dos, referencias directas a producciones americanas como El juego de Gerald (2017) de Mike Flanagan, Saw (2004) de James Wan o incluso El ciempiés humano (2009) de Tom Six.

Si bien la mayoría de estas películas general la repulsión del espectador a través de recursos meramente físicos y visuales, Dos se las ingenia para transmitir esas sensaciones a través del guion de una manera mucho más elegante, controlada y nada morbosa. Si bien es un punto de diferenciación aplaudible, su intento se queda a medio camino, pues realmente nunca se crea una atmósfera de desasosiego en la película más allá que un par de momentos puntuales que son desagradables precisamente por su explicitud.

Más adelante, a medida que la película avanza vemos reminiscencias en la historia de otros potentes thrillers internacionales tales como El número 23 (2007) de Joel Schumacher e incluso Oldboy (2003) de Park Chan-wook. Son historias que ofrecen un giro inesperado o varios, que hacen que el espectador entienda el metraje de una manera diferente a como se había pensado desde el inicio.

Sin embargo, Dos no consigue prepararnos para los giros que se sucederán hacia el final de la película. Desde nuestro punto de vista el guion incluye demasiada información relevante en la última parte, en lugar de dosificarla de manera que el espectador tenga alguna posibilidad de anticiparse a la verdad. La resolución del conflicto resulta algo diferente. Es una película mucho más descafeinada que las mencionadas anteriormente.

Los films rodados en una única localización resultan interesantes, siempre y cuando la localización se explote al máximo y no funcione únicamente como telón de fondo. Es una dificultad añadida a la dirección, que en este caso no dota de una evolución relevante al espacio. Por otra parte, elementos como la banda sonora o la fotografía quedan relegados a ambientar y acompañar, al margen de algún momento puntual que hace que la película brille. En cualquier thriller que se precie estos elementos deberían ser capaces de generar un subtexto propio que hiciese crecer la película.

Es una película irregular, que funciona muy bien en momentos puntales, en los que la dirección, el guion, las interpretaciones y el resto de elementos coinciden en su máxima calidad. En general es un film que resulta entretenido y no aburre, y que puede interesar a cierto tipo de público. Sin embargo, esperamos que este tipo de cine aporte un poco más de interés o cuente algo que no hayamos visto. Es una película propensa al olvido.

ELLOS Y ELLAS

Pablo Derqui (Dime quién soy, Si no te hubiese conocido) y Marina Gatell (Pa negre, Lalola) conforman el único elenco de esta producción, salvando una muy breve intervención de Kandido Uranga (Errementari, Intemperie). Todo el peso de la película recae sobre los hombros de ambos actores que son los encargados de guiar al espectador a través de esta historia. Las interpretaciones son correctas y tanto Derqui como Gatell cumplen con su papel tanto como el guion les permite. Hay química entre ellos, pero se plantea la duda de si la elección de un casting diferente habría hecho brillar más a la película. La intervención de Kandido Uranga es poco más que anecdótica.

LA SORPRESA

El giro final que aporta una nueva de forma de entender el guion de la película.

LA SECUENCIA / EL MOMENTO

El momento en el que ambos descubren que se encuentran pegados y cosidos supone un álgido ejercicio de dirección que realmente transmite una tensión e incertidumbre al espectador que le hace querer saber más.

TE GUSTARÁ SI…

Te gusta la intriga y quieres disfrutar de un thriller atrevido con sello nacional.

LO MEJOR

  • El riesgo de una apuesta de este tipo en producciones españolas, que es poco frecuente.

LO PEOR

  • El ritmo irregular de la cinta.
  • Líneas de diálogo que expulsan al espectador y matan la tensión en muchas ocasiones.
  • Un giro final algo forzado que se concibe como un deus ex machina.

Pablo Sánchez

 


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